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La materia oscura se exhibe en el Sol

Un grupo de científicos propone buscar el ingrediente del universo cerca del astro

MANUEL ANSEDE

Hasta hace unos 30 años, los astrónomos pensaban que los ingredientes del universo eran los mismos que los de un plátano, un libro o cualquier objeto conocido: protones, neutrones y electrones. Básicamente, todo estaría compuesto por átomos. Sin embargo, en los últimos decenios ha aparecido un cúmulo de evidencias que sugiere que hay algo insólito ahí fuera, invisible a los ojos humanos.

Hoy, los científicos sostienen que el 85% de la materia cósmica es materia oscura y los átomos, reyes de la creación durante buena parte del siglo XX, son una minoría. Sólo así se explicaría el actual modelo del universo. Y su teoría sería redonda si no existiera un pequeño inconveniente: nadie sabe qué diantres es la materia oscura.

Un equipo internacional de astrofísicos da hoy en las páginas de Nature un gran paso para resolver uno de los mayores acertijos científicos de la historia. No han hallado la solución, pero creen saber dónde encontrarla. El telescopio espacial Fermi de la NASA lleva meses rastreando el cielo en busca de las pisadas de la materia oscura, pero en los lugares equivocados. La mayoría de los cosmólogos cree que esta materia misteriosa debe de estar compuesta por una partícula elemental, todavía sin detectar en la Tierra, capaz de producir suficientes rayos gamma como para ser detectados por el Fermi. Pero, ¿dónde buscar esta firma radiactiva?

Los autores del nuevo estudio -dirigidos por Volker Springel, del Instituto Max Planck de Astrofísica, en Garching (Alemania)- creen que los rayos gamma producidos cuando las partículas colisionan en áreas con una alta densidad de materia oscura son más fácilmente detectables en las regiones de la Vía Láctea cercanas al Sol y no en otras galaxias vecinas, como la Gran y Pequeña Nubes de Magallanes o la galaxia enana de Sagitario, propuestas por otros científicos a causa de la alta densidad de sus centros.

Para llegar a esta conclusión, el grupo de astrofísicos, conocido como Consorcio Virgo, ha empleado uno de los mayores superordenadores que existen en Europa, con el objetivo de simular la formación del andamio de materia oscura que rodea la Vía Láctea. Estos halos, verdaderos ladrillos de la estructura cósmica, son un billón de veces más densos que el propio Sol.

Si, como predicen, el gran ojo de la NASA consigue detectar las emisiones del halo interior de la Vía Láctea, los miembros del Consorcio Virgo piensan que debería ser posible observar acumulaciones de materia oscura cercanas al Sol que de otra manera serían invisibles.

Uno de los autores de la investigación, el profesor Carlos Frenk, de la Universidad de Durham (Reino Unido), es optimista: 'La búsqueda de materia oscura ha dominado la cosmología durante muchas décadas, pero pronto deberíamos llegar al final del túnel'.

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