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Talas masivas amenazan el hábitat y las especies protegidas de los Montes Universales

Vecinos y científicos denuncian las actividad de máquinas cosechadoras de pinos en la parte aragonesa de la Vega del Tajo, hábitat de mariposas endémicas, Boletus, águilas, gatos monteses y otras especies protegidas.

La mariposa isabelina (Graellsia isabellae) que vive de los Montes Universales tiene la categoría «De Interés Especial» en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas de España.
La mariposa isabelina (Graellsia isabellae) que vive de los Montes Universales tiene la categoría De Interés Especial en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas de España. Yeray Monasterio/Zerynthia

"Meten unas máquinas procesadoras que trabajan día y noche y tiran todo lo que encuentran a su paso. Talan el 70-80% de los árboles. Están dejando todo masacrado", cuenta a Público Santiago González, "nacido y criado en Guadalaviar", uno de los pueblos de la Vega del Tajo-Muela de San Juan, en Teruel. Durante toda su vida, "como todos por aquí", Santiago ha trabajado en el monte: "Cortábamos los árboles de forma selectiva, marcábamos uno de cada diez". Es lo que en el lenguaje técnico se llama gestión forestal, que sirve para mantener un bosque sano, talando árboles viejos y dejando espacios para vegetación nueva. Hasta hace tres años, las cuadrillas usaban tractores pequeños para arrastrar los troncos y, para cortarlos, motosierra, una herramienta que permite respetar a los árboles de alrededor y sigue siendo el método empleado en la parte de los Montes Universales que pertenece a Castilla-La Mancha, en las provincias colindantes de Guadalajara y Cuenca. Allí, la misma zona del Alto Tajo es Parque Natural, con previsiones de convertirse en Parque Nacional.

Y es que el motosierro, como lo llaman allí, es mucho más manejable que la maquinaria pesada –procesadoras de 22 toneladas– que hoy invade los Montes Universales, en la parte de Teruel. "Están usando máquinas cosechadoras de pinos de 8 metros de cabezal que, para que sean viables, tienen que cortar 120 toneladas diarias de madera", cuenta a Público Javier Martínez, vecino de Guadalaviar y presidente de la asociación SOS Montes Universales. "Todo lo que pillan por delante lo machacan". En Griegos, un pueblo de 143 habitantes junto al puerto de Orihuela, los parroquianos hacen apuestas para ver quién encuentra un árbol con tronco grueso que aún siga en pie. "Los están cortando todos, es un desastre", responde a Público la dueña del bar. 

Paisaje de la Vega del Tajo en el término de Guadalaviar con 3 años de diferencia: antes y después del paso de las máquinas cosechadoras de pinos.
Paisaje de la Vega del Tajo en el término de Guadalaviar con 3 años de diferencia: antes y después del paso de las máquinas cosechadoras de pinos. Javier Martínez

"Están dilapidando nuestros recursos"

Según nos cuenta el ecólogo Fernando Prieto, director del Observatorio de Sostenibilidad, han cortado todos los pinos de 130 y 140 años. La razón es que los árboles más gruesos y los singulares –los que tienen alguna característica especial: asimétricos, con tronco bifurcado…–no entran en la máquina de trocear la madera. "Solo dejan los arbolitos rectos de 30 centímetros de diámetro, todos iguales, porque son más fáciles de procesar. Están transformando en serrín y pellet una zona que podría ser parque natural", denuncia.

La Consejería de Medioambiente de Aragón asegura que "no es una tala masiva, sino un tratamiento de masas forestales para su rejuvenecimiento y para adaptarnos al cambio climático, con bosques más resilientes a incendios o sequías", tal y como apunta a Público Diego Bayona, Director General de Ordenación Forestal de Aragón. "No hay que tener miedo a la tecnología y la maquinaria. Si nos permite hacer una mayor gestión en mayor superficie, bienvenida es", señala. Nos asegura que, "aunque parezca que es una explotación para obtener madera, el primer objetivo es mantener la funcionalidad del ecosistema. Además, sí estamos creando un beneficio económico para las entidades públicas y empleo local, mejor que mejor".

Sin embargo, los que viven allí no están muy de acuerdo. "Antes íbamos varios en una cuadrilla y vendíamos la leña a 60-100 euros la tonelada. Ahora va solo un chaval en la máquina que lo hace todo. Y están vendiendo la madera a 8 euros la tonelada. Están dilapidando nuestros recursos. Si el maderista compra a 8 euros lo que antes se vendía a 100, alguien se está enriqueciendo con eso y no somos nosotros", protesta Santiago.

Hormigón en la reserva fluvial

Mientras, las quejas de los vecinos, los vídeos y las fotos prueban que "lo están dejando todo homogéneo, como una cuadrícula. Por donde pasa la máquina procesadora arrasa todo lo que hay a 3-4 metros a los lados". Pero eso no es todo. "Las máquinas trabajan noche y día, aun cuando llueve. Eso no se debe hacer, porque por donde entran está demasiado húmedo", comenta Santiago. Prieto nos explica la razón: los suelos se resienten por el peso y el trasiego de la maquinaria, haciéndolos más vulnerables a la erosión, más propensos a embarrarse y más hostiles para la vegetación.

Por si fuera poco, la confederación Hidrográfica del Tajo ha iniciado un expediente sancionador contra la comunidad de Albarracín por talar en la orilla del río, que es una reserva fluvial protegida. A esto se suma una pasarela de hormigón que cruza el río en el término de Albarracín y "ya no permite subir a las truchas", observa Javier. Desde la concejal, Bayona nos responde que ,"para poner cierta maquinaria en marcha, se necesitan pistas de acceso. Siempre que hay una perturbación, podría haber un cambio negativo, pero merece la pena si los beneficios superan a los riesgos".

Mariposas amenazadas por la maquinaria pesada

Además del ánimo de los vecinos y de los pinos, también se resienten la flora y fauna del lugar. Por el momento, han desaparecido los Boletus edulis, que compartían hogar con varias especies protegidas, como el águila real e imperial, la nutria europea, el gato montés o la mariposa isabelina, que cría en los pinos de la región –Pinus sylvestris–. Otra mariposa amenazada es la Erebia zapateri, endémica del Sistema Ibérico, que deposita sus huevos en las praderas de gramíneas entre los pinares, las mismas que resultan arrasadas por el trasiego de la maquinaria pesada. Están en riesgo, también, hábitats de interés comunitario, como las turberas bajas alcalinas o los brezales alpinos.

El paso de la maquinaria pesada con la lluvia deja zanjas que rompen el ecosistema del suelo.
El paso de la maquinaria pesada con la lluvia deja zanjas que rompen el ecosistema del suelo. Borja Zausen

Por el momento, 100.000 ciudadanos de a pie y 60 científicos, profesores y catedráticos de universidades españolas, han firmado el manifiesto SOS Montes Universales que pide "un replanteamiento del Plan de Ordenación de Montes en la Vega del Tajo". Según recalca Prieto, "no nos oponemos a que se haga una gestión forestal. Pero sí a que se emplee esta maquinaria pesada que está siendo devastadora. Hay que potenciar el tipo de gestión que se está haciendo en las comarcas vecinas de Cuenca y Guadalajara, con cuadrillas forestales controladas".

La gente que vive en esas tierras, quienes han mamado sus paisajes, no piensa rendirse. "Es tu casa. Es como si se mete un extraño en tu casa a romperte los tabiques", dice Javier. "Aquí somos de preservar nuestros montes para el futuro", recalca Santiago.

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