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Álex de la Iglesia, en tromba a por el León de Oro

El director ultima Balada triste de trompeta' a toda velocidad para llegar a tiempo a la competición de la Mostra de Venecia

CARLOS PRIETO

Muchos de ustedes recordarán una escena de Aterriza como puedas (ZAZ, 1980) en la que el pasaje (formado por monjas, hare krishnas, abuelas drogatas y un insensato etcétera de personajes) hace cola para intentar calmar a bofetadas a una pasajera exaltada que no puede con la presión. En efecto, de vez en cuando uno necesita dos hostias para tranquilizarse cuando viaja en avión, sobre todo si vuela hacia la Mostra de Venecia mientras lee la prensa italiana del día.

Cómo no volverse completamente majara leyendo cosas como que Gadaffi ha convertido al islamismo a un grupo de azafatas romanas (pagadas) con el beneplácito de Berlusconi (ambos son socios, por cierto, en la productora cinematográfica Quinta Communications). O que la construcción de la nueva sede de la Mostra, que debía inaugurarse el año que viene, se ha paralizado porque sus promotores gubernamentales están acusados en el caso de corrupción de las obras del G-8 en laMaddalena. Bienvenidos a Italia, amigos.

Robert Rodríguez inaugura hoy el certamen con Machete'

La 67ª edición de la Mostra de Venecia arranca hoy con dos de sus platos fuertes servidos del tirón: las nuevas películas de Darren Aronofsky y Robert Rodríguez, que inaugura el certamen con Machete, filme fuera de competición con el que el director de El mariachi (1992) y compañero de correrías de Quentin Tarantino, presidente del jurado este año, vuelve a desenfundar la artillería pesada. Narra las peripecias de un ex agente federal mexicano que emigra a EEUU para buscarse la vida y donde se ve implicado en el intento de asesinato de un senador racista.

Por su parte, Aronofsky, ganador del León de Oro hace dos años con El luchador, que sirvió para resucitar la carrera de Mickey Rourke, intentará repetir éxito con Black Swan. Un thriller psicológico sobre la tensa relación entre dos bailarinas obsesivas. Quizás sirva para aclarar por fin si el director de películas desiguales como Réquiem por un sueño (2000) y La fuente de la vida (2006) es un genioo un diletante.

La representación estadounidense en la competición es heterodoxa

La nutrida y heterodoxa representación estadounidense en la competición oficial se completa con la presencia del veterano y legendario Monte Hellman (Road to nowhere), la interesante directora independiente KellyReichardt (Meek's Cutoff), el prestigioso pintor Julian Schnabel (Miral), el niño terrible Vincent Gallo (Promises writtenin water) y la mimadísima Sofia Coppola, que vuelve a la carga con Somewhere, cuya trama transcurre en el lujoso hotel Chateau Marmont de Sunset Boulevard. Resumiendo: los estadounidenses van a por todas tras su paso testimonial por el pasado Festival de cine de Cannes.

Contra ellos deberá competir uno de los cineastas españoles más populares fuera de nuestras fronteras: Álex de la Iglesia. El autor de El día de la bestia (1995) cuenta en Balada triste de trompeta, las peripecias de dos payasos (Antonio de la Torre y Carlos Areces) enamorados de la misma trapecista (Carolina Bang). La acción transcurre en dos épocas diferentes, durante la Guerra Civil Española y en los últimos años del franquismo. Poco se ha filtrado del resultado final. Entre otras cosas, porque la película aún se está terminando. Como lo oyen.

Álex de la Iglesia lleva dos meses de trabajo frenético intentando llegar a tiempo a Venecia. El cineasta se ha pasado todo el verano encerrado en una sala de montaje, durmiendo media hora al día sobre una colchoneta e ingiriendo pastillas mientras balbuceaba incoherencias (delirantes, eso sí, echen un ojo a su explosivo blog y comprobarán por sí mismos que no exagero un pelo). Este hombre es un monstruo del humor.

De la Iglesia lleva dos meses frenéticos para llegar al festival

Pero el director de la Academia no estará solo. Lope, dirigida por el brasileño Andrucha Waddington, se estrenará en la sección oficial, aunque fuera de competición. Y en la sección paralela Horizontes contaremos con dos francotiradores. El prestigioso José Luis Guerin, que en Guest presenta un diario fílmico de sus viajes por los festivales internacionales que no va a dejar indiferente a nadie. Y Lluís Galter debuta con una historia sin concesiones (Caracremada) sobre uno de los últimos maquis de Catalunya.

El resto de la representación europea estará encabezada por los inevitables cuatro directores italianos a competición: Carlo Mazzacurati (La passione), Ascanio Celestini (La pecora nera), Mario Martone (Noi credevamo) y Saverino Costanzo, encargado de adaptar el best seller de Paolo Giordano La soledad de los números primos. Antony Cordier (Happy few) y François Ozon (Potiche) defenderán el pabellón francés. Y también habrá sitio para la griega Athina Rachel Tsangari (Attenberg), el alemán Tom Tykwer (Drei) y el polaco Jerzy Skolimowski. Merece la pena detenerse un momento a repasar la obra de este último: Essential Killing cuenta las tribulaciones de un talibán que tras ser detenido y trasladado a Europa logra huir llevándose a todo Cristo por delante. Virgencita, virgencita, que me quede como estoy.

José Luis Guerin y Lluis Galter compiten en la sección Horizontes

De entre los cineastas asiáticos que lucharán por el León de Oro se puede destacar la presencia del vietnamita Tran Anh Hung, que ha adaptado la novela más célebre de Haruki Murakami (Norwegian Wood), y del japonés Takashi Miike (13 assasins), uno de los reyes del terror de bajo presupuesto. Por último, el chileno Pablo Larraín, una de las promesas latinoamericanas más potentes de los últimos años, que ya había sorprendido en San Sebastián hace dos años con Tony Manero, intentará dar la campanada con Post Morten.

Damas y caballeros, abróchense los cinturones que el avión va a despegar ¿Tendremos un vuelo feliz y tranquilito o habrá turbulencias? ¿Ganará De la Iglesia el premio gordo? ¿Caerá el Gobierno de Berlusconi durante el certamen? Hagan sus apuestas.

Darren Aronofsky, el director de ‘Pi ‘(1998) intentará consagrarse con ‘Black Swam', la historia sobre la rivalidad entre dos bailarinas.

Álex de la Iglesia, el presidente de la Academia vuelve a la carga con la historia de dos payasos que aman a la misma mujer. La acción transcurre entre la Guerra Civil y el franquismo.

Sofia CoppolaCoppola vuelve a territorio conocido en ‘Somewhere', rodada en el hotel Chateau Marmont. ¿Vuelta a las atmósferas de ‘Lost in translation'?.

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