Aparejos de pesca y hasta una cubierta de motor son sólo algunos de los sorprendentes objetos que se han encontrado dentro de los estómagos de algunos cachalotes que han varado recientemente en la costa del Mar del Norte en Alemania.

Un grupo de 13 cachalotes varados a principios de este año, cerca del estado alemán de Schleswig-Holstein, es el último de una serie de varamientos de ballenas en el Mar del Norte. Hasta ahora, se han encontrado más de 30 cachalotes varados desde comienzos de año en Reino Unido, Países Bajos, Francia, Dinamarca y Alemania.

Después de una necropsia de las ballenas varadas en Alemania, los investigadores encontraron que cuatro de los gigantes animales marinos tenían grandes cantidades de residuos de plástico en sus estómagos. La basura incluía una red para la pesca de camarones de 13 metros de longitud, una cubierta de plástico del motor de un coche y los restos de un cubo de plástico, de acuerdo con un comunicado de prensa difundido por el Parque Nacional del Mar de Wadden en Schleswig-Holstein.

Aunque parezca increíble, "la basura que tragaron no es causa directa de la muertes de los animales", afirma Ursula Siebert, directora del Instituto de Investigación de la Fauna Terrestre y Acuática de la Universidad de Medicina Veterinaria de Hannover, cuyo equipo examinó a los cachalotes.

Los investigadores sospechan que las ballenas murieron debido a que los animales se aventuraron accidentalmente en mares poco profundos.
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Cachalotes machos emigran normalmente de sus lugares de cría tropicales o subtropicales a las aguas más frías en latitudes más altas. Esta especie es uno de los animales que habitan en las zonas más profundas de entre la familia de los cetáceos, conocidos por alcanzar hasta los mil metros en busca del calamar, su comida favorita.

Las ballenas varadas eran todas ejemplares de varones jóvenes entre los 10 y 15 años, y las necropsias revelaron que murieron de insuficiencia cardíaca. El equipo cree que este grupo en particular nadó por error a una zona poco profunda, siguiendo a un banco de calamares. "Allí las ballenas no podían soportar su propio peso y fallecieron por el esfuerzo de intentar escapar hacia aguas más profundas", afirma Danny Groves, un portavoz de una ONG en defensa de las ballenas y delfines.