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"Decir 'nuclear, no' es lo mismo que decir 'petróleo, sí'"

El catedrático de la Universidad de Sevilla presenta el libro 'Nucleares, ¿por qué no?', en el que rechaza la identificación entre energía atómica y derecha política

MANUEL ANSEDE

Hace más de 20 años, la mujer de Manuel Lozano Leyva (Sevilla, 1949), forrada de pegatinas con el lema Atomkraft? Nein danke! (¿Energía atómica? ¡No gracias!), se encadenaba a los raíles por los que iban a pasar convoyes con residuos nucleares. Ahora, explica, es una ecologista pronuclear. Es un ejemplo, a su juicio, de que se puede, y quizá se debe, ser progresista y estar a favor de la energía atómica. El propio Lozano, catedrático de Física Atómica, Molecular y Nuclear en la Universidad de Sevilla, proviene de lo que él denomina 'el paleocomunismo nuclear'. Militó en la década de 1970 en el Partido Comunista, luchó en la clandestinidad contra Franco y, asegura, es 'tan de izquierdas como siempre'. Ahora, en pleno debate sobre el cierre de la central burgalesa de Santa María de Garoña, el columnista de Público presenta el libro Nucleares, ¿por qué no? (editorial Debate) para que las opiniones se basen 'en la información y el conocimiento y no en los prejuicios e intereses de unos y otros'.

Nucleares, ¿por qué no? ¿Por qué no privarse o por qué no las queremos?

El título es ambiguo a propósito. El libro busca dar información para que cada uno responda esa pregunta como quiera, pero a partir de una información, y no como resultado de una campaña de 25 años de eslóganes a la cual los científicos tenemos la responsabilidad de no haber respondido.

¿Por qué hablan ahora?

Ahora salimos a la palestra porque hay dos elementos nuevos: las pruebas cada vez más evidentes del cambio climático y la constatación de hasta qué punto está empeñada la soberanía del país, y de Europa en general, con la energía. En los últimos años, hemos estado sometidos a un chantaje por parte de Rusia y a los vaivenes de los precios del petróleo. El dilema no es 'nucleares o renovables'. Eso no es verdad. Yo estoy a favor de las renovables, pero los días siguen teniendos sus noches y el viento sopla cuando puede. Por lo tanto, estas energías tienen que estar respaldadas. O por el carbón, el gas y el petróleo, o por las nucleares. Esto es lo que hay que decidir. Mi opción para el futuro, y creo que es lo progresista, es renovables respaldadas por nucleares. Y, a ser posible, nada de petróleo, nada de gas y nada de carbón.

¿Por qué ser antinuclear parece propio de la izquierda y pronuclear, de la derecha?

La identificación de las nucleares con la derecha ocurre en este país y en pocos más. En Francia, la energía nuclear se ve como el transporte aéreo. ¿Los aviones son de derechas o de izquierdas? La energía nuclear es la única industria que está controlada por el Parlamento. Con esa supervisión estatal y democrática, no veo el carácter derechista de las nucleares por ninguna parte. Algunos dicen que son una herencia de Franco, pero es mentira. La mayoría son un producto de la Transición. En cambio, Franco hizo un gran porcentaje de las renovables: las hidroeléctricas.

Entonces, ¿por qué en España existe esta identificación?

Creo que hay algunos grupos ecologistas que están erróneamente identificados con la izquierda.

Dice en su libro que criticar la energía nuclear es apoyar, sin ambages, al petróleo.

Sin ambages. Nuclear, no significa petróleo, sí. Los antinucleares están diciendo: queremos petróleo, carbón y gas. Si no, deben manifestar a qué están dispuestos a renunciar. Alemania tiene 10 millones de m2 de paneles solares y heliostatos. Y, con esa superficie, el año pasado produjo el 0,5% de su electricidad. Las renovables producen lo que producen.

¿Y el plan de Greenpeace para producir el 100% de la electricidad con renovables?

¿En qué siglo?

En 2050.

Eso es falso. Son extrapolaciones. Es caer en la adivinación, que es lo que hacen los economistas con un éxito nulo. Si no, hubieran previsto la crisis en la que estamos.

¿Cree que el PSOE ha echado cuentas?

El PSOE ha echado cuentas de los balances políticos. El otro día escuché a José Blanco decir que los que quieran nucleares deben exponer en qué pueblos las quieren instalar, a ver si tienen el apoyo de los alcaldes. Eso es una desinformación terrible. Hace poco tuve una reunión con tres alcaldes vecinos de Almaraz. Uno era del PSOE, otro del PP y otro independiente. Están encantados con la central, porque llena sus pueblos de ingenieros y técnicos, reciben un Impuesto sobre Bienes Inmuebles fantástico y su presupuesto es tremendo. Hacen hasta un campeonato de pesca deportiva en el cercano embalse de Arrocampo, porque el agua está un poco más caliente y hay más peces. Ésa es la percepción que tienen los alcaldes. ¿Blanco no tiene ni idea de eso? Pues algunos son de su propio partido.

Entonces, ¿por qué no hablan?

Los alcaldes no hablan por miedo. No dirán nada hasta que lo diga el presidente del Gobierno. ¿Y cuándo lo dirá Zapatero? Pues cuando lo diga Obama. Cuando EEUU diga claramente 'nucleares, sí', toda Europa será pronuclear y los alcaldes dirán: 'Aquí, aquí, aquí'.

Y el posible cierre de Garoña, ¿es un brindis al sol?

Pues sí, sería una locura. Esta energía es muy europea y la han demonizado sin sentido. Los países europeos que tienen más de un tercio de su energía de origen nuclear son Francia, Inglaterra, Finlandia, Suecia, Suiza, Alemania, Bélgica... ¿Son más tontos que nosotros? ¿Les gusta menos el medio ambiente? La oposición contra las nucleares tiene muchas connotaciones eclesiásticas: argumentos vacíos y meter miedo a la población.

Tras el escape en la central de Ascó se dijo que las partículas se podían meter en un bocadillo y comérselo sin riesgo.

Por supuesto que sí, no pasa nada. Yo me lo comería. Y me bañaría en una piscina de residuos nucleares, aunque sin tragarme el agua [se ríe].

También comenta en su libro que la nuclear es de las pocas industrias cuyos residuos no contaminan el medio ambiente. ¿No es una exageración?

En la factura de la luz se puede comprobar que cada español produce una cantidad de residuos nucleares que es un millón de veces menor a la de CO2. Los nucleares están controlados, pero el CO2 va a la atmósfera y dura miles de años. ¿Qué afecta más al medio ambiente?

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