Este artículo se publicó hace 15 años.
El original mordisco del dinosaurio 'pico de pato'
Los dientes de los hidrosaurios desvelan cómo comían
Adivinar cómo se alimentaban los dinosaurios que abarrotaban la Tierra a finales del periodo Cretácico, los llamados pico de pato, no ha sido hasta ahora tarea fácil para los paleontólogos. Pero el asunto ha cambiado radicalmente con la publicación hoy en la revista PNAS de un estudio que define exactamente cómo utilizaba su enorme mandíbula este herbívoro para nutrirse. Y el resultado es jugoso para los investigadores: la forma de masticar de este tipo de dinosaurio es distinta de la de cualquier animal que habite el planeta hoy.
Para dilucidar este fundamental aspecto de la vida de este tipo de hadrosaurio, los investigadores dirigidos por el paleontólogo de la Universidad de Leicester (Reino Unido) Mark Purnell, en colaboración con técnicos del Museo de Historia Natural de Londres optaron por analizar las grietas presentes en los dientes que se conservan de los esqueletos de dinosaurios pico de gallo conservados.
Hasta ahora se barajaban dos hipótesis sobre el tipo de alimentación de los hadrosaurios. Podrían pastar vegetales a pie de suelo, como hacen las vacas y ovejas, o abastecerse a mordiscos de hojas y tallos, tal y como se alimentan las jirafas o los ciervos, explican los autores de la investigación.
Las minúsculas grietas que se formaban en los dientes de los dinosaurios mientras se alimentaban hace decenas de millones de años se han mantenido intactas desde que los animales murieron. Por eso han sido tan útiles para los investigadores.
Movimientos complejosLos movimientos de los dientes de los hadrosaurios han resultado ser muy complejos. El estudio desvela que estos se desplazaban de arriba abajo, pero también de lado a lado y de delante para atrás. Según el paleontólogo del Museo de Historia Natural Paul Barrett, este tipo de dinosaurio "masticaba, pero de una forma completamente distinta a cualquier ser vivo en la actualidad".
En lugar de tener una articulación flexible de la mandibula inferior, el dinosaurio pico de pato presentaba una especie de bisagra entre la quijada superior y el resto del esqueleto. "Como se agachaban para recoger su comida, la mandíbula superior se forzaba hacia fuera, flexionando a la vez la bisagra de forma que la superficie de los dientes de ambas mandíbulas chocaban entre sí, triturando los alimentos en ese proceso", señala Barrett.
El patrón de alimentación descrito hoy confirma una antigua teoría formulada hace 25 años que atribuía a estos dinosaurios la capacidad de masticar pero, sobre todo, aporta nuevos datos sobre la ecología de este tipo de animales, según los investigadores.
Pero el trabajo no sólo desvela cómo comían estos dinosaurios sino, también, de qué se alimentaban. Por ejemplo, se descarta que lo hicieran de hierba y los datos apuntan más a alimentos vegetales que crezcan cerca de la tierra ya que las grietas en sus dientes contenían pequeñas moléculas de arenilla y gránulos de silicio. Así, es probable que plantas como los helechos fueran importantes componentes de la dieta de los gigantes herbívoros.
Algo que ha sorprendido a los autores fue la poca superficie de dientes que hubo que estudiar para averiguar su alimentación, la equivalente a dos pelos humanos.
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