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Hallados en meteoritos los elementos del ADN y el ARN que faltaban por identificar en restos espaciales

La hipótesis de que los precursores de la vida vinieron del espacio se apuntala con este descubrimiento, a confirmar en muestras tomadas directamente de asteroides.

Imagen de archivo de un laboratorio donde se trabaja con muestras de ADN.
Imagen de archivo de un laboratorio donde se trabaja con muestras de ADN. JEAN-PHILIPPE KSIAZEK / AFP

¿Pudieron los precursores de la vida generarse en asteroides? La pregunta no es nueva, pero la sugerente hipótesis se apuntala con el anuncio del hallazgo en meteoritos caídos en la Tierra de dos de los cinco compuestos químicos que almacenan la información en el ADN y el ARN y que hasta ahora no habían podido identificarse en estos restos espaciales.

Los nuevos análisis se basan en una técnica, no solo avanzada sino más sensible y distinta a la normalmente utilizada, para extraer moléculas orgánicas de meteoritos. El equipo internacional que los ha hecho afirma que han encontrado las cinco bases químicas del ADN y el ARN, incluidas las dos que faltaban (citosina y timina), en muestras de tres meteoritos caídos en los últimos 100 años. La citosina y la timina son más delicados y frágiles que los otros tres compuestos detectados anteriormente: la guanina, la adenina y el uracilo. Este último sustituye a la timina en el ARN.

Los resultados se han publicado en la revista Nature Communications. El director del estudio, el japonés Yasuhiro Oba, señala que algunos de los compuestos pudieron generarse mediante reacciones fotoquímicas prevalentes en el medio interestelar y se incorporaron posteriormente a los asteroides durante la formación del Sistema Solar. Una amplia variedad de compuestos extraterrestres orgánicos, incluidas las bases del ADN, pudieron llegar a la Tierra durante el periodo Bombardeo Intenso Tardío (hace unos 4.000 millones de años) y se cree que el flujo de tales materiales orgánicos jugó un papel importante en la evolución química de la Tierra primitiva.

Aunque no es probable que el ADN, la famosa doble hélice que es la base de la vida tal como la conocemos, se formara en un meteorito, el trabajo es una nueva prueba de que las reacciones químicas en los asteroides pueden dar lugar a los componentes de la vida. En una antigüedad remota pudieron llegar al planeta a través de los impactos de meteoritos o la caída de polvo espacial, informa la NASA, algunos de cuyos científicos han participado en el análisis. El hallazgo también influye en la perspectiva de que haya vida en otros lugares del Sistema Solar.

Además de los dos nuevos componentes identificados, también se han hallado en las muestras de meteoritos otras muchas moléculas, como aminoácidos y azúcares, que pueden ayudar a comprender el origen de la vida a través de experimentos en laboratorio. Los cinco componentes del ADN y el ARN se combinan con azúcares y fosfatos en el código genético de cualquier tipo de vida en la Tierra. La otra hipótesis más aceptada es que la vida surgiera espontáneamente de una sopa prebiótica en las condiciones extremas de la Tierra en su infancia.

Algunos especialistas no están convencidos de que el resultado no responda a la contaminación de los meteoritos una vez en la superficie terrestre. Creen que hacen falta más datos para aceptar que lo hallado tiene origen extraterrestre, informa Science News. Sin embargo, los investigadores señalan que han encontrado asimismo isómeros de las bases del ADN. Los isómeros tienen la misma fórmula química pero su estructura es diferente. "Si hubiera contaminación del suelo, deberíamos haberlos encontrados también en el suelo que analizamos, y no los encontramos", señala el astroquímico Daniel Glavin, de la NASA.

El trabajo de Oba y sus colegas tiene especial interés porque se podrá confirmar con las muestras traídas a la Tierra de los asteroides Ryugu (por una misión espacial japonesa) y Bennu (por una estadounidense). El análisis químico de esos materiales no contaminados debe dar mucha información sobre la evolución de las moléculas orgánicas extraterrestres. Las muestras de Ryugu llegaron el año pasado mientras que las de Bennu viajan actualmente hacia la Tierra y deben llegar el año que viene.

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