Este artículo se publicó hace 13 años.
Un anuario para rescatar el valor cultural de Europa
Darío Villanueva dirige un volumen que va más allá de la unión de los mercados
Europa no es sólo un gran mercado, aunque ahora lo parezca. También es un conjunto de lenguas muy relacionadas entre sí a través de sus literaturas. Eso que se llama cultura europea. Lo dice el académico de la RAE Darío Villanueva, por si a alguien se le había olvidado en esta vorágine de primas de riesgo, bancarrotas, rescates financieros e insolidarias artes políticas. "Ahora que la economía se está imponiendo totalmente no viene mal recordar que Europa es una cultura con un conjunto de ideas y lenguas muy próximas entre sí", señaló ayer a Público.
Villanueva acaba de dirigir el I Anuario de Literatura Comparada en el que da fe de esta mixtura literaria y cultural sobre la que se ha construido Europa. La revista se titula 1616, en referencia al año de la muerte de Shakespeare y Cervantes una nueva muestra de las interrelaciones culturales y supone uno de los grandes proyectos de la Sociedad Española de la Literatura General y Comparada, creada en los años sesenta.
En este anuario se da, además, una preeminencia a la literatura española y cómo esta ha influenciado a su vez a otras literaturas. Para Villanueva es una forma de conseguir que la aportación española a la literatura comparada sea reconocida internacionalmente. "Cervantes influyó mucho en los ingleses del siglo XVIII, y a Calderón de la Barca le ocurrió lo mismo en Alemania", recordó Villa-nueva. Entre las aportaciones del primer número hay algunas curiosidades. Una de ellas es la relación entre la poesía del griego Cavafis y de Gil de Biedma, entendida como una poesía dolorosa, pero terapéutica. "Es una obra que aborda problemáticas comunes. Por eso, en la situación que estamos es imposible pensar una Europa sin Grecia".
La buena globalizaciónEl académico reconoce que, a pesar de los malos momentos económicos, la situación no es tan desastrosa para este tipo de estudios que buscan nexos comunes en las culturas. Para ser comparatista "hay que reunir unas condiciones que no existen cuando hay fronteras muy fuertes, cuando hay guerras frías o aislacionismos", señaló. La globalización ha hecho un gran favor a este respecto. Al igual que las nuevas herramientas tecnológicas. "La globalización tiene unas ventajas, entre ellas ese sentimiento auténticamente global en lo que concierne a la literatura. Las nuevas generaciones tienen más acceso al estudio de las lenguas", manifestó Villanueva.
En esta mezcla, España se ve enriquecida, además, por su condición plurilingüística, que la acerca a otros países como Suiza.
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