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El 'branding' pop del Xacobeo

Descarga de Arcade Fire en el MTV Galicia

CARLOS BARREIRO

Como la organización preveía, el Monte do Gozo no se llenó para el último macroevento veraniego del Xacobeo 2010 a pesar de que la entrada era gratuita. Unas 15000 personas, aproximadamente la mitad de su capacidad, acudieron el domingo al auditorio compostelano.

Arcade Fire, los cabezas de cartel, son un emblema para el público indie pero todavía les queda un pequeño peldaño para convertirse en un banda de masas. Un proceso que se ha acelerado tras la publicación de The Suburbs, su último disco. Sin embargo, se encuentran en un momento delicado debido a la variedad de registros que han incorporado a su música. Hay cosas que manejan de forma soberbia, el sonido eufórico y la épica, mientras que en otras se mueven sin alejarse demasiado de lo correcto: el pop elegante y los medios tiempos.

De ahí que en el mismo grupo convivan canciones enforvorecidas y con las que son capaces de poner patas arriba cualquier tipo de escenario, como Rebelion (Lies) o No Cars Go, con el acartonado techno pop de Sprawl II (Mountains Beyond Mountains). Pero cuando el nervio domina su sonido y cantan a todo pulmón, es indiscutible que ellos son el futuro del rock de estadio.

Arcade Fire, los cabezas de cartel, son un emblema para el público indie

Contrastan los movimientos imprevisibles de los canadienses por el escenario con lo estático de Echo & The Bunnymen, liderados por un Ian McCulloch de cuyo ego y actitud chuleta tomaron buena nota Damon Albarn y Liam Gallagher en los 90. Él y Will Sergeant, un guitarrista sobrado de clase que no roba protagonismo a las canciones, son los únicos supervivientes de la formación original tras la reunión de 1997.

Con más de tres décadas a sus espaldas, pueden presumir de seguir haciendo grandes discos y de que en directo suenan turbios, vibrantes y con la excitación de unos quinceañeros. Nobleza sin título del pop inglés de los 80, exhibieron sus clásicos y fundieron temas propios con versiones de sus héroes, The Doors y Lou Reed, como ya habían hecho en su anterior visita con motivo del Xacobeo 2004.

The Temper Trap, un grupo joven cuya popularidad crece exponecialmente cada mes, y los locales Cornelius 1960 fueron los encargados de abrir la programación. Los australianos, insustanciales y sin mucha personalidad en sus grabaciones, sorprenden en vivo. El cuarteto es muy dinámico y sus guitarras atmosférica tenían pegada. Destacan más por su sonido que por sus canciones pero son agradables.

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