Estamos tan concienciados del peligro y los problemas que suponen los artículos de plástico tradicionales, como las pajitas, los envases de productos y las bolsas en general, que corremos el riesgo de creer que todas aquellos artículos que no estén hechos en ese material son buenos de por sí. Así sucede con las bolsas de tela, que pueden contaminar más de lo que imaginas, o con las bolsas de plástico compostables.
Con frecuencia se han ido realizando numerosas investigaciones sobre el impacto de las bolsas de todo tipo de materiales en el medio ambiente. Así que, si nos centramos en las compostables, puede que te sorprendan los últimos estudios científicos al respecto. ¿Son tan buenas las bolsas compostables como creemos? Esta es la respuesta que conocemos a día de hoy.
Toxicidad de las bolsas de plástico

Buscamos la respuesta en el estudio elaborado por los científicos del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) junto con el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC). En el mismo se investigó sobre los efectos tóxicos de las bolsas fabricadas en distintos materiales para comprobar su interacción con el medioambiente. Para llevar a cabo la investigación, se realizó un análisis exhaustivo de las bolsas, con la finalidad de analizar los compuestos tóxicos que podían ser liberados al medioambiente. Sus resultados se publicaron a principios de octubre de 2023 en Journal of Hazardous Materials.
Y, aunque se trata de un estudio preliminar y es necesario investigar en mayor número de bolsas, los resultados obtenidos por el momento son preocupantes. Las bolsas de plástico compostables incrementan su nivel de toxicidad al contacto con los rayos ultravioletas, de manera que aumentan por medio de la fotodegradación. Esto resulta sorprendente si tenemos en cuenta que las células que se exponían a las bolsas de plástico tradicionales no mostraban rastro alguno de toxicidad.
Fabricación de las bolsas compostables
Ante esos resultados, los científicos barajan la hipótesis de que en la fabricación de bolsas compostables se añaden aditivos químicos que podrían tener altos niveles de toxicidad. En consecuencia, creen que esta es la explicación más lógica del motivo por el que sería la explicación de que las bolsas biodegradables resulten tóxicas.
Como resultado, durante el proceso de biodegradación, estas bolsas pueden impactar de manera negativas sobre las personas y el medio ambiente, a causa de la acumulación de sustancias contaminantes. Para evitarlo, es necesario seguir estudiando los efectos de estos nuevos componentes y procesos para poder controlar los compuestos químicos que se utilizan en ellos, porque a día de hoy no siempre se tienen claro ese tipo de detalles.
Cuestión de patentes

Sin embargo, averiguar exactamente todos los compuestos químicos que hay en estas bolsas no resulta tan sencillo como pueda parecer. Esto es debido a que existen aditivos que se utilizan para este tipo de fabricaciones y producciones de bolsas y otros materiales que están protegidos por patentes. Como consecuencia, los científicos no pueden saber cuál es la composición exacta.
Los expertos señalan que es necesario ser más estricto con la regulación y seguir investigando en todos estos materiales compostables para asegurarse de que realmente contribuyen a cuidar el medio ambiente y no lo contrario, como sucede con las bolsas analizadas.
Bolsas más ecológicas

Con todos los datos que se conocen hasta ahora, si te preguntas cuál es entonces la bolsa más ecológica para su utilización y cuidar el medio ambiente, una de las respuestas más recientes proviene de Dinamarca.
Y es que allí el Ministerio de Medioambiente y Alimentación danés ha elaborado un estudio sobre las bolsas y la contaminación, teniendo en cuenta su ciclo de vida. En él ha llegado a la conclusión de que las bolsas de papel contribuyen a la deforestación y gastan más energía en su fabricación que las de plástico. No obstante, hay que considerar diversos matices respecto a este análisis, siendo el más destacable que el estudio parte de la base de que las bolsas de plástico sean incineradas al no ser utilizadas más, y no en los océanos. Porque en este último caso, son las más contaminantes y sus consecuencias devastadoras.
Las conclusiones son que las bolsas de algodón orgánico deben usarse unas 20.000 veces o todos los días durante más de 50 años para compensar todo el impacto que generan en el medio ambiente. Y si usamos bolsas de plástico, de cualquier tipo, deben usarse tantas veces como sea posible y, antes de desecharlas, usarlas como bolsa de basura. En cualquier caso, lo que importa con cualquier bolsa es que la usemos al máximo hasta el final de su vida útil, y no contribuyamos a que nuevas bolsas circulen si no es necesario. Todos ganamos con ello.