La mayoría de nosotros necesita adecuarse a un presupuesto para comprar y tener la despensa, el frigorífico y el congelador con los productos básicos e imprescindibles para nuestra alimentación y la de la familia, así como el cuidado de nuestro hogar.
Para hacerlo un poco más sencillo, vamos a compartir con vosotros unos cuantos trucos fáciles para ahorrar en la cesta de la compra y sacarle todo el partido a vuestras visitas al supermercado y a la tienda de vuestro barrio.
Prepara la lista de la compra

Sí, cierto es que a menudo nos da pereza preparar la lista de la compra, pero si quieres ahorrar cuando vayas al supermercado, este es uno de los principales consejos que debes seguir.
Anota lo que necesitas, tanto en el clásico papel que puedes tener con un imán en la nevera e ir apuntando lo que hace falta, como en tus notas en el teléfono móvil. Revista antes de salir la despensa, el frigorífico y los productos de aseo y limpieza, y ten en cuenta lo que ya tienes para adecuar tu menú semanal sin desaprovechar ningún producto, ni correr el riesgo de que caduque.
Limita el dinero a gastar




Ya sabes lo que tienes que comprar, lo que resulta imprescindible y lo que no, así que debes establecer un presupuesto si no quieres derrochar. Márcate un máximo de dinero a gastar, ya sea tu compra semanal o diaria, y procura no salir de ahí. Una cosa es comprar un artículo imprescindible que no recordaste incluir en tu lista de la compra y otra muy distinta verse seducido por las promociones de las estanterías de productos que, por más baratos que te parezcan, realmente no necesitas.
Además, si quieres ahorrar y cuidar de paso el medio ambiente, recuerda llevar una bolsa o el carrito de la compra cuando vayas al súper. En caso de comprarla, lo mejor es que la reutilices, o bien para volver otro día o bien como bolsa de basura, lo que también te permitirá ahorrar en estas.
Selecciona productos de temporada




Ten en cuenta que los productos de temporada son siempre más económicos y están en su mejor momento para ser consumidos. Esto se ve con mucha claridad, por ejemplo, en las frutas, que si las compras antes de estar en temporada pueden triplicar su precio fácilmente. De igual modo, las mejores épocas varían para comprar determinadas carnes y pescados. Fíjate bien cuándo adquieres cada uno de ellos, ya que los más baratos son los que están en temporada.
Compra a granel




Seguramente de este detalle ya te habrás dado cuenta: comprar los productos ya embolsados o en bandeja sale más caro que adquirirlos a granel. Lo mejor es comprar a granel, y hacer cola si hace falta, en la charcutería, pescadería, carnicería y frutería. La ventaja es doble, pues los precios son más bajos y, además, puedes adquirir solo la cantidad que necesitas.
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Si compras productos en bandeja, como carnes, o embolsados, como tomates o manzanas, corres el riesgo de comprar más de lo necesario, por lo que, al final, acabarán en la basura caducados. Esto se nota especialmente en los productos frescos y perecederos, que pueden estropearse antes de que te de tiempo a consumirlos, sobre todo, si en casa sois una o dos personas.
Fíjate a cuánto está el kilo




Este es otro de esos trucos muy lógicos que hay gente que pasa por alto. Es necesario fijarse a cuánto está el kilo o el litro de lo que compramos. En los supermercados suelen indicar el precio por kilo o por litro en una esquina de ese gran recuadro donde se destaca en el centro el precio del producto y, junto a él, su código de barras.
No siempre el que parece más barato lo es realmente. Por ejemplo, es habitual encontrarse artículos a 0,99 euros y al observar el precio por kilo ver que se establece en 7,50 € y el mismo producto de otra marca a su lado valer 1,20 euros y el precio por kilo fijarse a 6,40 euros. El de mejor precio será el que a primera vista te ha parecido más caro.
Elige bien el día de la semana




Otro truco que puedes seguir, sobre todo si eres habitual de los mismos establecimientos a la hora de hacer tus compras, es controlar cuándo cambian sus ofertas. Lo suelen hacer un día a la semana, generalmente, los miércoles, en función de cuando vuelven a renovar sus promociones y folletos. Aprovecha esos días.
Además, suelen poner a precios muy bajos aquellos productos a los que les falta poco tiempo para caducar y que deben ser consumidos cuanto antes. Pueden encontrarse con facilidad ofertas de este tipo al 30 y al 50 por ciento. Adquiere la cantidad que vayas a consumir dentro de esa franja temporal, porque por muy barato que esté puedes correr el riesgo de adquirirlo, no poder comerlo a tiempo y que acabe en la basura caducado.
No vayas ni con niños ni con hambre




Puede parecer un consejo radical, pero este truco funciona más de lo que crees. Ir con niños no es lo más aconsejable para hacer la compra. Se dejarán seducir por determinados productos y artículos atractivos que, además de caros, son poco saludables, y en la mayoría de los casos insistirán para que les compres ese paquete de patatas fritas, aquella tableta de chocolate con leche o refrescos.
Por otro lado, tampoco deberías hacer la compra cuando tienes hambre. Inconscientemente, empezarás a llenar el carro como si no hubiera mañana. Si puedes escoger el horario, lo mejor es después de desayunar o después de comer. Aunque puede ser complicado seguir este consejo por tu horario laboral, tenlo en cuenta si haces la compra mensual o semanal durante el fin de semana.
Revisa la compra




Revisar el tique de compra es un truco que te salvará de muchos errores de caja y los programas informáticos, además de algún que otro cajero despistado que puede no tener su mejor día. Así que, si es posible, mira el precio de los productos cuando se reflejan en la pantalla de la caja registradora, y fíjate sobre todo en aquellas cosas que hayas cogido de superoferta, y que a lo mejor no tienen actualizadas, por lo que pueden cobrarte con un precio normal. Otras veces te dirán que los descuentos se efecturán en el tique al final de la compra, tal y como sucede en promociones del tipo 2×1 o 3×2.
Sea como fuere, cuando te entreguen el tique revísalo un par de minutos para comprobar que está todo correcto, no te han cobrado nada dos veces y se han aplicado los descuentos oportunos. Siempre y cuando estés dentro del establecimiento y acabes de hacer la compra hace poco tiempo, el error se subsanará sin ningún tipo de problema en la mayoría de los casos.