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Gran bronca científica sobre la inflación en el Universo

Conocidos cosmólogos se enzarzan en una polémica pública en torno a lo que sucedió en los primeros segundos de todo

Representación de la evolución del Universo según los datos del satélite WMAP. /NASA/WMAP

MALEN RUIZ DE ELVIRA

Que el origen y la evolución del Universo es un tema que levanta pasiones es algo conocido en el mundo científico y los cosmólogos están continuamente discutiendo lo que pasó o pudo pasar desde el Big Bang, la gran explosión inicial sobre la que se basa el Modelo Estándar prevalente. Lo que ya no es tan corriente es que las discusiones científicas se desarrollen públicamente, como ha pasado este año en las páginas de Scientific American, una prestigiosa y veterana revista de divulgación.

La polémica comenzó cuando la revista publicó un artículo (titulado en su edición en español “La burbuja de la inflación cósmica”) firmado por tres cosmólogos que afirmaban que las últimas medidas astronómicas, unidas a problemas de carácter teórico, ponen en duda el arraigado modelo inflacionario del universo primitivo y plantean la necesidad de nuevas ideas. Según el modelo (que recordaban los tres científicos que viene ganándose el fervor de los cosmólogos desde hace 35 años), el Universo comenzó con una gran explosión y, acto seguido, experimentó un brevísimo período de expansión hiperacelerada, o «inflación» antes de proseguir con su historia de 13.700 millones de años. Durante esta inflación, en una fracción de segundo el Universo se expandió por un factor de un 1 seguido por 26 ceros, una escala que tiene poco que ver con el uso del mismo término en economía y política.

Los autores argumentaban que los últimos datos de satélites como el Planck no se ajustan a los modelos inflacionarios y que, aún así, la comunidad de cosmólogos sigue sin replantearse seriamente y con honestidad la teoría inflacionaria, y no presta demasiada atención a las voces que la cuestionan: “En su lugar, numerosos investigadores parecen aceptar literalmente la aserción de que la teoría inflacionaria proporciona la única explicación sencilla de las propiedades observadas del universo”, señalaban.

El telescopio Hubble logra ver hasta 400 millones de años del Big Bang. /SPACE TELESCOPE INSTITUTE

El telescopio Hubble logra ver hasta 400 millones de años del Big Bang. /SPACE TELESCOPE INSTITUTE

"La cosmología de la inflación no se puede evaluar utilizando el método científico"

Lo que quizá no esperaban estos científicos disidentes es que lo que ellos llaman la comunidad de cosmólogos se revolviera como lo hizo, en forma de otro artículo público firmado por 33 físicos que estudian la inflación cosmológica, entre ellos cuatro premios Nobel y un medalla Fields y el omnipresente y popular Stephen Hawking. Lo que molestó extraordinariamente a esta treintena de primeros espadas de la cosmología es que los tres autores afirmaran que la cosmología de la inflación “no se puede evaluar utilizando el método científico”, que no es comprobable. Es como si a un médico le tachan de curandero.

En su respuesta, los 33 científicos recuerdan que el modelo inflacionario se ha sometido a una cantidad significativa de comprobaciones y ha aprobado en todas. “A lo largo de sus más de 35 años de existencia, la teoría inflacionaria se ha convertido poco a poco en el principal paradigma cosmológico para describir las primeras etapas de la evolución del universo y la formación de su estructura a gran escala. Nadie dice que la inflación haya quedado probada; las teorías científicas no se demuestran del mismo modo que los teoremas matemáticos. Pero, con el paso del tiempo, aquellas que resultan exitosas van consolidándose más y más gracias a comprobaciones experimentales cada vez mejores y a los desarrollos teóricos. Esto es lo que ha sucedido con la inflación. El avance continúa gracias al esfuerzo entusiasta de numerosos científicos que han elegido participar en esta vibrante rama de la cosmología”.

El modelo inflacionario se ha sometido a numerosas pruebas desde su aparición, aprobando todas ellas

Además, existen aspectos personales en la polémica. Alan Guth, que propuso el modelo inflacionario en 1980, es junto a Andrei Linde, quien lo refinó, uno de los firmantes de la tajante respuesta, mientras que el colaborador de aquella época de los dos, Paul Steinhardt es uno de los tres disidentes. Estos últimos han contestado a la reacción furiosa de la mayoría, que califican de “extraña”, manteniéndose en su postura. Señalan que la afirmación de que se ha confirmado la inflación se refiere a la teoría anticuada y caduca, antes de que se comprendiera que presenta problemas profundos.

Otros aspectos a señalar en esta polémica es que todos los firmantes de los dos artículos pertenecen a instituciones de Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Rusia, Reino Unido y Japón, con gran predominancia de Estados Unidos. Los disidentes abogan por un Universo oscilante, que no empezó con una gran explosión sino que es el fruto de un cosmos que antes se contrajo, mientras que el Modelo Estándar apoyado por la mayoría da pie a hipótesis como la del multiverso, la existencia de múltiples universos paralelos. Algunos físicos son de la opinión de que tanto la inflación como la energía oscura, un misterio que supone el 68% del Universo, son grandes parches para resolver los problemas que plantea la teoría del Big Bang, tan exitosa por otra parte.

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