Este artículo se publicó hace 16 años.
Nuevo paso hacia la comunicación segura
Un equipo español prueba un sistema que evitaría el espionaje informático
Un equipo de investigadores españoles ha realizado con éxito un experimento que podría mejorar el intercambio de información en las redes, hasta el punto de hacer imposible la interceptación de la comunicación y el espionaje electrónico.
La forma más segura en la actualidad de enviar información por las redes es cifrándola: el emisor la encripta usando una clave secreta y el emisor la descifra con otra, que sólo tiene él. Aunque es difícil violar un documento protegido de esta manera, el sistema tiene un punto débil: el remitente ha tenido que enviar previamente la clave al destinatario y en ese momento puede que haya alguien espiando.
La alternativa a este problema es la criptografía cuántica . En esta incipiente tecnología, los fotones -las partículas de las que está formada la luz- son usados para transportar a través de fibra óptica la clave de forma segura. La seguridad viene del hecho de que cualquier intento de leer el fotón por un tercero cambia el estado de la partícula, esto hace que el espía sea detectado y se aborte la comunicación.
Un fotón portador de datos
El experimento, realizado por un equipo dirigido desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha consistido en el envío de fotones de forma individual. Cada fotón, con una determinada polaridad, puede transportar un bit -unidad básica de información- que, en el lenguaje informático, se corresponde con un 1 o un 0.
Aunque ya existen sistemas comerciales basados en la criptografía cuántica, la tecnología usada no es segura al 100%. Se basan en fuentes de luz láser muy atenuadas, donde la misma información se codifica en más de un fotón. Esto conlleva el riesgo de que el delincuente informático pueda interceptar uno de los fotones, dejando pasar los otros. De
esta manera, no se sabría si los datos han sido espiados o modificados.
El investigador Benito Alén, que trabaja en el Instituto de Microelectrónica de Madrid y ha dirigido el experimento, explica que al usar fotones individuales se impide cualquier intento de descifrar la información. "Por los propios principios de la mecánica cuántica, el sistema es inviolable", asegura. En el caso de que un pirata informático intentara medir el estado de un fotón para obtener la clave, inevitablemente modificaría dicho estado de la partícula, lo que sería detectado por el emisor y el receptor auténtico.
El éxito de este experimento, por primera vez en España, abre ahora un camino en el que la tecnología tendrá que ir madurando para que, en un plazo de unos 10 años, puedan existir en el mercado dispositivos capaces de enviar fotones individuales que contengan claves seguras.
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