Este artículo se publicó hace 14 años.
Creado el primer prión infeccioso sintético
El logro demuestra cómo generar proteínas que causan el mal de las vacas locas
Científicos de EEUU han conseguido reproducir en el laboratorio el sutil cambio en la forma de una proteína que desencadena enfermedades como el mal de las vacas locas y su versión humana.
Los responsables son los priones, unas proteínas presentes en animales y hombres que normalmente son inofensivas, pero que se convierten en un agente letal e infeccioso cuando cambian de forma. Hasta ahora, era un misterio cómo un prión bueno se convierte en uno malo.
El nuevo estudio, que publica hoy Science, adelanta una hipótesis que aún habrá que confirmar. Indica que un prión saludable se transforma en letal cuando entra en contacto con lípidos (grasas), el componente básico de las membranas que recubren las células.
Se trata de compuestos muy peligrosos, pues las encefalopatías que causan en el ganado y humanos son incurables.
Jiyan Ma, el investigador de la Universidad Estatal de Ohio que dirige el estudio, justifica la necesidad de crear estos compuestos: "Si conseguimos entender cómo se forman los priones nocivos, podremos desarrollar un tratamiento contra ellos". Añade que las instalaciones en las que trabajan están "totalmente aisladas" y que "no hay ninguna posibilidad de que el agente infeccioso salga del laboratorio".
Proteínas subversivasLos priones causan la encefalopatía bovina espongiforme que comenzó a detectarse en vacas en 1986 y que después saltó al hombre a bordo de carne infectada. En las personas, los priones provocan el mal de Creutzfeldt-Jakob. Cuando las proteínas nocivas entran en el organismo, transforman a las sanas y las vuelven agresivas. Dejan el cerebro lleno de agujeros microscópicos y deterioran sus funciones cognitivas y motoras, provocando la muerte en unos doce meses.
Dado su carácter infeccioso, algunos expertos dudaban de que estas proteínas fueran las causantes de la enfermedad.
Ma, que ha colaborado con investigadores chinos, confirma ahora que los priones son los únicos responsables del mal. Tras producir priones sanos, el equipo de Ma consiguió cambiar su forma añadiéndoles lípidos y cargas eléctricas negativas. Una vez inyectados en ratones, desencadenaron la enfermedad. "Ahora queremos entender este proceso y destruir la capacidad infecciosa de los priones", concluye el investigador.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.