MADRID.- ¿Tiene límites del humor? "Todo en la vida tiene límites, incluida la libertad de expresión. El primer límite lo establecemos nosotros y, por eso, digo que puedo hacer humor con los fusilados españoles en las cunetas pero no ridiculizarlos". Con esta frase respondía Alfons López de Público al director de este diario, Carlos Enrique Bayo, en la mesa redonda "informal" en la que han participado algunos de los viñetistas más importantes de nuestro país como Forges (El País), Ricardo (El Mundo) y Jesús Zulet (Diario Vasco y Correo Español), y que ha tenido lugar en el Teatro del Barrio de Lavapiés.

La charla se produce tras la reciente la polémica y la renuncia del concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata, a causa de unos tuits de humor negro que hizo hace años. "Zapata tenía que dimitir; no me gusta que alguien así nos represente en el Ayuntamiento. Me parece una falta de responsabilidad escribir algo así", incidía Ricardo.

Durante las conversaciones, en las que Alfons ha definido su trabajo como acudits -"ocurrencias ingeniosas" en castellano- el dibujante ha presentado su último libro: Malvados e Imbéciles. "La estupidez humana es mi mayor fuente de inspiración", añadía cuando le preguntaron sobre los políticos que han gestionado la crisis de nuestro país.

"Se están haciendo y diciendo barbaridades desde el PP y a ellos no se les condena en nada", se desmarcaba Alfons mientras consideraba que a partir de ahora "van a rastrear absolutamente todo de todos". "Creo que en esta mesa compartimos la idea de que la investigación y persecución que se ha dado a Zapata es absurda".

"Estamos de acuerdo en que el chiste de Zapata es horrible y que en Twitter no hay contexto posible", decía por otro lado Jesús Zulet, a la par que recordaba que fueron ellos, los viñetistas, "los primeros en considerar que el racismo era intolerable a la hora de fijar los pilares de la democracia".

Viñeta de Alfons publicada el mismo día en el que presenta su libro / PÚBLICO

Los límites del humor

"Nosotros somos opinión dibujada y nuestros trabajos no tienen por qué ser graciosos, simplemente son reflexiones para hacer pensar a la gente", avanzaba Alfons antes de dar paso al resto de ponentes. 

"Durante mucho tiempo fui persona non grata para ETA y si lo era, era para que me dieran un tiro en la nuca", contaba Forges. "Llegaron a mandarme mensajes en los que me ponían frases como: Sabemos a que guardería van tus hijas", hablaba para contar cómo ha ido evolucionando el humor gráfico en España.

Sin embargo Ricardo, defendía que aunque "hay que criticar a todo el mundo", nunca se planteó "dibujar a Alá porque aquello no respeta a la gente". "Es absurdo poner límites a la libertad de expresión, lo dice hasta el Parlamente Europeo; sin embargo, en España sí que hay obligado respeto a la religión".

En relación al papel que tiene el humor político en una democracia, Jesús Zulet piensa que "hay que respetar pero no caer en lo que quieren los fundamentalistas", puesto que "a ellos todo les parece mal". 

En este sentido, Carlos Enrique Bayo concluía: "Una de las secciones más visitadas en Público es Tremending Toppic y ahí aparecen muchos francotuiteadores con los que la gente se puede sentir ofendida si no piensa igual, pero siempre se respetan unos límites".