Este artículo se publicó hace 11 años.
Dimite el jefe de la agencia neozelandesa que espió ilegalmente a Dotcom
Hugh Wolfensohn deja el cargo después de que una investigación gubernamental haya reconocido que se violó la ley
La persona al frente de la agencia de Inteligencia neozelandesa durante el espionaje ilegal al informático alemán Kim Dotcom, requerido en EEUU por supuesta piratería informática, dimitió de su cargo, informan hoy los medios locales.
Hugh Wolfensohn ocupaba el cargo de subdirector de la Oficina Gubernamental de Seguridad en las Comunicaciones (GCSB) y desempeñó el puesto de director interino durante el período en que Dotcom y uno de sus socios, el holandés Bram van der Kolk, fueron espiados de manera ilegal antes de su detención en enero de 2012.
La GCSB confirmó la renuncia de Wolfensohn sin ofrecer más detalles sobre la dimisión, indica "Radio New Zealand".
La GCSB, cuyas funciones se limitan a investigar a extranjeros, asegura que actuó con información proporcionada por la Policía y desconocía que Dotcom y Van der Kolk, de nacionalidad alemana y holandesa, tenían permiso de residencia en Nueva Zelanda y por lo cual no podían ser investigados.
La dimisión de este alto funcionario de Inteligencia se da a unas pocas semanas de que se conozcan las conclusiones de una investigación ordenada por el primer ministro neozelandés, John Key, sobre la actuación de la GCSB.
El diario New Zealand Herald publicó hoy que Wolfensohn ya tenía en febrero de 2012 toda la información necesaria para valorar que la GCSB espió ilegalmente a Dotcom. Es decir, unos siete meses antes de que Key admitiera que la agencia gubernamental violó la ley.
La GCSB, cuyas funciones se limitan a investigar a extranjeros, ignoró que Dotcom tenía permiso de residencia
Dotcom y tres de sus socios, actualmente en libertad condicional a la espera del inicio del juicio de extradición previsto para agosto, fueron detenidos en enero de 2012 en la mansión alquilada por el informático alemán a las afueras de Auckland.
Ese vasto operativo policial orquestado por el FBI estadounidense incluyó la confiscación de sus bienes, la congelación de sus cuentas, el cierre de su portal Megaupload y varias detenciones en Europa.
Estados Unidos quiere juzgar a Dotcom y otros ejecutivos del difunto portal de descargas Megaupload de distintos delitos de piratería informática, crimen organizado y blanqueo de dinero.
La investigación del FBI atribuye a Megaupload haber causado más de 500 millones de dólares (387 millones de euros) en pérdidas a la industria del cine y de la música al transgredir los derechos de autor de compañías y obtener con ello unos beneficios de 175 millones de dólares (135 millones de euros).
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