Los psicólogos no se ponen de acuerdo. Mientras que algunos estudios presentan una faceta adictiva y oscura de los videojuegos, otros como el presentado por investigadoras de la Universidad de California Davis y Buffalo en Nueva York mantienen que éstos pueden ayudar a los más jóvenes a desarrollar sus capacidades socializadoras y creativas, condicionado a un correcto uso de los mismos. 

Una de las investigadoras, Cynthia Carter, se muestra consciente de la teoría de algunos educadores, que argumentan que la tecnología anula la creatividad de los más pequeños. No obstante, según su estudio, los niños son capaces de transformar la experiencia de juego en solitario en una actividad grupal por lo que podría considerarse que, según sus pruebas, puede utilizarse como instrumento para fomentar ciertas actitudes positivas.

En su primera prueba, las investigadoras observaron a los niños que eligieron jugar a un videojuego durante su tiempo libre. Aunque sólo podía jugar uno, ellos mismos negociaron turnos y se daban consejos entre sí sobre cómo avanzar en él. 'Los niños mostraron una gran capacidad de planificación y habilidades sociales complejas en la negociación sin que fuera necesaria la orientación de adultos', añade Carter.

Herramienta socializadora
Para llevar a cabo su segunda prueba se les dio a los niños un conjunto de cámaras de fotos y se les explicó que el juego versaba sobre la creación de una revista. Igual que en el caso anterior, comenzaron a mostrar su creatividad, a la vez que se organizaban para contar una historia con sus imágenes.

Para Carter, este tipo de estudios demuestran que la tecnología en su concepto más amplio puede utilizarse específicamente para el desarrollo de distintas habilidades y que puede constituirse como una herramienta creativa para fomentar las redes sociales, la amistad y el compañerismo.