Las cápsulas de café contaminan, pero ¿qué pasa con el resto de sistemas?

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Las cápsulas de café son cómodas y rápidas para que podamos disfrutar de esta bebida en cualquiera e las cafeteras que se han puesto de moda en los últimos años; sin embargo, hay que ser conscientes del impacto que tienen en el planeta.

Las cápsulas de café contaminan, pero también lo hacen el resto de sistemas para que podamos degustar una taza. Averiguamos hoy cómo afecta cada uno de ellos al medio ambiente y qué podemos hacer para reciclar adecuadamente los restos que generamos al prepararlo.

Molienda de café

café molido
Café molido/Foto: Pixabay

La contaminación provocada por el consumo de café comienza mucho antes de que lo preparemos en casa. Según la Asociación Especializada de Café de América (SCAA), el solo hecho de la molienda tiene una carga contaminante entre 30 y 40 veces mayor que la de las aguas residuales urbanas. A ello hay que sumar los granos de café que se desperdician o se tiran, que pueden terminar liberando millones de toneladas de metano. Y es que los residuos que genera la producción de café son mayores de lo que solemos creer.

Ante este panorama algunas empresas están instaurando políticas de economía circular para poder convertir los desechos que generan en otros productos o componentes que reduzcan la contaminación y vuelvan a formar parte del ciclo productivo.

Cápsulas de café

Cafetera de cápsulas
Cafetera y cápsulas de café/Foto: Unsplash

El tamaño de las cápsulas de aluminio dificulta poder procesar este tipo de envases en los centros de reciclaje. Además, para ello, es necesario retirar el café molido que contienen. Las compañías que las comercializan ponen en marcha programas de recogida de cápsulas, pero a pesar de ello, Nestlé calcula que solo se reciclan el 32% de las que se consumen. Por ese motivo, la mayoría terminan en incineradoras y vertederos.

Si a ello sumamos que las cápsulas de materiales como el polipropileno no compostable contaminan más que las de aluminio, estamos ante un auténtico reto medioambiental. La Unión Europea ha tomado cartas en el asunto y en su nueva regulación establece la obligación de que todas las compañías deben fabricar cápsulas reciclables, además de ocuparse del proceso de reciclado, antes del año 2035. Pese a ello, la producción de café es una enorme fuente de emisiones de gases de efecto invernadero y los otros sistemas de preparación de esta medida también inciden sobre el medio ambiente.

Café con cafetera de filtro

cocina
Cafetera en la cocina/Foto: Pixabay

De tal modo, aunque las cápsulas constituyan un problema, un estudio publicado en el International Journal Consumer Studies sobre el impacto medioambiental de los distintos sistemas de preparación de café pone el foco en las cafeteras de filtro, asegurando que resultan menos sostenibles que las de cápsulas. Los investigadores recogen el dato de que aquellos que utilizan las cafeteras de filtro usan más cantidad de producto y dejan las máquinas encendidas para que esté caliente durante mucho tiempo.

Como resultado, consumen más electricidad, más café y más agua, y terminan afectando en mayor medida al medio ambiente que las cafeteras de cápsulas. Estas son más eficientes en cuestión de energía, así que el problema se centra en la composición de las cápsulas como residuo.

Una de las soluciones a este problema es la fabricación de cápsulas en materiales compostables como papel, bambú o caña de azúcar, tal y como se ha establecido en la nueva normativa europea a partir de 2035. Pero tampoco debemos olvidar que será necesario incidir sobre la forma de producción del café para minimizar al máximo la generación de residuos y la contaminación del medio, además de que, como consumidores y usuarios, hemos de aportar nuestro granito de arena.

Hábitos de reciclaje de café

Cápsulas de café
Fuente: Pixabay/ThomasWolter

Si consumes café en cafeteras de filtro, recuerda encenderla solo en el momento de su preparación y no la tengas conectada todo el día. Calcula la cantidad a tomar y no desperdicies agua y café por la comodidad de prepararlo de esta forma. Elige filtros de papel que sean compostables o utiliza un filtro fijo de metal o de plástico, que aunque no sea reciclable podrás usarlo durante años. Respecto a los posos de café puedes darle otros usos, ya sea como abono para plantas o para hacer compost.

Por lo que respecta a las cápsulas de café, nunca deben depositarse en el contenedor amarillo. Las compañías productoras suelen tener sistemas de recogida en distintos puntos del país, puesto que cuentan con sus propias plantas de reciclaje en las que separan los materiales, reutilizan los posos como abono y trituran el plástico o el aluminio para fabricar artículos de plástico, cajas y similares. Nespresso, L’OR y Tassimo tienen habilitados más de 4.000 puntos de recogida por toda España, mientras que Nescafé supera los 2.000 puntos. Puedes consultar cualquiera de ellos en sus respectivas páginas web.

Asimismo, las cápsulas de otros fabricantes y de marcas de supermercados, como Carrefour, Alcampo, Eroski o Mercadona, pueden ser depositadas en los contenedores que estas superficies suelen poner para ello al servicio de sus clientes.



Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

1 Comment

  1. No debería blanquear el uso de capsulas diciendo que el resto de sistemas también lo hacen, pues evidentemente todo producto transformado contamina, el kit del asunto es que cuando comparamos sobre un asunto, debemos hacerlo sobre ese asunto y no de forma global.
    Si se hace así, tomar café sin capsulas evita la contaminación por capsulas y por lo tanto no hay duda que es mucho mejor.

    Algunos de los argumentos esgrimidos en contra del café molido, no son ciertos, por mucha “asociación” o lobby interesado en lo que se critica.

    ¿Como que los granos de café que se desperdician o se tiran…..?, ¿se refiere al proceso de recolección o al de la molienda?, porque si es al de recolección, tal desperdicio no existe, pues los granos defectuosos, se usan para fabricar el café comercial que nos venden en las cápsulas o en los supermercados ya sea en grano o molido, siendo los buenos los usados en café de especialidad que se venden por tiendas y tostadores especializados de café.

    Si se refiere al que se pudiera perder por el usuario tras la molienda por este, pues dependerá del cuidado del usuario para que eso no ocurra, pero esto vale también para el usuario de las cápsulas, que también tiene que desechar el café usado de la cafetera, con idéntica contaminación de las aguas urbanas.

    Decir que las empresas ponen los medios para reducir la contaminación de las cápsulas, aludiendo puntos de recogida que yo, ni nadie, hemos visto en ningún sitio, es blanquear un problema y no darle solución y más cuando se reconoce que la mayoría de los productos fabricados y consumidos no son recogidos para su reciclaje.

    Y se olvida de otro elemento aún más contaminante en el uso de las cápsulas, y es en el uso abusivo en la fabricación de esas máquinas, para facilitar un cambio de máquina y sin facilitar su reparación.

    De ello, hay marcas de cápsulas que dan gratis una máquina tras consumir un número determinado de cápsulas, facilitando con ello la obsolescencia programada de estas, y aumentando los residuos de estas.

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