La ciberdelincuencia de origen chino es mucho más sofisticada de lo que los expertos occidentales pensaban. Lejos de la imagen difundida de jóvenes expertos en informática, dedicados a hacer travesuras en la Red, existe un mercado muy organizado en el que varios miles de delincuentes informáticos compran y venden nuevas formas de cibercrimen.

En estudio publicado esta semana y elaborado por seis expertos y profesores de las universidades de Mannheim (Alemania) y Pekín (China) ha conseguido hacer una completa y compleja radiografía de todos los actores que pululan por la parte criminal de la Internet china y las relaciones de negocios que establecen entre sí. Para ello, han analizado casi 150.000 sitios web y han seguido muy de cerca algunos de los juicios a varios delincuentes informáticos, o crackers.

‘Pestes’ informáticas

En la base de la pirámide se encuentran los programadores que crean los virus, troyanos, gusanos y demás pestes informáticas para venderlos en el mercado negro. Otros actores son los administradores de sitios web que intentan atraer a los internautas. Sus páginas suelen ocultar un troyano, un tipo de virus que se instala en el PC de la víctima y toma su control. Estos administradores consiguen así información personal del usuario, como contraseñas, para usarlas o venderlas. Por último, quedan los que se benefician de esos datos estafando a los internautas o usando sus cuentas para hacer compras.

Según el informe, el 1,49% de las páginas analizadas ocultaban algún código malicioso que intenta infectar el ordenador del usuario que la visita. Las páginas con más probabilidades de estar infectadas son las que ofrecen descargas gratuitas de fotos o vídeos, seguidas de los sitios de deportes o juegos.