Este artículo se publicó hace 13 años.
Al otro lado del espejo de la realidad
Es importante que una capitana de la literatura, como ella misma y algunos la han nombrado, tenga por fin este premio. El Cervantes no es un galardón fácil para las escritoras. El hecho de que sólo haya habido tres es significativo. Y por razones que no acierto a comprender, cuando se premia a las mujeres con un Cervantes se hace a escritoras mayores, una anomalía en un país que debería haber superado cuestiones como la presencia femenina en el reparto del poder, también el literario.
Sólo por una obra, Primera memoria, Premio Nadal en 1959, Matute lo merece. Luego ha seguido publicando, demostrando que siempre está en el mundo de lo imaginario y de lo invisible, un mundo que muchas veces nos dice más de lo real que lo que llaman el relato realista. Es el otro lado del espejo del relato, el otro lado del espejo de lo real, para encontrar una realidad más profunda.
No sé porque hay quien se empeña en decir que la infancia es el recurso inicial de los escritores que tienen la biografía como cantera de su escritura. La infancia es uno de los temas más complicados de tratar. Es ese lugar seguro que todo el mundo tiene herméticamente cerrado y al que sólo los valientes, los épicos y, al mismo tiempo, los trágicos, llegan sin temor.
En Primera memoria, libro que cita continuamente como su obra más referencial, Ana María toca la infancia y la herida colectiva a la vez. La infancia y el trauma de la Guerra Civil española, el odio entre hermanos, el cainismo, la gran mutación histórica en que estuvimos sumidos los españoles en la primera posguerra. Hay cientos de novelas sobre Guerra Civil, pero muy pocas desde la niñez. Ella estuvo allí, en la doble mutación: el paso de infante a adulto y el paso de la guerra a la posguerra, que fue durísima para su generación. Y siempre ha sido fiel a su recuerdo.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.