Consejos de Ciberseguridad

Los tipos de virus informáticos más comunes y cómo protegerte 🛡

Los virus informáticos han evolucionado con rapidez, afectando tanto a usuarios particulares como a empresas. En este artículo, analizamos los tipos de malware más comunes y cómo protegernos de estas amenazas que ponen en riesgo nuestra privacidad y seguridad online.

Los virus informáticos representan una de las principales amenazas para la seguridad de nuestros dispositivos y datos. Cada año, nos enfrentamos a una nueva ola de malware que no solo busca infiltrarse en nuestros sistemas, sino también comprometer nuestra información personal y empresarial. Estos programas maliciosos, conocidos como virus informáticos, pueden adoptar muchas formas, desde simples molestias hasta herramientas sofisticadas capaces de causar estragos a nivel mundial.

Una estadística alarmante es que, según estudios recientes, cada día se detectan más de 350.000 nuevas amenazas de malware a nivel global. Esto demuestra no solo la magnitud del problema, sino también la velocidad a la que evoluciona este tipo de software malicioso. Dentro de este vasto mundo de peligros, encontramos diferentes tipos de virus informáticos, cada uno diseñado para atacar de una manera específica.

Exploramos las amenazas más comunes, cómo actúan y qué podemos hacer para protegernos de ellas. Desde los clásicos virus tradicionales hasta las amenazas más recientes, como el ransomware y el cryptojacking, es vital estar preparados y adoptar medidas preventivas para evitar que nuestras redes y dispositivos se vean comprometidos. Al comprender el funcionamiento de estos ataques y tomar las precauciones necesarias, podemos reducir significativamente el riesgo de convertirnos en víctimas de estas amenazas.

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Fuente: Pixabay

Todo lo que debes saber para protegerte del malware

Lo esencial del malware informático

El malware, término que proviene de la combinación de las palabras “malicious” y “software”, engloba todo tipo de software malicioso diseñado para infiltrarse, dañar o aprovecharse de sistemas informáticos sin el conocimiento del usuario. A lo largo de los años, hemos comprobado que la evolución de este tipo de amenazas no se ha detenido, sino que, al contrario, ha ganado en complejidad y en capacidad destructiva.

Dentro del malware, se incluyen múltiples variantes, como virus, troyanos, gusanos y ransomware, por citar algunos. Cada uno tiene su propio mecanismo de acción, pero comparten el mismo objetivo: comprometer la integridad de nuestros datos y sistemas. Por ejemplo, según los últimos informes, el ransomware ha crecido un 40% en los últimos años, afectando tanto a empresas como a usuarios particulares, lo que evidencia el avance imparable de estas amenazas.

El malware no solo ataca dispositivos individuales, sino que, en muchas ocasiones, aprovecha vulnerabilidades en redes enteras, lo que incrementa su capacidad de propagación. Además, hemos visto cómo los atacantes emplean estrategias cada vez más sofisticadas, como el cryptojacking, donde nuestros recursos informáticos son explotados para la minería de criptomonedas sin nuestro consentimiento.

¿Qué es un virus informático?

Un virus informático es una de las categorías de malware más antiguas y conocidas, cuyo principal objetivo es alterar el funcionamiento normal de un dispositivo al infectar archivos o programas. A diferencia de otras amenazas, como los gusanos, el virus requiere la intervención del usuario para activarse, ya sea abriendo un archivo infectado o instalando un programa sin saber que contiene el código malicioso.

Lo más característico de los virus informáticos es su capacidad para replicarse y propagarse a otros sistemas o archivos una vez activados. Aunque con el tiempo otras formas de malware han ganado protagonismo, como los ransomware o los troyanos, hemos comprobado que los virus siguen representando un riesgo considerable. Según un estudio reciente, cerca del 15% de las infecciones globales aún se atribuyen a virus malware, lo que indica que su impacto no ha desaparecido del todo.

Un ejemplo típico es cuando un virus llega a través de un correo electrónico con un archivo adjunto infectado. Al abrir el archivo, el virus se activa y comienza a replicarse, extendiéndose a otros documentos o programas, comprometiendo así la seguridad del sistema.

Cuáles son los virus informáticos más comunes

Clasificación de los virus informáticos más comunes

A lo largo de los años, los virus informáticos han evolucionado hasta convertirse en herramientas cada vez más sofisticadas, adaptándose a las nuevas tecnologías y aprovechando vulnerabilidades en redes y dispositivos. En esta sección, vamos a analizar las categorías de malware más comunes y cómo afectan a los sistemas. Hemos observado que, aunque algunos virus han sido desplazados por amenazas más modernas, siguen representando un riesgo considerable. 

Otros tipos de malware, más recientes, han ganado protagonismo debido a su capacidad de causar daños más profundos y complejos. Vamos a hacer un análisis detallado de los tipos de virus más populares, sus características y las medidas de protección que podemos tomar para minimizar su impacto.

Virus tradicionales: La amenaza clásica 🦠️

Los virus tradicionales fueron de los primeros tipos de malware que surgieron, y su forma de actuar ha sido la base de muchas amenazas informáticas posteriores. Estos virus requieren que el usuario realice alguna acción para activarse, como abrir un archivo infectado o ejecutar un programa comprometido. Una vez dentro del sistema, el virus se replica y se propaga, dañando archivos y, en algunos casos, todo el sistema operativo.

Uno de los puntos fuertes de estos virus es su capacidad para replicarse de forma silenciosa, lo que permite que pasen desapercibidos durante mucho tiempo. Sin embargo, hemos comprobado que su capacidad de propagación ha disminuido con el tiempo debido a la mejora en las soluciones de seguridad. A pesar de ello, siguen siendo una amenaza, especialmente cuando se ocultan en archivos aparentemente inofensivos, como documentos de Word o correos electrónicos.

Un ejemplo clásico es el virus Melissa, que causó estragos en 1999, infectando rápidamente miles de ordenadores a través de correos electrónicos. Aunque los virus tradicionales han perdido protagonismo frente a otras amenazas más sofisticadas, siguen representando un peligro si no se toman las precauciones adecuadas.

Gusanos: La extensión sin control 🪱

A diferencia de los virus tradicionales, los gusanos no requieren la intervención del usuario para propagarse. Son capaces de replicarse y expandirse por redes enteras de forma autónoma, lo que los convierte en una amenaza extremadamente peligrosa. Un gusano puede infectar miles de dispositivos en cuestión de minutos, causando interrupciones masivas en redes empresariales y personales.

El mayor problema con los gusanos es su velocidad de propagación y su capacidad para causar congestión en redes, lo que puede llevar a ralentizaciones significativas o incluso al colapso de sistemas enteros. Además, muchos gusanos están diseñados para crear “puertas traseras” que los hackers pueden utilizar para acceder a los sistemas infectados.

Un ejemplo que podemos citar es el gusano WannaCry, que en 2017 afectó a cientos de miles de ordenadores en todo el mundo. Este malware aprovechaba una vulnerabilidad en los sistemas Windows y se propagaba sin control, bloqueando los archivos del usuario hasta que se pagara un rescate. Aunque las actualizaciones de software han mejorado la defensa contra los gusanos, siguen siendo una amenaza latente, especialmente en redes que no están adecuadamente protegidas.

Troyanos: El engaño escondido 🐎

Los troyanos se presentan como programas legítimos, pero contienen un código malicioso oculto que se activa una vez que el usuario los instale en su sistema. Este tipo de malware toma su nombre del famoso Caballo de Troya de la mitología griega, ya que se introduce en el sistema bajo una apariencia inofensiva, pero oculta una amenaza interna.

Uno de los principales peligros de los troyanos es su capacidad para robar información sensible, como contraseñas, datos bancarios o archivos personales. Hemos comprobado que son utilizados frecuentemente para abrir backdoors o puertas traseras, permitiendo a los atacantes controlar remotamente el dispositivo infectado sin que el usuario lo sepa.

Un ejemplo común es el troyano Zeus, que se utilizó ampliamente para robar información bancaria en la década de 2000. Aunque los antivirus modernos son capaces de detectar muchos troyanos, su capacidad para disfrazarse como software legítimo sigue siendo un desafío, especialmente para usuarios menos experimentados.

Ransomware: El secuestro digital 💰

El ransomware ha ganado una notoriedad especial en los últimos años debido a su capacidad para bloquear el acceso a archivos o sistemas completos hasta que se pague un rescate. Esta forma de malware encripta los archivos del usuario, exigiendo el pago de una suma de dinero, generalmente en criptomonedas, a cambio de la clave de desencriptación.

Una de las características más aterradoras del ransomware es su capacidad para paralizar empresas enteras en cuestión de horas. Hemos observado un aumento significativo en los ataques de ransomware dirigidos a hospitales, gobiernos y grandes corporaciones, lo que pone de manifiesto la gravedad de este tipo de ataque.

El ya mencionado ataque de WannaCry es un ejemplo claro de los daños que puede causar el ransomware. Aunque existen herramientas de descifrado para algunas variantes, la mejor defensa sigue siendo la prevención a través de copias de seguridad regulares y soluciones de seguridad avanzadas.

Spyware: La vigilancia oculta 🕵

El spyware es un tipo de malware diseñado para espiar al usuario sin su conocimiento. Su función principal es recopilar información personal, como hábitos de navegación, datos de inicio de sesión o incluso datos bancarios, y transmitirla a terceros sin el consentimiento del usuario.

Hemos comprobado que el spyware es particularmente peligroso porque a menudo se instala sin que el usuario lo note, ya sea a través de descargas de software gratuito o de sitios web comprometidos. Uno de los puntos fuertes del spyware es su capacidad para permanecer oculto durante largos periodos de tiempo, recopilando datos sin levantar sospechas.

El spyware también puede ralentizar el rendimiento del dispositivo afectado, ya que consume recursos mientras monitorea las actividades del usuario. Aunque algunos navegadores modernos y soluciones de seguridad ofrecen protección contra el spyware, sigue siendo una de las amenazas más insidiosas en el panorama actual.

Adware: La publicidad invasiva 💻

El adware es un tipo de malware que, aunque no siempre es malicioso en el sentido tradicional, resulta extremadamente molesto para los usuarios. Este tipo de software muestra anuncios no deseados en el dispositivo infectado, ya sea en el navegador o en aplicaciones, interrumpiendo la experiencia del usuario.

El adware se suele instalar junto con otros programas gratuitos, y hemos observado que, en muchos casos, resulta difícil de eliminar una vez que se ha instalado. Aunque el adware no suele causar daños directos al sistema, su presencia puede comprometer la privacidad del usuario al recopilar información sobre sus hábitos de navegación y utilizarla para mostrar anuncios personalizados.

A pesar de su naturaleza más “benigna”, el adware sigue siendo una molestia considerable, y en algunos casos puede ralentizar el dispositivo o incluso abrir la puerta a otras amenazas más serias.

Phishing: El fraude virtual 🗃

El phishing no es estrictamente un virus, pero es una de las tácticas más utilizadas para distribuir malware. Consiste en engañar al usuario para que proporcione información confidencial, como contraseñas o números de tarjetas de crédito, haciéndose pasar por una entidad de confianza a través de correos electrónicos, mensajes de texto o sitios web falsificados.

Hemos comprobado que los ataques de phishing se han vuelto cada vez más sofisticados, haciendo que sea más difícil para los usuarios detectar las señales de advertencia. Los atacantes suelen usar técnicas de ingeniería social para ganarse la confianza de la víctima antes de robar sus datos.

El phishing es particularmente peligroso porque puede dar lugar a infecciones de malware adicionales, como troyanos o ransomware, una vez que el usuario ha sido engañado para descargar un archivo o visitar un sitio web comprometido.

Botnets: Las redes de dispositivos zombies 🧟

Las botnets son redes de dispositivos infectados, conocidos como “bots” o “zombies”, que están controlados por un atacante. Estos dispositivos pueden ser ordenadores, servidores o incluso dispositivos IoT (Internet de las Cosas), y una vez que están comprometidos, pueden ser utilizados para realizar ataques a gran escala sin el conocimiento de sus dueños.

Hemos observado que uno de los usos más comunes de las botnets es realizar ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS), donde miles de dispositivos infectados envían solicitudes masivas a un servidor con el objetivo de colapsarlo. Las botnets también se utilizan para enviar correos electrónicos de spam o distribuir malware a otros sistemas.

Una de las mayores preocupaciones de las botnets es que pueden afectar a usuarios y organizaciones de todo el mundo simultáneamente. Un ejemplo famoso fue el ataque de la botnet Mirai en 2016, que comprometió millones de dispositivos IoT, como cámaras de seguridad, y lanzó un ataque DDoS que afectó a servicios en línea importantes.

Rootkits: El camuflaje perfecto 🥷

Los rootkits son una forma de malware especialmente peligrosa porque están diseñados para ocultar su presencia en el sistema. Una vez instalados, permiten al atacante obtener control total sobre el dispositivo, sin que el usuario o el software de seguridad lo detecte fácilmente.

Hemos comprobado que uno de los puntos más fuertes de los rootkits es su capacidad para evadir la detección, lo que los convierte en una amenaza persistente y difícil de eliminar. Los atacantes pueden usar rootkits para desactivar funciones de seguridad, robar datos o instalar otros tipos de malware, todo sin que el usuario sea consciente.

La detección y eliminación de rootkits suelen requerir herramientas avanzadas de seguridad, y en algunos casos, la única solución puede ser reinstalar completamente el sistema operativo afectado.

Malvertising: La publicidad maliciosa 🤳

El malvertising es una técnica que consiste en distribuir malware a través de anuncios en línea. Aunque los anuncios pueden parecer legítimos, están diseñados para redirigir al usuario a sitios maliciosos o instalar malware directamente en su dispositivo.

Lo preocupante del malvertising es que puede aparecer en sitios web confiables, ya que los atacantes utilizan redes publicitarias para insertar sus anuncios. Hemos visto cómo este tipo de ataques afecta a usuarios desprevenidos que simplemente están navegando por internet.

Una de las mayores desventajas del malvertising es la dificultad para prevenirlo, puesto que los usuarios no siempre tienen control sobre los anuncios que ven. Las soluciones de seguridad modernas han comenzado a incluir filtros para bloquear este tipo de contenido, pero la amenaza sigue siendo considerable.

Exploits: Vulnerabilidades explotadas 🖥

Los exploits no son exactamente malware en sí mismos, sino más bien métodos que los atacantes utilizan para aprovecharse de vulnerabilidades en el software o hardware de un sistema. Un exploit puede permitir que se instale malware, que se obtenga acceso no autorizado o que se cause una interrupción en el sistema.

Uno de los ejemplos más conocidos de exploits es el uso de vulnerabilidades en sistemas operativos desactualizados. Un exploit bien diseñado puede permitir que un atacante acceda al sistema sin necesidad de interactuar directamente con el usuario. Hemos observado que la actualización regular del software es la mejor defensa contra los exploits, ya que muchas veces estos ataques aprovechan fallos conocidos que ya han sido corregidos en versiones posteriores.

El ataque de EternalBlue, que explotó una vulnerabilidad en Windows para propagar ransomware como WannaCry, es un ejemplo claro de los daños que puede causar un exploit. Aunque los exploits no son tan visibles como otros tipos de malware, su impacto puede ser devastador si no se abordan a tiempo.

Keyloggers: El robo de pulsaciones ⌨️

Los keyloggers son un tipo de malware diseñado para registrar cada pulsación de tecla realizada en un dispositivo. Esto significa que los atacantes pueden obtener información extremadamente sensible, como contraseñas, números de tarjetas de crédito o mensajes privados, sin que el usuario lo note.

Hemos comprobado que los keyloggers son utilizados comúnmente en ataques dirigidos, donde el objetivo es obtener acceso a cuentas específicas o información valiosa. Aunque existen keyloggers hardware, la mayoría son software malicioso que se instala sin el conocimiento del usuario.

Una de las principales debilidades de los keyloggers es que pueden ser detectados por soluciones de seguridad avanzadas que monitorean el comportamiento del sistema. Sin embargo, si no se detectan, pueden causar un daño significativo, comprometiendo la privacidad y la seguridad del usuario.

Malware sin archivo: El ataque fantasma 👻

El malware sin archivo es una forma relativamente nueva de amenaza que no se almacena en el disco duro del sistema, sino que reside en la memoria RAM. Esto hace que sea extremadamente difícil de detectar y eliminar, ya que muchos programas antivirus tradicionales están diseñados para analizar los archivos del sistema, no la memoria.

Este tipo de malware se activa cuando el sistema está en uso, pero desaparece una vez que se reinicia el dispositivo, lo que dificulta su rastreo. Hemos visto que el malware sin archivo se utiliza a menudo en ataques dirigidos, donde los atacantes buscan pasar desapercibidos durante el mayor tiempo posible.

Aunque el malware sin archivo es difícil de detectar, algunas soluciones de seguridad avanzadas están comenzando a desarrollar métodos para identificar patrones de comportamiento anormales que podrían indicar su presencia. Sin embargo, sigue siendo una de las formas de ataque más complejas y peligrosas en la actualidad.

Cryptojacking: La minería oculta 🪙

El cryptojacking es una forma de malware diseñada para utilizar los recursos de un dispositivo infectado para minar criptomonedas sin el conocimiento del usuario. Esto significa que el dispositivo afectado se vuelve más lento y consume más energía, ya que está realizando un trabajo intensivo sin el consentimiento del propietario.

Hemos comprobado que el cryptojacking es una amenaza particularmente insidiosa porque no suele causar daños directos al sistema ni robar información personal. Sin embargo, puede afectar gravemente al rendimiento del dispositivo y acortar su vida útil debido al estrés constante al que se somete el hardware.

El cryptojacking se ha vuelto más común con el auge de las criptomonedas, y los atacantes están aprovechando cada vez más esta técnica para obtener beneficios económicos sin asumir los costos de la minería tradicional. Las soluciones de seguridad modernas pueden detectar y bloquear el cryptojacking, pero es importante que los usuarios sean conscientes de esta amenaza para evitarla.

Rogue Security Software: La falsa protección 🚨

El Rogue Security Software es una forma de malware que se hace pasar por un programa de seguridad legítimo. Estos programas engañan al usuario haciéndole creer que su dispositivo está infectado con virus y le instan a comprar una “solución” que en realidad no es más que una estafa.

Hemos comprobado que este tipo de software es especialmente peligroso porque se aprovecha del miedo del usuario a las infecciones de malware. Una vez instalado, no solo no protege el dispositivo, sino que puede introducir más malware en el sistema o robar información personal.

El Rogue Security Software puede ser difícil de distinguir de los programas legítimos de seguridad, especialmente para los usuarios menos experimentados. Por ello, es fundamental descargar software de seguridad únicamente de fuentes confiables y verificar la autenticidad de cualquier programa antes de instalarlo.

Backdoors: Las puertas traseras 🚪

Una backdoor es una puerta trasera que permite al atacante acceder a un sistema sin que el usuario lo sepa. Estas puertas traseras pueden ser instaladas a través de otros tipos de malware, como troyanos o gusanos, o incluso estar presentes de forma inadvertida en algunos programas.

Lo preocupante de las backdoors es que permiten al atacante acceder al sistema a voluntad, sin ser detectado. Hemos comprobado que este tipo de acceso se utiliza a menudo para robar datos sensibles o instalar otros tipos de malware.

Eliminar una backdoor puede ser complicado, ya que muchas veces están diseñadas para permanecer ocultas incluso después de eliminar el malware original. Por ello, es crucial contar con soluciones de seguridad capaces de detectar comportamientos anómalos en el sistema.

Cloud Malware: Amenazas en la nube ☁️

El Cloud Malware es una forma de malware que afecta a los sistemas y servicios basados en la nube. A medida que más empresas y usuarios migran sus datos a la nube, los atacantes han comenzado a dirigir sus esfuerzos hacia estas plataformas, sabiendo que pueden tener acceso a grandes cantidades de información valiosa.

Hemos comprobado que uno de los principales problemas con el Cloud Malware es que puede propagarse rápidamente entre diferentes servicios en la nube, comprometiendo varios sistemas a la vez. Además, los usuarios suelen confiar en que los proveedores de la nube gestionen la seguridad, lo que a veces crea una falsa sensación de seguridad.

Para protegerse del Cloud Malware, es fundamental implementar políticas de seguridad estrictas y asegurarse de que tanto el proveedor como el usuario final tomen las medidas necesarias para proteger los datos almacenados en la nube.

¿Qué puedo hacer frente al malware?

Medidas para prevenir y protegerse del malware

En la lucha constante contra el malware, es fundamental adoptar una serie de medidas preventivas y de protección para salvaguardar nuestros dispositivos y datos personales. En nuestras investigaciones, hemos comprobado que una combinación de prácticas y herramientas adecuadas puede hacer una gran diferencia en la protección frente a amenazas digitales. A continuación, desglosamos las estrategias más efectivas para mantener a raya el malware:

Mantén tu software actualizado ✅

Mantener el software actualizado es una de las medidas más esenciales para protegerse contra el malware. Hemos descubierto que muchas vulnerabilidades de seguridad que los atacantes explotan están relacionadas con versiones obsoletas de software. Cada actualización, ya sea del sistema operativo o de las aplicaciones, incluye parches de seguridad que corrigen fallos que podrían ser aprovechados por los cibercriminales.

Además de las actualizaciones automáticas, es importante revisar manualmente los programas y sistemas que usamos con regularidad. Esta práctica no solo asegura que estemos protegidos contra amenazas conocidas, sino que también mejora el rendimiento y la estabilidad del software. Implementar una política de actualizaciones periódicas es una de las formas más efectivas de proteger nuestros dispositivos y datos personales.

Utiliza soluciones de seguridad avanzadas 🔒

Las soluciones de seguridad avanzadas son fundamentales para una protección integral contra el malware. Hemos comprobado que las herramientas de seguridad modernas no solo ofrecen protección básica contra virus, sino que también detectan y neutralizan amenazas emergentes y ataques sofisticados.

Estas soluciones suelen incluir características como análisis en tiempo real, protección contra ransomware y funcionalidades adicionales como cortafuegos y protección contra phishing. A menudo, el software de seguridad avanzado utiliza inteligencia artificial y aprendizaje automático para identificar patrones sospechosos y comportamientos inusuales que podrían indicar una infección o un ataque en curso. Elegir un producto de seguridad que ofrezca estas capacidades puede marcar una gran diferencia en nuestra protección.

Practica hábitos de navegación seguros 🧑‍💻

La forma en que navegamos por la web tiene un impacto significativo en nuestra exposición al malware. Hemos observado que muchas infecciones de malware se originan a partir de prácticas de navegación inseguras, como hacer clic en enlaces sospechosos o descargar archivos de fuentes no confiables. Para minimizar el riesgo, es crucial seguir ciertos hábitos de navegación seguros.

Siempre debemos evitar hacer clic en enlaces de correos electrónicos desconocidos o sospechosos y descargar archivos únicamente de sitios web que sean de confianza. También es recomendable utilizar extensiones de navegador que bloqueen anuncios y scripts maliciosos. La educación sobre los riesgos de phishing y las técnicas de ingeniería social también juega un papel importante en la prevención de infecciones de malware.

Realiza copias de seguridad periódicas 📆

Realizar copias de seguridad periódicas es una estrategia crucial para proteger nuestros datos frente a pérdidas causadas por malware, como el ransomware. Hemos descubierto que tener una copia de seguridad actualizada de nuestros archivos más importantes puede ser una salvaguarda efectiva en caso de una infección que bloquee o encripte nuestros datos.

Las copias de seguridad deben almacenarse en un medio separado del dispositivo principal, como en un disco duro externo o en un servicio de almacenamiento en la nube. Es importante asegurarse de que estas copias se realicen regularmente y que se verifique su integridad para garantizar que los datos sean accesibles cuando más se necesitan

Utiliza antivirus 🛡

El uso de software antivirus es una de las medidas más efectivas para protegerse contra el malware. En nuestras evaluaciones, hemos encontrado que ciertos programas antivirus ofrecen características sobresalientes que los hacen destacar en la protección contra una amplia gama de amenazas. A continuación, describimos algunos de los mejores antivirus disponibles:

1. Surfshark Antivirus: Surfshark Antivirus ofrece una protección de alto nivel contra amenazas en línea. Este software permite la protección de hasta 5 dispositivos simultáneamente y se actualiza periódicamente para mantenerse al día con las amenazas más recientes. Sus características incluyen un escudo robusto contra spyware y malware, así como una función de protección de la cámara web para prevenir accesos no autorizados. Con una base de datos que se actualiza cada 3 horas, Surfshark Antivirus asegura una protección constante y eficaz frente a nuevos virus. La personalización del análisis y la protección antimalware las 24 horas completan su oferta, proporcionando una defensa integral contra las amenazas más actuales.

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2. Kaspersky Antivirus: Kaspersky Antivirus destaca por su protección exhaustiva contra una variedad de amenazas, incluyendo virus, malware, troyanos y ransomware. Su enfoque integral en la seguridad incluye protección en tiempo real contra sitios web y descargas dañinas, así como una función de eliminación de virus que puede reparar sistemas infectados. La protección contra phishing y la optimización del rendimiento del PC son otras características destacables. Kaspersky Antivirus también ofrece un modo “No molestar” para asegurar que el software no interfiera durante actividades intensivas, como juegos o transmisiones en vivo.

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3. Norton 360: Norton 360 proporciona múltiples capas de protección para dispositivos, combinando antivirus con funciones de privacidad en línea. Su característica de Secure VPN garantiza una navegación anónima y segura con cifrado de nivel bancario. Además, incluye un gestor de contraseñas para facilitar la gestión de credenciales y una copia de seguridad en la nube para PC, protegiendo archivos importantes contra pérdida de datos. El monitoreo de la Dark Web y el SafeCam para PC son otras funcionalidades que mejoran la seguridad global, proporcionando una protección robusta y continua frente a diversas amenazas.

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Configura correctamente las redes y sistemas 🌐

Finalmente, una configuración adecuada de redes y sistemas es crucial para protegerse del malware. Hemos comprobado que muchas vulnerabilidades de seguridad se deben a configuraciones incorrectas o inseguras en redes y sistemas. Es esencial asegurarse de que los routers y dispositivos de red estén protegidos con contraseñas fuertes y únicas, y que se utilicen configuraciones de seguridad adecuadas.

También es recomendable desactivar servicios y puertos innecesarios que podrían ser utilizados por los atacantes para infiltrarse en el sistema. Implementar una red privada virtual (VPN) y utilizar redes seguras también contribuye a una protección más efectiva. La revisión y ajuste regular de las configuraciones de seguridad ayuda a mantener nuestras redes y sistemas protegidos frente a nuevas y emergentes amenazas.

Nuestro veredicto final

Conclusión

En nuestro análisis de los tipos de virus informáticos más comunes, hemos comprobado que la variedad y sofisticación de estas amenazas requieren una estrategia de protección multifacética. Desde los tradicionales virus y gusanos hasta las amenazas más modernas como el ransomware y el cryptojacking, cada tipo de malware presenta desafíos únicos que exigen atención y prevención específicas.

Hemos visto que, a pesar de los avances en seguridad, los ataques continúan evolucionando, lo que subraya la importancia de mantenerse informado y adaptarse a nuevas amenazas. La clave para una protección efectiva radica en combinar medidas proactivas, como el mantenimiento regular del software y la adopción de prácticas de navegación seguras, con herramientas avanzadas como los antivirus de última generación.

Al final, nuestra capacidad para protegernos del malware depende tanto de la implementación de tecnologías adecuadas como de la adopción de hábitos responsables en el uso de nuestros dispositivos. Con una combinación sólida de prevención, herramientas adecuadas y una vigilancia constante, podemos mitigar significativamente el riesgo que representan estas amenazas digitales.

Este artículo ha sido escrito y revisado por:
Daniel Reina
Daniel Reina
Experto en ciberseguridad y antivirus de Público Antivirus

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