Este artículo se publicó hace 14 años.
Los primeros pájaros tenían cuatro alas
Las aves actuales heredaron el vuelo de dinosaurios planeadores
Los primeros ancestros voladores de las aves fueron pequeños dinosaurios que vivían en los árboles y que podían planear gracias a sus cuatro alas cubiertas de plumas. Así lo mantiene un estudio que publica hoy PNAS y cuyas conclusiones se basan en una maqueta con la que los autores han analizado el vuelo de los microrraptores, los parientes del velocirraptor que surcaban el aire hace unos 120 millones de años.
Este género de dinosaurios ha vivido no pocas polémicas y algunos expertos creen que las diferentes especies incluidas en el grupo no son sino la misma. También ha originado otro debate paralelo sobre cómo surgió la manera de volar de los pájaros modernos, que son parientes lejanos de los dinosaurios. Una escuela señala que los ancestros de las aves eran dinosaurios terrestres muy rápidos que ya habían desarrollado plumas y que comenzaron a despegar desde el suelo hasta conseguir volar tras muchas generaciones de evolución. La teoría opuesta es que los primeros pájaros eran dinosaurios con plumas que vivían en los árboles y planeaban de una rama a otra.
Algo así sería lo que hizo el Microraptor gui, la especie en la que se ha basado el equipo de Larry Martin en la Universidad de Kansas (EEUU) para el presente estudio.
DinomodelismoLos expertos viajaron a China para analizar cientos de fósiles de estos dinosaurios, que eran del tamaño de un halcón. Después intentaron construir el suyo propio. Primero hicieron una maqueta del esqueleto y la piel del dinosaurio, incluidas plumas de faisán con el mismo tamaño de las que muestran los fósiles originales. Estas primeras maquetas sirvieron para calcular el peso de estos animales, algo más de un kilo.
Después se creó una segunda maqueta más ligera del microrraptor con las cuatro alas extendidas. Tras varios lanzamientos dentro y fuera del laboratorio, los investigadores concluyeron que era capaz de planear a una velocidad de más de 10 metros por segundo. Sus cuatro alas le daban mayor estabilidad de la que gozan planeadores actuales, como el lémur volador que vive en Filipinas. Al igual que ellos, el microrraptor vivía en los árboles, pues sus plumas de 17 centímetros le hacían demasiado torpe en el suelo.
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