Este artículo se publicó hace 14 años.
"El participante obtiene un beneficio real"
Agustín Mocoroa, director médico del Grupo Santander
Ander Izagirre
El director médico del Grupo Santander, Agustín Mocoroa, desprende entusiasmo cuando habla del estudio PESA, uno de los proyectos del CNIC para evaluar si, ante una predicción certera de enfermedad cardiovascular, los individuos son capaces de cambiar sus hábitos nocivos de vida. Y para Mocoroa, sin duda, la respuesta es afirmativa.
¿Qué es lo que le llama la atención del reto de participar en el estudio PESA?
En primer lugar, la muestra que vamos a estudiar tiene una presencia femenina importante, por lo que nos ofrecerá datos interesantes sobre la enfermedad cardiovascular en mujeres. También nos interesa la tecnología puntera de imagen que se va a emplear en el estudio y, por otra parte, la posibilidad de encontrar algún marcador de diagnóstico precoz. En realidad eso es lo que estamos buscando, encontrar algo que pueda indicarle a un paciente que tiene un riesgo cuantificable de verdad.
Pero, actualmente, ya se puede prever que una persona con varios factores de riesgo (obesidad, tabaquismo...) tiene muchas posibilidades de sufrir una enfermedad cardiaca, ¿no es así?
"El hecho es que tenemos perfiles de riesgo que luego no enferman"
Sí. Pero el hecho es que hoy tenemos perfiles de riesgo que luego no presentan patología, aunque teóricamente tengan alrededor de un 20% de riesgo por encima de la población normal. Se trata de predicciones poco concretas.
¿En qué consiste exactamente el estudio?
Lo que buscamos es un análisis epidemiológico. A los participantes se les pregunta sobre sus hábitos. Por ejemplo, se les cuestiona sobre su práctica de ejercicio, pero también sobre sus costumbres nutricionales. Se trata de una encuesta muy extensa que puede durar hasta tres horas, en la que se les pregunta, incluso, cuáles eran sus hábitos alimenticios en la niñez. Se trata de intentar que el estudio tenga también en cuenta factores psicosociales.
"El estudio nos ofrecerá datos sobre la enfermedad en mujeres"
¿Y en cuanto a las pruebas clínicas?
Se hace, en primer lugar, un completo análisis de sangre, así como un estudio morfológico. También se lleva a cabo la valoración tensional de brazo tobillo [prueba que busca comprobar la tensión en diferentes partes del cuerpo para ver si coincide] y se les coloca un acelerómetro, un aparato que valora la actividad física que realiza el participante durante siete días. También habrá estudios genéticos y de bioquímica para buscar un perfil real de riesgo.
Usted asegura que las pruebas de diagnóstico por imagen son muy punteras.
Sí. Se les va a someter a una Tomografía Axial Computerizada (TAC) y a una ecografía tridimensional de la aorta y de las carótidas. Y, a la gente que tenga patología, se le practicará una combinación de Tomografía por Emisión de Positrones (PET) y resonancia. Esta última tecnología va a ser puntera en España y, de hecho, todavía no está operativa, se está instalando en el CNIC.
¿Por qué recomendaría participar en este estudio?
Formar parte de él tiene un beneficio real para la persona. El participante se va a llevar un informe muy valioso de su estado de salud y, además, recibirá recomendaciones preventivas. Cada pocos años, además, se le someterá a revisiones amplias.
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