El bricolaje doméstico ha ganado adeptos en los últimos años. Los ciudadanos se preocupan más por el mobiliario y las acciones cotidianas de su hogar; y buscan las mejores fórmulas y herramientas para conseguir el mejor resultado a un precio óptimo. La clave es buscar la sencillez y no intentar retos imposibles. No vas a necesitar tantas herramientas como crees, con adquirir 4 buenas herramientas puedes hacer la mayoría de proyectos.
Se suma un poco de práctica y las ideas claras para conseguir montar un mueble de fabricación casera o realizar una reparación. Hay que tener paciencia, buscar información y elegir los materiales e instrumentos adecuados para cada caso. Ahorrar dinero en el bricolaje es posible si se siguen una serie de indicaciones.
Todos los artilugios viejos pueden tener utilidad, así que antes de tirarlos a la basura, merece la pena invertir tiempo en buscarles una salida más útil. Las plantas son elementos esenciales en un hogar y necesitan una base sobre la que sostenerse. No es necesario comprar macetas, ya que algunos elementos como una taza en desuso, una botella de plástico o, incluso, unas botas viejas pueden realizar esta función.
Es importante, en cualquier caso, hacer varios agujeros en la parte inferior, para que la flor transpire. La reutilización de botellas de plástico también puede tener otras funciones, como bebederos para animales, linternas caseras, lapiceros o regaderos de plantas.
Montaje de muebles caseros

El mobiliario es uno de los elementos del hogar que más inversión económica requiere, por lo que buscar fórmulas para la fabricación casera a un precio mucho más económico es una buena idea. En ese sentido, adquieren un protagonismo especial los palés, que se convierten en los mejores aliados para fabricar sofás, estanterías o camas. Es un sistema casero y muy sostenible, que se basa en la reutilización de un material barato y accesible para el ciudadano medio.
La ventaja de los palets es que permite al usuario fabricar un mueble a su completo gusto. En ese caso, se requiere de las herramientas necesarias para el nexo de las maderas, como el taladro, el martillo, los tornillos y las tuercas. Es un material que también encaja en espacios exteriores, ya que su resistencia a la lluvia y otras incidencias climáticas es muy alta.
El ahorro de dinero en las labores de bricolaje que se obtiene haciendo los propios muebles es considerable y puede significar hasta un noventa por ciento de descuento en comparación con el precio en tienda de un producto de características similares. El factor clave para conseguir este objetivo es la reutilización de materiales, como las puertas y maderas a la hora de fabricar un armario empotrado.
Hay que tener paciencia, ya que este proceso requiere de tiempo, y buscar pequeños pasos, ya que solo así se alcanzará un gran resultado. Es recomendable empezar con la fabricación de bártulos pequeños, que incluso pueden servir como parte de un mueble más grande, ya que así se obtienen resultados más rápidamente y la motivación se mantiene alta.
El trabajo de pintado también implica una importante inversión económica, así que se puede dejar como una labor doméstica más en este proceso. Es importante preguntar a los expertos sobre qué tipo de pintura se adapta mejor a cada material y una vez se tiene claro este aspecto, hay que dejar brillar la imaginación y buscar el desenlace esperado.
Reparaciones y soluciones ‘low cost’

El paso del tiempo y el uso son incidencias que desgastan el mobiliario. Lejos de comprar un producto nuevo, por el importante gasto que ello conlleva, cada vez más usuarios deciden hacer reparaciones caseras que permiten prolongar la vida útil durante unos cuantos años más. El aislamiento térmico de la vivienda es uno de los retos que surgen en aquellas viviendas con ventanas antiguas, que están pidiendo a gritos un cambio.
Una solución muy barata y eficaz es el uso de espuma de poliuretano, un producto que se esparce por los laterales de puertas y ventanas. Sella los huecos y espacios y consigue un notable efecto de aislamiento térmico y acústico. A efectos de gasto monetario, esta simple acción puede significar una reducción del uso de energía para calentar o enfriar el ambiente, por lo que el coste mensual aplicado en la tarifa se reduce.
Otro gasto habitual y necesario en una vivienda es el de agua, que también se puede reducir con una simple y sencilla acción. Se trata de incorporar aireadores en los grifos, que pueden reducir el consumo de agua hasta en un cincuenta por ciento. El remedio puede ser completamente casero, especialmente en la acción de lavar los platos. El uso de una garrafa, con una apertura inferior y una tapa que se abre y se cierra, es una solución tradicional que sigue siendo muy útil en la actualidad para optimizar el gasto de este bien tan preciado.
*Contenido elaborado en colaboración con una marca