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Maravillas del Nuevo Mundo

El palacio de Buckingham muestra sus joyas gráficas de historia natural

LOURDES GÓMEZ

A la era de las grandes expediciones al Nuevo Mundo, entre los siglos XV y XVIII, se remonta una curiosa muestra de la colección gráfica en historia natural de la Real Biblioteca Británica, que incluye dibujos de Leonardo da Vinci y coloridas acuarelas de importantes coleccionistas de la época. En cada viaje, Europa descubría un exótico manantial de especias y especies –desde el girasol o el pimiento a civetas o loros– que despertó la curiosidad de artistas y científicos. “En estos dibujos se aprecia el asombro, la maravillosa sensación que experimentaron al ver una fauna y una flora que desconocían”, se maravilla Sir David Attenborough, asesor de la exposición.

El afamado naturalista británico colaboró en la selección de las Maravillosas Cosas Raras , que se exhiben en la Galería de la Reina , del londinense Palacio de Buckingham, hasta finales de septiembre. Son un total de 130 dibujos, acuarelas y grabados de flores, plantas, aves, insectos, mamíferos, conchas y rocas de América, África y Oriente Medio que llamaron la atención de los europeos. Attenborough siente orgullo, pero también envidia, ante el trabajo de estos artistas-científicos, predecesores suyos en la exploración del hábitat natural. Ha seguido sus pasos con equipos de televisión pero, como reconoce en la presentación de la muestra, “yo nunca he visto un ejemplar que antes no hubiera estudiado”.

La sorpresa de ese primer encuentro con especies desconocidas conduce a ciertos errores en su representación pictórica. Un perezoso –mamífero de Brasil, actualmente en peligro de extinción– aparece con las cuatro patas pisando el suelo, cuando tiende a pasar su existencia colgado de ramas de los árboles. El dibujo pertenecía al italiano Cassiano dal Pozoo, quien dedicó su vida a compilar un museo de papel con referencias documentales de la antigüedad y de los extraordinarios ejemplares del nuevo mundo natural a medida que Europa lo descubría. El obseso coleccionista sentía una extraña atracción por plantas deformes, como un extraño limón con cinco puntas y un enorme brócoli expuestos en Londres.

El inglés Mark Catesby introduce drama en sus composiciones y llega a combinar los diferentes elementos con efectos artísticos modernos. Estudió la flora y fauna de las colonias británicas de Norteamérica pero presta escasa importancia a la escala entre unos y otros ejemplares. Entre su herencia gráfica se conserva otra especie dada por desaparecida: el pájaro carpintero de pico plateado, originario del Caribe.

Leonardo Da Vinci antecede en tiempo y sobresale en técnica al resto de los artistas reunidos en la exposición. “Leonardo se mueve en otra categoría. Es un activo investigador; los otros eran documentalistas”, admite Attenborough. La Corona británica conserva una exquisita colección de dibujos del gran maestro renacentista: unas 600 obras en papel, de la que se exhiben 18 detallados estudios de flores y animales.
“Leonardo tiene una curiosidad excepcional”, coincide Martin Clayton, comisario de la exposición. “Nadie ha observado con tan extremada precisión el mundo natural. Representaba la tradición del Viejo Mundo, el espíritu investigador del Renacimiento”, explica Clayton.

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