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"Es imposible construir decenas de reactores nucleares de la noche a la mañana"

El presidente de la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa, una especie de supergendarme atómico, advierte de los riesgos de construir de manera precipitada nuevas centrales en Europa

ANDRÉS PÉREZ

André-Claude Lacoste, presidente de la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa (ASN), tiene bajo su responsabilidad el control del parque nuclear más concentrado del mundo. Con 58 reactores de producción de electricidad, en los años venideros su tarea será más compleja aún: un número creciente de centrales está próximo a su jubilación y es obligatorio su desmantelamiento inmediato.

Al mismo tiempo, el relanzamiento de la construcción de nuevos reactores decidido por Nicolas Sarkozy implicará más responsabilidades. El ingeniero francés, nacido en 1941, alerta sobre los riesgos de una carrera 'precipitada' para construir nuevas centrales, o de la reapertura de viejas plantas en países del este de Europa como Lituania, Bulgaria y Eslovaquia. Además, Lacoste milita por una directiva europea sobre seguridad nuclear.

Usted ha defendido la idea de una seguridad nuclear como bien público europeo. ¿En qué consiste?

Las cuestiones de seguridad nuclear deben ser tratadas en el ámbito europeo. La primera iniciativa fue crear un club de autoridades nucleares de Europa occidental, el WENRA, a finales de la década de 1990. Señalamos que los países candidatos a entrar en la UE tenían que cerrar sus reactores no conformes con la legislación. Esos cierres fueron inscritos en sus tratados de adhesión, así que esos países no pueden ahora hacer como si pudieran no cerrar sus centrales. En el WENRA hemos empezado a armonizar los niveles de seguridad, alineándolos con los mejores existentes en la actualidad. Y nos hemos comprometido a que todos los aplicaremos antes de 2010.

¿Habla de medidas voluntarias?

Necesitamos una cobertura política. Ya existe un borrador de una directiva europea, que debería ser aprobada a finales de 2009 o en los primeros meses de 2010.

¿Le preocupa el renacer nuclear en países que habían abandonado el sector, como Italia y Suecia?

Está claro que, en ciertos países que nunca tuvieron centrales, o que dejaron de construirlas durante décadas, hay una tendencia a retomar el programa nuclear. Pero hay que tener cuidado: es imposible construir decenas de reactores de la noche a la mañana. Para los países no-maduros hace falta un período previo de unos 15 años para poner todo en marcha antes de construir. Tampoco es fácil en los países donde no se ha construido ningún reactor desde hace 20 años. ¡Allí ya nadie sabe qué es eso de construir una central!

¿Y en Francia?

Hasta en Francia existe el problema: no se construyeron centrales en los últimos 10 años y ahora relanzar el programa no es sencillo. Hemos tenido que amonestar en dos ocasiones a Electricidad de Francia (EDF) por el reactor europeo presurizado en Flamanville [en el norte de Francia], y al grupo Areva por sus subcontratistas.

Habla como si hubiera existido un pasado dorado en la construcción de centrales.

No. En Francia hubo un período en que se construían siete reactores simultáneamente. Yo lo llamo periodo de precipitación e improvisación. Nadie quiere volver a ese tipo de periodos. No es razonable.

En paralelo a ese resurgir, sigue sin resolverse el problema de los reactores viejos. ¿Consigue controlar el inmenso trabajo de desmantelamiento de los reactores en Francia?

Para la Autoridad de Seguridad Nuclear, el desmantelamiento es un problema importante. A nuestro juicio, cuando un operador invierte en una central debe estar listo para desmantelarla tras su paralización, tan rápidamente como sea posible.

Pero hay quien dice que ustedes, la ASN, han precipitado los problemas, al acelerar el desmantelamiento de un parque inmenso.

Creemos que esperar y dejar una central en latencia durante decenas de años no aporta ventajas decisivas -la radiactividad disminuye muy poco- y sí aporta un peligro. Durante esas decenas de años se pierde la memoria humana de la central, porque desaparecen las personas que la conocieron en funcionamiento. Además, si esperamos decenas de años, hay un riesgo importante de que el dinero que se ha preservado para desmantelar sea utilizado con otros fines.

¿Hay centrales nucleares imposibles de desmontar?

Yo no diría imposible, aunque es cierto que no es fácil. Tiene un coste. Y llevará tiempo.

¿Tiene una idea del coste?

La literatura dice que desmantelar una central cuesta el 15% de lo que costó su construcción. Pero es sólo literatura. Uno de nuestros objetivos es concluir un desmantelamiento completo para tomar nota de las lecciones financieras.

¿Ya tienen conclusiones?

Los costes están siendo superiores a los previstos, porque estamos tomando precauciones suplementarias a las que se tomaban hace 20 años.

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