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Los 25 gigantes del mar

Una nueva investigación establece el tamaño real de las criaturas marinas más espectaculares

Megafauna marina. (Matthew Maxwell/Pablo Alvarez Vinagre/StudioAM) | VER GRÁFICO AMPLIADO

MALEN RUIZ DE ELVIRA

MADRID.- Ballenas, calamares y pulpos gigantes, temidos y fascinantes monstruos marinos objeto durante siglos de tantas leyendas y especulaciones, son ahora animales objeto de difíciles estudios para, entre otras cosas, garantizar su conservación, en muchos casos amenazada, y conocer el impacto de la actividad humana, como el cambio climático, en su desarrollo.

El primer análisis completo de los datos disponibles en la investigación oceanográfica establece la mejor aproximación hasta el momento a su tamaño máximo, desmontando a veces mitos vigentes durante muchos años en el imaginario popular, reflejados incluso en estudios académicos, base de datos de pesquerías, libros de texto y demás. Faltan, sin embargo, todavía, muchas cosas por saber sobre estos gigantes del mar, por lo que no se pueden descartar futuras sorpresas.

Los investigadores se han fijado en 25 gigantes entre sus respectivos grupos y han constatado que en cada especie estudiada se da una gran variabilidad de tamaño, la cual puede influir en la supervivencia de ese animal concreto.

El mayor gigante del mar es la ballena azul, que es además el mayor mamífero de la Tierra

El mayor gigante del mar es la ballena azul, que es además el mayor mamífero de la Tierra. Su longitud máxima resulta ser de 33 metros. Le sigue una ballena dentada, el cachalote, que llega a medir 24 metros.

Sobre el mayor cefalópodo, el calamar gigante, tan desconocido todavía, se ha llegado a decir que puede medir hasta 20 metros. En realidad, las últimas y escasas observaciones, recogidas en este estudio, lo limitan a los 12 metros de longitud total.

Esto se explica porque en los ejemplares recogidos muertos, que eran prácticamente los únicos conocidos durante el siglo XIX y gran parte del XX, se produce una elongación de las fibras musculares durante la descomposición, explica Craig McClain, coordinador de la investigación. Por su parte, el calamar colosal, que es el invertebrado más pesado, mide “solo” 4,2 metros, según los ejemplares disponibles. Algunos autores creen que son en ambos casos, son ejemplares no maduros y que, por tanto podría alcanzar un mayor tamaño.

El temido tiburón blanco mide 7 metros, y le superan otros de su especie, el tiburón ballena y el tiburón peregrino

¿Y el gran tiburón blanco, tan atrayente y temido? Pues su longitud máxima comprobada es de 7 metros, según este estudio. En su familia le superan, con mucho, los dos mayores peces del mundo, el tiburón peregrino (12,27 metros) y el tiburón ballena (18,8 metros). En estos dos últimos casos, la conclusión es que su tamaño es mayor que el que les atribuye la creencia popular.

Estos son algunos de los gigantes del mar más conocidos, pero hay otros que, aunque lo sean menos, son igualmente espectaculares. Esta el pulpo gigante del Pacífico, el mayor octópodo del mundo, cuyo diámetro con los tentáculos extendidos se estima en casi 10 metros, o la almeja gigante, el mayor bivalvo, con 1,4 metros de longitud. Entre los gusanos tubulares, anclados al fondo del mar en algunas de las zonas más desconocidas e interesantes del océano, el gigante llega a medir 3 metros de longitud, con solo 5 centímetros de diámetro. Y la esponja gigante caribeña tiene un diámetro en la base de 2,5 metros. En la medusa más grande, se estima que los tentáculos alcanzan la espectacular cifra de 36,6 metros. Sin embargo, en este caso, los autores explican que no hay apenas datos en la literatura científica y que esa longitud les resulta difícil de creer.

Un centollo con patas de cuatro metros

Entre los cangrejos, el mayor, el centollo gigante japonés , tiene unas patas de casi cuatro metros, mientras que el disco de la manta raya alcanza los 7 metros de envergadura. La foca más grande es la elefante, con 6,85 metros, y le sigue la morsa, con 3,8 metros. La mayor tortuga marina alcanza 2,13 metros de caparazón y el pez remo llega a medir 8 metros.

El largo estudio se publica en la revista PeerJ y se ha coordinado desde el Centro Nacional de Síntesis Evolutiva (NESCent), con financiación de la Fundación Nacional para la Ciencia de Estados Unidos. Ha utilizado métodos novedosos para recoger los datos, como la colaboración de estudiantes voluntarios, que se han servido de Internet y de las redes sociales para recabar datos, encontrar fuentes e informar al público en general.

“Saber si un tiburón pesa 10, 15 o 20 toneladas nos permite conocer cuanta energía utiliza diariamente”.

No se ha tratado únicamente de establecer medidas absolutas, ni mucho menos. También se ha estudiado el peso, todo ello en función del metabolismo y de los recursos alimenticios de que dispone cada especie. “El metabolismo está en función del tamaño porque indica cuánto oxígeno y carbono consume un animal”, explica McCain. “Saber si un tiburón pesa 10, 15 o 20 toneladas nos permite conocer cuanta energía, que podemos representar en forma de bombillas, utiliza diariamente”.

A los seres humanos nos atrae la excepción. “Tendemos a escoger los casos más 'notables' de conjuntos generales, a menudo por razones idiosincráticas que lo único que hacen es distorsionar una investigación científica correcta. Nuestra predilección fuerte y tendenciosa por fijarnos en los extremos (y considerar equivocadamente sus tendencias como representativas de la totalidad), más que documentar el rango total de las variaciones, genera todo tipo de errores graves y persistentes”, escribió el conocido especialista y divulgador Stephen Jay Gould en 1997.

Por eso, “las medidas precisas, correctas y cuantificadas tienen importancia tanto desde un punto de vista pragmático como filosófico”, aseguran los autores de este estudio.

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