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"A las empresas les molestan las redes sociales"

Investigador del Instituto Europeo de Administración de Negocios. Cree que el esquema de poder ha cambiado por las páginas colaborativas

BLANCA SALVATIERRA

Soumitra Dutta (India, 1963) pone como ejemplo su propia experiencia para explicar que las páginas colaborativas han cambiado la estructura piramidal de poder. Recuerda cómo sus padres premiaron sus calificaciones como estudiante regalándole la Encyclopedia Britannica, algo que, según explica, hoy no tendría sentido con Wikipedia. Dutta, coautor del libro Throwing sheep in the boardroom, donde detalla la influencia de las redes sociales, ha visitado Madrid para dar una conferencia en la Fundación Telefónica explicando cómo algunas compañías se aferran a modelos anteriores en lugar de adaptarse a los nuevos esquemas de Internet.

«Los días en los que unos pocos elegidos tenían el poder han terminado»

El prólogo de su libro está firmado por Jimmy Wales, el creador de Wikipedia. ¿Cree que este fenómeno de éxito puede repetirse?

Wikipedia es un conjunto de conocimientos basados en el texto. Pero cada vez hay más tipos de contenidos, como lo demuestra el éxito que ha tenido YouTube con los vídeos. Mañana habrá otro tipo de entornos, más allá del texto y el vídeo. Yo no diría que este tipo de sistemas ha alcanzado su meta, ya que hay otras posibilidades de enriquecer el conocimiento. El desarrollo del diálogo entre personas va a ser fundamental en el futuro.

¿Se puede dar información en las redes sociales y a la vez reclamar intimidad?

«Las redes sociales son una habitación con paredes de cristal»

Hay que plantearse en primer término el concepto de privado, porque varía dependiendo de las culturas, las generaciones y las sociedades. La frontera de lo privado ha cambiado y a lo mejor los usuarios desean que esas barreras se rompan. Desde un punto de vista práctico, hay que analizar cómo la gente separa los amigos en Facebook y los contactos profesionales en otras redes, o si decide mezclarlos. No tiene por qué ser malo que la gente con la que trabajas sepa qué haces en tu vida privada. Verlo como positivo o negativo es algo cultural. La orientación de futuro es que la gente comparta más, viviendo en una habitación con paredes de cristal. Resta por averiguar hasta qué punto podemos ser abiertos y transparentes, y qué consecuencias tiene.

¿A qué cree que se debe el temor de las empresas a las redes generales?

Algunas no permiten que sus empleados las utilicen porque lo consideran una pérdida de tiempo. Lo que habría que preguntarse es por qué las empresas reaccionan así en lugar de preguntarse cómo pueden aprovechar esos medios para seguir creciendo. Creo que se debe en parte a que hay un conflicto entre el funcionamiento vertical de las compañías y el horizontal de participación y colaboración de las redes sociales. A las compañías les molesta todo aquello que no pueden controlar y estos sistemas son un ejemplo de ello.

¿Cree que con el paso del tiempo se tenderá a repetir en la Red la misma estructura de poder del mundo off-line?

La base del poder está cada día más difusa. Antes, una empresa farmacéutica dominaba la información que se conocía mediante su red de doctores y asociaciones. Hoy ya no pueden controlar todo lo que dice de ellas y esas empresas no saben cómo recuperar la influencia. Tampoco saben cómo gestionar esa red de poderes porque es imposible comprar todas las opiniones que se vierten sobre algo en Internet. No creo que se vayan a repetir las estructuras del pasado.

¿La información oficial ha perdido valor?

El poder en la Red se asigna en función de la experiencia y no de quien es usted. La gente con más conocimientos es el nuevo motor del sistema, no necesariamente quien ostenta los títulos. Si las empresas se anclan en el pasado, se aferran a los modelos que antes les funcionaban y no aprenden, no tendrán un futuro. Piense en un profesor que no se adapta. Llegará un día en que una persona, aunque no tenga su título, sabrá más que él y la gente preferirá escucharlo. Antes, unos elegidos de unos cuantos países creaban conocimiento para los demás pero ahora, por ejemplo, China se ha convertido en una gran fuente. La experiencia puede venir de Zúrich, Massachusetts o Shanghai, lo que significa que algo ha cambiado.

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