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La eyaculación del calamar no entiende de sexos

Una rara especie de cefalópodo reparte su esperma por igual entre machos y hembras de su especie para reproducirse

J. S.

Son pocos, solitarios y les cuesta mucho ligar. Por eso han optado por ser salvajemente promiscuos, y aprovechan la oscuridad para descargar sus impulsos sexuales contra posibles parejas de ambos sexos, indiscriminadamente, y así mejorar sus opciones de encontrar pareja. Los calamares de una especie poco conocida que habita en las profundidades oceánicas lo tienen claro: disparar contra todo aumenta las posibilidades de dar en la diana. 'El comportamiento de aparearse entre miembros del mismo sexo forma parte de una estrategia reproductiva que maximiza el éxito animando a los machos a inseminar de manera rápida e indiscriminada a todos los congéneres que se encuentran', sugieren los investigadores del Instituto de Investigación del Acuario de Monterey (EEUU) que firman el hallazgo en la revista Biology Letters.

Más allá incluso, estos calamares serían la primera especie de invertebrados en la que los encuentros homosexuales son tan frecuentes como los heterosexuales, según este estudio. Los investigadores llevan desde 1992 estudiando a estos escasos y solitarios calamares en las profundidades del Pacífico, sumergidos entre 400 y 800 metros. Con la ayuda de vehículos teledirigidos, han logrado filmar a más de un centenar de ejemplares de este pequeño calamar de unos 20 centímetros de largo.

Al analizar las filmaciones obtenidas, los investigadores observaron que tanto hembras como machos, y en similar proporción, tenían restos de semen por todo el cuerpo. Los Octopoteuthis deletron, que así se llaman estos promiscuos cefalópodos, se reproducen cuando los machos descargan sobre la hembra unos saquitos que contienen el esperma. Estos saquitos, que se adhieren a la piel de la hembra, permanecen pegados al animal después de vaciarse, y son una clara evidencia de un contacto sexual reciente. Los investigadores hallaron estos restos en ejemplares de ambos sexos por igual.

La combinación de una vida solitaria, una apariencia demasiado similar entre machos y hembras, la dificultad de encontrar un congénere y la rapidez de eyaculación ha empujado a los deletron a optar por esta estrategia reproductiva. El coste de la pérdida de esperma es menor que el coste de desarrollar una estrategia que les ayude a atinar con las hembras, asegura este estudio.

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