¿Qué son los supermercados cooperativos?

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Hay diversas formas de comercializar artículos de consumo, más allá de las famosas cadenas de hipermercados o grandes superficies. De hecho, desde hace unas décadas, con el incremento de la concienciación sobre asuntos tales como el comercio justo, el impacto ambiental, los productos de proximidad y la economía circular, está habiendo un auge de los denominados supermercados cooperativos.

Si no tienes muy claro en qué consisten, si hay uno cerca de tu casa o qué has de hacer para poder comprar en ellos, hoy vamos a darte las claves para aclarar tus dudas. Te contamos todo lo que tienes que saber sobre los supermercados cooperativos.

Qué son los supermercados cooperativos

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Comercio local – Unsplash

Los supermercados cooperativos son tiendas de comercio minorista, con un formato de supermercado tradicional, donde puedes adquirir productos de alimentación, productos de higiene y limpieza y comida para mascotas, entre otros. No se trata de negocios, puesto que no hay ánimo de lucro en ellos y estás gestionados por medio de cooperativas y asociaciones de consumo.

Además, la mayoría de los productos que se venden en los supermercados cooperativos son ecológicos y de proximidad, siempre que es posible, ya que una de las bases de la filosofía de estos establecimientos es contribuir a la riqueza e igualdad del entorno, favoreciendo a los pequeños productores locales. De tal forma se consigue vender alimentos de calidad a buen precio, para el bien de todos.

Origen de los supermercados cooperativos

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Supermercado – Pixabay

El modelo de supermercado cooperativo surgió de una iniciativa de los vecinos del famoso barrio de Brooklyn, en Nueva York (Estados Unidos). Se trata de Park Slope Food Coop (782 Union St, Brooklyn, NY 11215, Estados Unidos), que lleva en funcionamiento más de 45 años, y que revolucionó la forma de comprar en la gran ciudad, con productos orgánicos y a granel.

Desde entonces, este tipo de cooperativas han ido surgiendo en otros países como Bélgica, España, Irlanda, Francia y Luxemburgo, en muchas ocasiones inspiradas por el visionado del documental Food Coop del director Tom Boothe, que dio a conocer el supermercado neoyorquino en todo el mundo.

Cómo funciona un supermercado cooperativo

Los supermercados cooperativos se basan en parte en la figura tradicional de cooperativa, estando formados por un conjunto de personas que son socias y propietarias. No obstante, no debes confundirlos con los supermercados de cooperativas en los que puedes comprar aunque no seas socio, los cuales tienen un sistema de comercialización más parecido a las cadenas tradicionales, salvo por algunos productos que en ellos se ofertan.

Los supermercados cooperativos propiamente dichos solo están disponibles para sus socios y hay que ser cooperativista para comprar en ellos, aunque también puedes ser simplemente colaborador o aportar donativos para apoyar el proyecto. Por el contrario, hay cooperativas de consumo que sí están abiertas al público en general.

Cómo participar en un supermercado cooperativo

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Frutería – Unsplash

El funcionamiento de este tipo de establecimientos cooperativos es muy simple. Primero deberás hacerte socio con la cantidad que se indique en sus estatutos. De esta forma, todos los socios pagan una cuota, que puede ser única, mensual o anual, aunque en la mayoría de las ocasiones solo se abona la primera vez, en el momento en que te asocias. Asimismo, los socios han de trabajar de manera voluntaria en el supermercado durante unas horas o días al mes. De tal modo, el proyecto se caracteriza por la colaboración y la participación de los cooperativistas.

A la hora de seleccionar a quién se compran los artículos a la venta, siempre se prima a los productores cercanos y a los alimentos ecológicos. Como consecuencia, al disminuir los gastos laborales y de intermediación, evitando en lo posible a las distribuidoras, los precios de venta se reducen considerablemente.

No hay requisitos especiales para hacerse socio de un proyecto de este tipo. Solo deberás abonar la cuota, cuya cuantía variará en función de la cooperativa o asociación. Una vez que la hayas pagado, tendrás que comprometerte a trabajar de forma voluntaria en el supermercado un mínimo de horas mensuales, en cualquiera de los puestos que se necesitan para tenerlo en marcha: recepción de pedidos, atención en caja, reposición, etc. Algunos de ellos tienen tienda online.

Supermercados cooperativos en España

En España ya están consolidados proyectos de este tipo en ciudades como Madrid, Zaragoza, Bilbao, Manresa y Barcelona. Buen ejemplo de todos ellos es La Osa, el primer supermercado cooperativo y participativo de Madrid, en el barrio de Tetuán. Para ser cooperativista en él se debe aportar una única cuota de 100€, reembolsables si luego quieres darte de baja, y participar en las tareas del supermercado durante tres horas cada cuatro semanas. También en Madrid, y con condiciones similares, se encuentra Supercoop, en el barrio de Lavapiés.

El primer supermercado de este tipo en Barcelona es Foodcoop, en el barrio de l’Eixample Esquerra. La cuota única en este caso es de 90€, aunque el tiempo de colaboración es el mismo que en los casos anteriores.



Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

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