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Ártico 'Ártico', la dificultad de resolver un caso bajo cero

COSMO estrena este lunes (a las 22:00 horas) 'Ártico' una serie finlandesa con un arranque más que prometedor ambientada en Laponia.

Un fotograma de la serie. / COSMOS

Un asesino en serie que se ceba con las más débiles y olvidadas de la sociedad. Un paisaje helado. Dos personas unidas por un objetivo común: resolver el misterio planteado y evitar que un peligroso virus se extienda. Esos son los ingredientes de Ártico, el estreno de este lunes en COSMO.

Si resolver un caso en condiciones normales ya es difícil, intentar hacerlo en un entorno aislado, con temperaturas bajo cero y rodeado de kilómetros de hielo y nieve implica un esfuerzo sobrehumano de quienes están a cargo de la investigación. Eso es lo que les propone Ártico a sus dos principales protagonistas, una agente de policía y un virólogo que deben unir fuerzas para detener al o los responsables de la muerte de al menos dos mujeres y el secuestro de otra y de la propagación de un virus que si se extiende puede poner en peligro a la población mundial. Dos hechos que podrían parecer aislados, pero que de alguna manera no lo están.

El primer episodio de esta serie enmarcada dentro del género conocido como nordic noir se presenta como un thriller canónico en el que acción y drama caminan de la mano a través de un abanico de personajes con múltiples aristas que han de enfrentarse a dos enemigos, uno de naturaleza humana y otro, vírica. A la primera que conoce el espectador es a Nina Kautsalo (Iina Kuustonen), una agente de policía madre soltera de un hijo discapacitado con una complicada relación con el padre de este y un fuerte sentido del deber. Luchadora y de ideas claras, tiene eso que se llama olfato policial.

De ahí que cuando entra en escena Thomas Lorenz (Maximilian Brückner), un prestigioso virólogo alemán enviado por Helsinki para descubrir qué está ocurriendo en ese pequeño pueblo de Laponia, el cerebro de Nina active todas las alarmas. Que sea policía de pueblo no quiere decir que sea más tonta o menos válida. Él ha firmado un acuerdo de confidencialidad que le impide revelarle la verdadera razón de su visita a un lugar perdido que no importa más que a sus habitantes, pero ella ata cabos con rapidez y sabe que hay algo que no le están contando.

Lo que desencadena la acción es el chivatazo de que cazadores furtivos están pululando por la zona. Nina y su compañero de patrulla acuden a realizar una inspección en una apartada cabaña y allí descubren a una mujer en un estado cercano a la muerte encerrada en una suerte de caja con una alambrada como tapa. No será lo único inquietante y escabroso que encuentren en aquel lugar.

Ya en el hospital, la víctima, que no puede contar lo ocurrido porque está en coma, es sometida a diversos análisis y pruebas médicas necesarias para establecer cómo ha llegado a ese punto que parece de no retorno. Sus muestras biológicas acaban en Helsinki, en las manos de Thomas. Este convence a sus jefes para que le envíen a Ivalo con el objetivo de investigar un virus detectado en esta mujer que se asemeja mucho a otro de consecuencias terribles al que se enfrentaron en Yemen.

Con la conexión entre ambos personajes hecha, sus caminos se unen en una investigación que se presenta harto complicada. Por la cantidad de secretos que la rodean, por los intereses creados desde arriba no desvelados a quienes están abajo y por la dificultad de enfrentarse a un nmisterio con pocas pistas en un terreno inhóspito como es el de Laponia. Allí, en las localidades de Inari y Utsjok es donde ha sido rodada esta producción nórdica que llega a España con la vitola de ser la serie finlandesa más cara de la historia.

Una de las protagonistas de la serie. / COSMOS

Una de las protagonistas de la serie. / COSMOS

Coproducida con Alemania, cada uno de los diez capítulos que la componen ha dispuesto de un presupuesto de 650.000 euros. Un dinero que se deja notar en la calidad de la producción y que es obvio pensar que parte de él fue destinado a hacer frente a las duras condiciones de un rodaje bajo cero. Explican en las notas de producción enviadas por COSMO, canal que la emitirá en España, que tuvieron que usar secadores para mantener en funcionamiento las cámaras debido al frío. Seguro que no fue el único problema que encontraron.

El resultado del primer episodio es un capítulo de presentación en el que se abren varias líneas de investigación y se presenta, con pinceladas hábiles y cargadas de información relevante, a cada uno de los participantes. Nina y Thomas, pero también la madre de la primera, a la que esta recurre cada vez que necesita de alguien que cuido a su hijo porque el deber la reclama, y su hermana mayor, Marita (Pihla Viitala), una mujer de vida un tanto desajustada que será una pieza clave en la investigación de Thomas y que hará que el caso se vuelva más personal para la agente.

Llama la atención, aunque quienes estén familiarizados con las series nórdicas estarán acostumbrados, la importancia del entorno y el espacio en la trama así como la agilidad para plantear distintas tramas a partir de un tronco común. Lo que deja el capítulo de apertura tras su visionado, como buen thriller que es, son muchas preguntas que resolver. ¿Quién secuestró a la mujer de la cabaña? ¿Cuál es el origen de ese virus al que temen? ¿Qué pasó entre Nina y el padre de su hijo? ¿Qué hay de la relación de Thomas con la madre de su hija? ¿Cuánto tiempo podrán mantener en secreto lo que está ocurriendo en Ivalo? ¿Son de fiar los que están arriba?

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