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La inauguración del acelerador convaleciente

Los grandes mandatarios europeos se ausentan de la ceremonia de apertura de LHC, el mayor experimento de la historia, tras la avería que lo dejó inutilizado hace mes y medio

DANIEL MEDIAVILLA

El día de la inauguración oficial del Large Hadron Collider (LHC) en Ginebra, el ánimo de los científicos que lo construyeron estaba sombrío por culpa de un agujero. No se trataba del mítico agujero negro que iba a provocar este experimento, el mayor de la historia de la humanidad, y tragarse el mundo, sino de un boquete mucho más prosaico: una perforación en el acelerador que obligó a detenerlo tan sólo nueve días después de ponerlo en marcha.

El agujero del LHC no se tragó la Tierra, pero pareció ejercer un efecto repelente sobre varios mandatarios que hace meses habían planeado asistir a la inauguración de este gran experimento. Pese a lo previsto, el presidente de la República francesa, Nicolas Sarkozy, no se dejó ver por el CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas) este martes, y tampoco estuvieron presentes otras grandes figuras de la política europea como la canciller alemana Angela Merkel, que ha visitado el LHC hace poco, o el propio Príncipe Felipe de España, al que, en principio, se esperaba en la ceremonia.

En lugar de Sarkozy asistió el primer ministro francés, François Fillon. Él fue el encargado de mostrar el apoyo de su país al CERN y minimizar la importancia de la avería. “Estos accidentes son algo menor si los comparamos con la enorme ambición del LHC”, aseveró.

En el caso español, fue el secretario de Estado de Investigación, Carlos Martínez, quien expresó su entusiasmo por el proyecto. “Si Europa quiere seguir siendo el mayor espacio de la economía del conocimiento y del bienestar, no nos queda otro remedio que apoyar este tipo de proyectos”, afirmó.

En una tarde en la que el esfuerzo se concentró en hacer del defecto virtud, el director general del CERN, Robert Aymar, recordó que el LHC no es un experimento que comenzara el pasado 10 de septiembre. “Éste es un proyecto con más de 20 años llenos de desafíos que, gracias a la capacidad de los trabajadores del CERN, siempre se han superado”, apuntó.

Lejos de la corrección de los políticos, junto a las puertas del cuartel general del experimento CMS en el CERN, Teresa Rodrigo, coordinadora del sistema de alineamiento del experimento, reconocía que la avería ha sido un golpe importante para los científicos que aquí trabajan. “Es un día extraño para esta celebración, porque estamos un poco deprimidos”, decía, mientras fumaba un cigarrillo. “Habíamos esperado mucho tiempo y teníamos la esperanza de que en estos momentos estaríamos trabajando ya con colisiones. No hacerlo es un poco frustrante”, concluía.

Además de un agujero, en la inauguración del LHC también fue protagonista un Big Bang, aunque distinto del que se esperaba recrear con el experimento. La explosión de los sistemas financieros mundiales, que ha provocado una de las mayores crisis económicas de la historia, fue citada por Fillon para establecer una comparación generosa con el acelerador ahora convaleciente. “La crisis financiera nos muestra la cara más desestabilizadora de la globalización; el LHC es un ejemplo de sus aspectos más prometedores”, declaró el político.

Para justificar la ausencia de algunos líderes, el maremoto en los mercados podría ser un factor que añadir a los inconvenientes estéticos de inaugurar una máquina que está estropeada.

En estos momentos de crisis e incertidumbre, es discutible la conveniencia de ensalzar una catedral de la ciencia cuyas monumentales posibilidades científicas comenzarán a ser difíciles de vender si la crisis se agudiza. De esta opinión es Teresa Rodrigo. “La crisis nos va a afectar y ya nos está afectando. Hay programas parados que no se conceden porque existe cierta incertidumbre”, comentaba. “Si hay problemas, las inversiones en física van a ser de lo primero que se corte”, añadía la experta.

En todo caso, y en un discurso que podría resultar tranquilizador para la ciencia básica, Carlos Martínez aseguraba que, “pese a que la situación económica es deficiente, España seguirá apoyando al CERN”.

La música de orquesta, las bandas sonoras épicas y las imágenes espectaculares trataron de hacer olvidar que cuando se planeó esta fiesta los resultados que se esperaban tener a día de hoy eran muy distintos.

El LHC estaría a punto de realizar su parada de invierno, en noviembre, pero ya se habrían producido algunas colisiones y los científicos tendrían material suficiente para empezar a hincar el diente. Nadie dijo que fuese a ser fácil, y la experiencia de experimentos que sólo tenían una parte de la complejidad del LHC llamaba a la cautela.

Rolf-Dieter Heuer, que será director general del CERN a partir de 2009, ya mostró, el día de euforia en que los primeros haces de protones circularon por el acelerador de partículas, que no esperaba un camino de rosas. “Mi trabajo en los próximos dos años será explicar por qué no hemos encontrado nada todavía”, profetizaba el pasado 10 de septiembre.

Es posible que la recreación épica no estuviese tan desencaminada, pero las grandes gestas, también las científicas, sólo son tan placenteras en pantalla gigante y con dolby surround. De momento, a la épica del LHC le falta mucho por sudar. 

Entrevista al presidente del Comité de Política Científica del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN), Enrique Fernández

El máximo responsable científico del CERN señala que las posibilidades de que el LHC sufriera una avería eran elevadas, y desconoce por, el momento, si la crisis económica afectará a la instalación a partir del año que viene.

¿Se planteó el CERN retrasar la inauguración del CERN cuando se vio que el acelerador estaría parado?

Cuando sucedió el accidente, el presidente del CERN envió un mensaje a los miembros del consejo preguntándoles si todo seguía adelante, y todo el mundo respondió que sí. Y, bueno, el LHC está construido y funciona…

Pero aún va a tardar en empezar a dar resultados…

Está claro, no deja de ser un retraso. Registrar colisiones habría sido muy importante para ver cómo funciona todo el conjunto.

Se esperaba haber tenido colisiones para analizarlas. 

Sí, se quería haber llegado a las 5 TeV [el mayor acelerador actual alcanza sólo 1 TeV]. Entonces, aunque se hubiese realizado la parada normal que se produce en invierno entre noviembre y abril, se podría haber aprovechado analizando los datos de las colisiones obtenidas.

¿Se había previsto un problema como éste?

Estoy preparando una charla sobre el LHC y estaba mirando transparencias antiguas, de hace dos o tres años, y en ellas ya se recoge que las posibilidades de que hubiera una avería eran enormes por la complejidad de la máquina. La temperatura es crítica y el campo magnético puede pasar de superconductor a conductor normal muy rápido (lo que sucedió cuando ocurrió el problema). Lo que pasó, sospecho, es que la protección no fue la que debería haber sido, porque hay varios imanes afectados y eso no debería haber sucedido.

¿La crisis económica puede afectar al funcionamiento del LHC?

No lo sé, ha sido todo tan rápido que nadie conoce las consecuencias para la economía. Pero este año los países del CERN han pagado ya casi todos su cuota. El que viene no sé cuándo pagarán.

¿Se podía haber evitado este accidente?

Cuando se hace algo tan nuevo, se paga el precio. Yo esto lo he visto con un detector de partículas, el TPC, que ahora es un tipo de detector estándar de los más fiables. Pero la primera que se hizo, llevó años hacerlo funcionar bien, y esto es igual.

1. El mayor experimento de la historia

El objetivo del LHC es provocar la colisión de haces de protones, a una velocidad cercana a la de la luz, para recrear las altísimas energías que existieron inmediatamente después del Big Bang, el origen del universo.

2. Sólo nueve días de éxito

El 10 de septiembre, los científicos responsables del LHC lograron inyectar dos haces de protones en el recorrido del acelerador –un anillo subterráneo de 27 kilómetros de perímetro situado en la frontera francosuiza– pero, nueve días más tarde, una avería obligó a parar la máquina.

3. Ocho meses de parada por una soldadura defectuosa

Una simple soldadura mal realizada entre dos cables superconductores, que conectaban dos de los imanes que guían a los protones a lo largo del acelerador, provocó un considerable escape de helio, el gas refrigerante que mantiene el circuito a una temperatura de 271 grados bajo cero.

4. Reinauguración en la primavera de 2009

El acelerador de partículas de Ginebra no volverá a funcionar hasta mayo del próximo año, como mínimo.

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