Este artículo se publicó hace 14 años.
"Las autoridades se basan en toda la literatura médica"
Roberto Sabrido, presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición
Ander Izagirre
El máximo responsable de que en España no se permita el consumo de ninguna sustancia tóxica, el presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), Roberto Sabrido, no se mueve un ápice del discurso oficial para afirmar que no es posible que el bisfenol A, material con el que se elaboran muchos plásticos, sea dañino para los ciudadanos.
¿Garantiza la AESAN la inocuidad del bisfenol A?
Sí. En este sentido, la AESAN opina lo mismo que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que se basa en informes científicos para afirmar que, incluso en las circunstancias más desfavorables para las poblaciones más sensibles [los bebés], la exposición máxima está un 30% por debajo de la ingesta tolerable, que es 0,05 miligramos por kilo de peso corporal al día.
¿Quita usted entonces valor a los estudios científicos que han demostrado efectos tóxicos de esta sustancia en animales?
No les quito valor, pero las autoridades de seguridad alimentaria no sólo se basan en uno o dos estudios concretos, sino en toda la literatura científica mundial. La seguridad del bisfenol A se ha evaluado en numerosas ocasiones. Se estudió en 2002, en 2006 y en 2008. En todos los casos, se ha declarado como seguro.
¿Qué le parece la decisión de Dinamarca y Canadá de prohibir el bisfenol A en bebés?
No voy a valorar la decisión concreta de Dinamarca, pero le recuerdo que el resto de la Unión Europea, 26 países, lo consideran un producto seguro y autorizado. De la situación de Canadá conozco menos, porque se rige por otras autoridades de seguridad alimentaria.
El pasado 26 de marzo se celebró en Parma (Italia) la primera reunión para la nueva evaluación del bisfenol A. ¿Participó España?
Sí. España tiene un representante en el comité permanente de la EFSA. De hecho, hemos participado activamente en otras evaluaciones e hicimos un estudio para analizar si había migración de bisfenol A de los biberones cuando se calentaban a 30 grados. El resultado fue negativo y pasamos las conclusiones a la EFSA, para que lo incluyera en su evaluación.
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