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La democracia nació en León

El analista político John Keane destruye la tesis oficial del origen del parlamentarismo en Inglaterra

PAULA CORROTO

El parlamentarismo democrático no surgió en Westminster (Inglaterra), sino en el Reino de León. Y tampoco fue a finales del siglo XVIII sino en una fecha muy concreta: marzo de 1188. Según defiende el analista político australiano John Keane en su libro The life and death of Democracyaún no traducido al castellano, fue el joven rey de 19 años Alfonso IX quien en esa época creó las primeras cortes protoparlamentarias de la Historia. El germen de lo que más de seis siglos después se denominó democracia parlamentaria.

'Fue la primera vez que se reunieron los estamentos tradicionales, la nobleza y el clero, pero también los comerciantes, para debatir los asuntos de la sociedad. El rey sabía que disponía del Primus inter pares [el primero entre sus semejantes], pero vio que era importante conseguir el consenso de los tres estamentos para la recaudación de impuestos o para no incurrir en la arrogancia que provocan las mayorías absolutas', explica Keane, quien asegura haber buceado en documentos de la época de las Cortes de León para desarrollar su tesis. 'Y he constatado que aquella primera reunión tuvo un carácter secular. No se percibió que fuera por voluntad divina, sino que era un ámbito para discutir problemas de carne y hueso', apostilla.

Keane, catedrático de la Universidad de Westminster, fundador del Centro para el Estudio de la Democracia en 1989 y autor de ensayos como Reflexiones sobre la violencia (Alianza, 2000) está considerado uno de los analistas más audaces, a pesar de que reconoce que no ha recibido demasiadas críticas de los ingleses por haberles quitado la denominación de origen de la democracia . 'Estaba más preocupados por la corrupción', señala.

Sin embargo, en esta obra también destruye el mito de la creación de la democracia en la antigua Grecia. Según él, dos mil años antes de los griegos, los micenos ya utilizaban términos como damokoi damos significa pueblo en la lengua Lineal B de los micenos y organizaban reuniones en las que sus miembros era tratados como iguales.

El papel de las religiones también entra dentro de sus investigaciones. Keane defiende que el Islam tuvo un rol determinante en el nacimiento de los parlamentos, ya que fue el poder musulmán en la España medieval el que desencadenó la reacción que dio lugar a las primeras cortes leonesas. También alude al término árabe wakil una especie de representante en los asuntos jurídicos como noción que desarrollaría el concepto de procurador en las Cortes. Como otra opción el analista reconoce que hay estudios que demuestran que hay orígenes orientales en la concepción de la democracia.

A Keane no sólo le interesa el origen del sistema democrático sino también su devenir. Y no lo ve con buenos ojos. En The life and death of Democracy alerta de su declive. Una caída en picado que él observa en el aumento del poder de loslobbies y de los grupos supranacionales, 'que están detrás de las decisiones que toman los parlamentos', asegura. Como 'síntoma preocupante' señala también al populismo creciente en países como Venezuela y en la conducta de políticos como la ex gobernadora de Alaska (EEUU), Sarah Palin. 'En sus discursos ella evita nombrar la palabra parlamento y la sustituye por pueblo. Es una decadencia del parlamentarismo democrático',advierte Keane.

Peor aún ve el advenimiento de un sistema de democracia a la China como sustitutivo al sistema actual. 'Es una posibilidad desagradable, pero muy real', manifiesta. Al contrario que otros analistas como el norteamericano George Friedman, que cree en el poder de los EEUU, Keane sostiene que el centro de gravedad del mundo se está desplazando hacia el área Asia-Pacífico. 'Estos países están experimentando con el desarrollo de los mercados a nivel global y sin democracia. Eso es muy peligroso porque está claro que China va a ser el próximo poder global', argumenta Keane. Por EEUU no apuesta demasiado. 'Los años de Bush hicieron mucho daño a la democracia de EEUU. Desde luego, el futuro no se va a decidir en esa región', añade.

A pesar de su decadencia, el analista cree que la democracia parlamentaria es el mejor de los sistemas: 'Es la mejor arma humana que tenemos para luchar contra esa estupidez que provoca lo absoluto, para prevenir de la arrogancia del poder'. Y esto vale tanto en Pekín como en Washington.

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