Este artículo se publicó hace 13 años.
Londres urdió un plan para defender la energía atómica tras Fukushima
Varios emails muestran que el Gobierno contactó con la industria nuclear para coordinar la reacción
El Gobierno británico tenía el propósito de ampliar su red de centrales nucleares y no quería que la por entonces incipiente crisis de Fukushima (Japón) le estropeara los planes. Por ello, el 13 de marzo, sólo dos días después de de-satarse el terremoto junto a Japón, comenzó a urdir un plan para proporcionar a la opinión pública una respuesta coordinada entre los organismos oficiales y las empresas de la industria atómica. Según varios correos electrónicos desclasificados hoy, la intención última del Gobierno era evitar que los activistas antinucleares minaran el apoyo popular a la energía atómica.
"Esto tiene el potencial de hacer retroceder a la industria nuclear de forma global", escribía en uno de estos emails un responsable del Ministerio de Empresa, Innovación y Formación, responsable de regular la industria nuclear. Y continuaba: "Tenemos que asegurarnos de que los activistas antinucleares no ganan terreno con esto. Tenemos que ocupar el territorio y mantenerlo. De verdad necesitamos mostrar que la energía nuclear es segura", según recogía este viernes el diario británico The Guardian.
El representante del ministerio escribió a importantes multinacionales del sector, como Areva, Westinghouse y EDF, así como a la Asociación de la Industria Nuclear británica, para coordinar una reacción conjunta de cara a la opinión pública: "Tenemos que trabajar con el mismo material para llevarle el mensaje a la gente a través de los medios", decía uno de estos emails, que aseguraba que la situación no era tan "dramática" como lo hacían ver las imágenes de televisión.
Reunión conjuntaTanto es así que se convocó una reunión de responsables gubernamentales y miembros de la industria en la sede de estos últimos, "para discutir una estrategia conjunta de comunicación y participación destinada a garantizar que se mantenga la confianza de la opinión pública británica en la seguridad de las centrales atómicas".
Una de las principales preocupaciones era la comparación con Chernóbil, algo que llegó a obsesionar a muchos representantes de la industria nuclear en todo el mundo. "Los activistas antinucleares de toda Europa no han perdido el tiempo en confundir esto con Chernóbil", decía un email enviado a Areva. "Debemos anular cualquier intento de comparar esto con Chernóbil". Como es conocido, finalmente se calificó el accidente de Fukushima con el mismo nivel de gravedad, el máximo en la escala internacional.
Londres confirmó la semana pasada sus planes de construcción de ocho nuevas plantas atómicas en Gales e Inglaterra.
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