Este artículo se publicó hace 15 años.
El libro electrónico despega en España
El Corte Inglés es la primera gran distribuidora que comercializa un e-book bajo una marca propia. Las tiendas que ya venden dispositivos de otros fabricantes lo consideran el impulso que se necesitaba
Blanca Salvatierra
Han pasado más de 10 años desde que la compañía Nuvomedia comenzó a vender en EEUU uno de los primeros lectores de libros electrónicos. Otras empresas siguieron en la fabricación de dispositivos, pero no fue hasta finales de 2007, con la entrada de la tienda on-line Amazon en este mercado, cuando fabricantes y editoriales empezaron a plantearse seriamente un modelo de negocio alternativo para la venta de libros. El Corte Inglés, que ha comenzado a vender esta semana su propio lector de e-books, es el protagonista de lo que algunos consideran la apuesta definitiva por el libro electrónico en España. El Inves-Book 600, que ha empezado a comercializarse tanto en tiendas como por Internet a un precio de 299 euros y que, según fuentes de la compañía, puede almacenar 3.000 libros, supone el primer paso de una gran cadena de distribución que, bajo una marca propia, se adentra en este mercado. "Los clientes ya empezaban a interesarse por ellos", explican las mismas fuentes.
Este dispositivo no es el primero que se vende en España. Tiendas on-line como Leer-e comercializan más de una docena de soportes, con un catálogo de unos 700 títulos que sus responsables esperan ampliar a más de 4.000 antes de fin de año. Ignacio Latasa, director de Leer-e, lleva tres años dedicándose a este sector y cataloga la incursión de El Corte Inglés como "la punta de lanza de lo que va a venir".
Con ocho niveles de grises en pantalla y compatible con formatos de texto como TXT, HTML, EPUB o PDF; de imágenes JPEG; y de música en MP3, este dispositivo de gama media que incluye 120 libros de serie no marca un hito tecnológico, pero sí estratégico. Y estas maniobras no afectan sólo a El Corte Inglés, sino a los fabricantes de dispositivos y al entramado editorial español. La apuesta de la cadena parece decidida. La compañía destaca que, aunque una pequeña cantidad de las primeras unidades del Inves-Book 600 se ha ensamblado en China, su intención es que este dispositivo se monte en la fábrica de Investrónica que la compañía posee en Tres Cantos (Madrid).
Proceso "caro e inseguro"Los libros electrónicos, no obstante, no son un mercado que pueda proliferar sin las editoriales. La oferta de un catálogo adecuado se plantea como uno de los factores más importantes. El director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Antonio María Ávila, destaca que la mayoría de los libros electrónicos que se venden en España son, por el momento, ediciones de libros técnicos.
Dos tercios del precio de un 'e-book' se deben a su pantallaÁvila destaca que los dispositivos son caros -dos tercios de su precio se deben a la pantalla, que para todos los lectores procede de un único fabricante-, aunque también reconoce que las editoriales, pese a que han realizado algunas incursiones en este sector, aún ven la digitalización como un proceso "caro e inseguro". "Este mercado empezará a funcionar plenamente cuando haya un fondo de catálogo suficiente e interesante para el gran público", asevera.
En EEUU, el caso de Amazon es revelador. La compañía ha podido construir su nuevo imperio digital porque contaba con la experiencia y los acuerdos necesarios con las editoriales tradicionales. El Corte Inglés también dispone de una tienda on-line de e-books que, según la compañía, dispone de un catálogo de más de 10.000 libros. Fuentes de El Corte Inglés reconocen que la oferta de títulos disponibles puede mejorar, pero agregan que ya están trabajando en ello.
Miedo a la copiaEste lanzamiento supone el primer paso de una gran cadena de distribuciónEl director de FGEE destaca que, aunque las editoriales se están sumando a los proyectos de digitalización, "la mayoría de lo que se ofrece ahora son obras en dominio público, y lo que la gente demanda es poder adquirir los títulos superventas". En este sentido, uno de los valores más destacados del dispositivo Kindle, de Amazon, es que su lector se conecta mediante Wi-Fi a la tienda on-line de la compañía, dando acceso a un catálogo de más de 230.000 obras, además de periódicos y revistas. El dispositivo de El Corte Inglés no dispone de este tipo de conexión "al menos en este primer modelo", se apresura a matizar la compañía, que no descarta su incorporación en equipos posteriores en función del avance de la demanda.
Uno de los temas de fondo que más preocupa a los editores españoles es la protección de los derechos de propiedad intelectual, para que no se repita la historia que ya ha sucedido en el ámbito musical con las discográficas y las descargas P2P. Este es uno de los frenos silenciosos a la expansión del libro electrónico.
Ávila sostiene que es indispensable crear un "ecosistema favorable" para las editoriales, que estas se sientan seguras adentrándose en este nuevo mercado, aunque el director de Leer-e añade que "no se puede tener miedo a algo que ya ha pasado", en referencia a las web P2P que, mientras las editoriales se demoran a la hora de hacer una apuesta firme, ya ofrecen descargas gratuitas de libros de pago. "Todo se resume en crear un sistema de calidad a un precio razonable", explican desde Leer-e. La FGEE añade que "nadie está dispuesto a hacer una gran inversión en digitalizar obras y ponerlas en tiendas on-line si no tienen asegurado un retorno de la misma".
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