Las especias resultan imprescindibles en cualquier cocina. Hay recetas que no serían nada sin ellas y otras cambian completamente si sabes combinar las adecuadas. Al final, todos acabamos teniendo algunas favoritas que siempre tenemos en la despensa y, sin embargo, mucha gente solo usa un par de ellas y puede mostrarse reticente en su uso. Solo tienes que encontrar el punto justo y habituarte a usarlas. En cantidades sutiles harán que tus comidas tengan otro nivel.
Para ayudarte a ello, toma nota de estos trucos con especias que revolucionarán tus platos y recuerda que, si es posible, mejor que compres las de mejor calidad a granel. Más de uno que dice que no le gustan las especias, se sorprende cuando prueba estas últimas, nada que ver con las de los frasquitos del supermercado.
Especias frescas o secas

De manera general, puedes usar las especias frescas o secas, así que siempre es posible sustituir una por otra, solo tienes que tener en cuenta que variarán las cantidades. Esto es así porque las secas cuentan con mayor concentración de sabor, por lo que has de usar menos cantidad que si las usas frescas.
Aunque si de hierbas aromáticas se refiere, como la albahaca o el perejil, mejor que las utilices siempre frescas, la diferencia es abismal en la mayoría de los platos.
Pimienta en grano




Si quieres un truco para que la pimienta de un sabor perfecto a tus platos, cómprala en grano y úsala siempre recién molida. Tal y como sucede con el café, el sabor y el aroma resultan más intensos de esta forma, y aprovecharás mejor sus cualidades, por lo que lo mejor es moler los granos justo antes de usarlos. Ten siempre a mano el práctico molinillo y notarás la diferencia.
Pimentón de la Vera
El pimentón de la Vera contribuirá a que le des un sabor inigualable a tus platos de cuchara, como la fabada, los cocidos o las lentejas. Solo tendrás que añadir un par de cucharadas colmadas de pimentón cuando añadas el agua. Si lo haces en este momento, el pimentón se cocinará sin problema y aprovecharás al máximo su sabor, que se impregnará en todos los alimentos.
Pimienta verde, negra o blanca




La variedad de color de las pimientas depende del momento de la cosecha. Tal vez la pimienta verde es la menos conocida y, sin embargo, al ser la que tiene un sabor más suave, resulta perfecta para aquellos platos más delicados y con poca grasa, como pescados cocidos. También resulta perfecta para sustituir la blanca o la negra si estas resultan muy fuertes a tu paladar.
La pimienta negra es ideal para casi todos los paladares y la más versátil para cocinar, puesto que tiene una intensidad intermedia entre la verde y la blanca.
Ten en cuenta que la pimienta blanca es la más fuerte de todos los tipos y si no calculas muy bien la cantidad a utilizar es posible que termines arruinando tu plato.
Jengibre




El jengibre en polvo o rallado te permite darle un plus de sabor a los arroces y salteados, aunque debes utilizar solo una pizca mientras no te acostumbres a cocinar con él, puesto que tiene un sabor entre cítrico y picante que puede resultar muy fuerte y ocultar los otros sabores si te pasas con la cantidad.
También puedes usarlo para aromatizar las salsas y resulta especialmente recomendable para realzar el sabor de las carnes blancas, que es menos intenso que el de las rojas, así como para aromatizar recetas de salmón o gambas.
Cúrcuma




La cúrcuma es una de esas especias excepcionales que, cuando te acostumbres a echar en tus platos, no puedes prescindir de ella. En Asia la conocen como el azafrán de Oriente, aunque sus cualidades son otras. Lo más frecuente es encontrarla en polvo y si añades una cucharadita a tus sopas, te sorprenderá el resultado. No solo podrás aprovechar sus propiedades saludables, sino que verás que le da un bonito color y un sabor más intenso. También da otro nivel a los guisos y a los estofados. Puede combinarse sin problema con la pimienta negra. Además, al hacerlo, facilitarás que sea absorbida mejor por el organismo.
Clavo




Si hay una especia con la que hay que ser especialmente cuidadoso en las cantidades a utilizar es el clavo. Y es que si te pasas echando clavos a un guiso de carne, puedes arruinarlo del todo, puesto que su sabor es tan fuerte que enmascarará a todos los demás. De manera general, para un guiso para unas 6 personas, recuerda que deberías usar 3 o 4 clavos, nunca más de 6. Además, si eliges realzar el sabor con clavo, lo mejor es que evites usar pimienta o nuez moscada. La combinación es tan fuerte que elimina los demás sabores y matices.