Este artículo se publicó hace 14 años.
La enfermedad del sueño, curada en ratones
Los investigadores crean un compuesto oral que acaba con los parásitos
Blanca Salvatierra
La tripanosomiasis africana, conocida como enfermedad del sueño, es la responsable de la muerte de unas 30.000 personas al año. Sin medicamentos eficaces y de bajo costo para combatir esta enfermedad, los descubrimientos de un grupo de investigadores de la Universidad escocesa de Dundee, publicados en Nature, se plantean como una esperanza para el desarrollo de nuevos tratamientos.
Su trabajo ha descubierto un inhibidor de la enzima que es esencial para la supervivencia de los parásitos transmitidos por picaduras de la mosca tsetsé. El tratamiento oral a dosis bajas curó a los ratones usados en el estudio, que sufrían la primera fase de la enfermedad. El trabajo muestra resultados prometedores para el desarrollo de fármacos administrados por vía oral.
"Es uno de los hallazgos más significativos realizados en los últimos años en el descubrimiento y desarrollo de medicamentos para enfermedades olvidadas", detalla el investigador principal del estudio, Paul Wyatt.
La enfermedad del sueño consta de dos fases. El parásito se multiplica en la sangre y el sistema linfático en la primera etapa. En la segunda, el parásito invade el cerebro y provoca problemas neurológicos. En la actualidad, uno de los dos medicamentos disponibles (a base de arsénico) tiene efectos secundarios mortales en uno de cada 20 pacientes tratados. El otro, la eflornitina, requiere un tratamiento hospitalario prolongado y no es eficaz contra todos los tipos de enfermedad. Como respuesta a esta necesidad de nuevos tratamientos, los investigadores de la Universidad de Dundee han hecho progresos en el desarrollo de compuestos que han demostrado ser eficaces para acabar con los parásitos.
El objetivo inicial de los investigadores, que han trabajado en colaboración con la Universidad de York y el Structural Genomics Consortium de la Universidad de Toronto, era desarrollar un tratamiento oral para la primera etapa de la enfermedad, evitando así las inyecciones. Sin embargo, los resultados han provocado una reacción optimista entre los científicos, que creen que pueden trabajar en un nuevo tratamiento para la segunda etapa. Se estima que los primeros ensayos clínicos en humanos podrían realizarse en unos 18 meses.
"Hay poco incentivo económico en participar en la investigación de las enfermedades de África para las grandes empresas farmacéuticas", explica Alan Fairlamb, otro de los autores. La Organización Mundial de la Salud calcula que entre 50.000 y 70.000 personas del África subsahariana están infectadas por la enfermedad.
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