Modo de vida
La reina manda

La rata topo desnuda vive en la mayor parte del territorio de Somalia, la región central de Etiopía y el norte y el este de Kenia, a una altitud que va desde los 400 hasta los 1.500 metros. Vive en colonias de unos 80 individuos, aunque se han encontrado grupos de casi 300 ejemplares. Sólo una hembra se reproduce, con entre uno y tres machos. En cautividad, una rata topo puede parir hasta 900 crías a lo largo de su vida.

La Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) considera al ratopín rasurado 'bajo preocupación menor'. Las ratas topo desnudas viven en áreas con poca agricultura y un desarrollo mínimo, así que no se suelen ver como una plaga. Sin embargo, la UICN advierte de que la especie se alimenta de cultivos como la mandioca y el boniato, importantes en la región del Cuerno de África. Los expertos advierten de que la expansión de la agricultura en el área de distribución del ratopín podría hacer que campesinos vieran a la especie como una peste. Hasta entonces, la UICN cree que 'no hay amenazas inmediatas' para la rata topo.

La lectura de los 22.561 genes del roedor 'proporcionará oportunidades sin precedentes para explorar algunos de los principales desafíos de la biología y la medicina', según explicó en octubre uno de los padres de su genoma, Xiaodong Fang, del Instituto de Genómica de Pekín. Algunos laboratorios de EEUU, como el de la fisióloga Rochelle Buffenstein en la Universidad de Tennessee, están husmeando en esta avalancha de genes para desvelar los secretos del ratopín rasurado. Buffenstein estudia en la actualidad los cambios relacionados con el envejecimiento en el cerebro, los huesos y el corazón de las ratas topo. Mediante la comparación con los efectos de la vejez en otras especies, esperan iluminar las claves de la extrema longevidad del ratopín.

Las ratas topo son de sangre fría, algo inusual en los mamíferos y común en los reptiles. Su temperatura interior varía y suele igualarse con la de su entorno.

En diciembre, científicos surafricanos anunciaron que el esperma del ratopín también es insólito. Los animales son fértiles, pero su semen sería considerado anormal en otra especie. La cabeza del espermatozoide es irregular y el flagelo, fundamental para moverse por el tracto reproductivo de las hembras, aparece deformado. Los científicos creen, al vivir en una sociedad con una sola hembra que procrea y tres consortes como mucho, la falta de competencia ha terminado debilitando su semen.