Este artículo se publicó hace 13 años.
Bruselas investigará un posible cártel en la venta de ebooks
La Comisión Europea sospecha que cinco grandes editoriales y Apple pactaron los precios de los libros electrónicos
La Comisión Europea sospecha que cinco grandes editoriales internacionales han hecho del libro electrónico un coto en el que imponer precios abusivos. El departamento de Competencia, que dirige Joaquín Almunia, anunció ayer una investigación contra Hachette Livre (francesa), Harper Collins y Simon & Schister (ambas estadounidenses), Penguin (británica) y Holzbrinck (alemana) y su socio necesario en la presunta violación de reglas del mercado europeo, Apple.
La intención es averiguar "si estas editoriales y Apple han concluido acuerdos o han llevado a cabo prácticas con el objetivo o el efecto de limitar la competencia y de fijar el precio de los libros electrónicos a un nivel elevado en Europa", según aseguró la portavoz de Almunia, Amelia Torres.
Bruselas recordó que la investigación no tiene por qué acabar condenando a las compañías investigadas, pero las sospechas están fundadas en un análisis exhaustivo del mercado del libro electrónico en el que tanto las cinco editoriales como Apple son actores clave. Pearson, la empresa británica propietaria de Penguin, aseguró ayer en un comunicado que "no cree haber incumplido ninguna ley" y señaló su buena disposición para "continuar cooperando total y abiertamente con la Comisión". Harper Collins también aseguró estar facilitando el trabajo a los técnicos europeos para demostrar su inocencia.
Según fuentes comunitarias, la Comisión podría haber puesto en el punto de mira la fijación de precios que hacen algunas editoriales sobre el importe, que convierte a las tiendas finales en meros agentes con derecho a una parte de los ingresos por la venta. Antes de la aparición de servicios como el de Apple, las tiendas online tenían gran flexibilidad para fijar el precio. Con la aparición de aplicaciones que centralizan las ventas, los precios subieron y se igualaron entre editoriales, lo que levantó las sospechas de la creación de un posible cártel.
Las pesquisas afectan a gigantes como Harper Collins y Penguin
El Ejecutivo comunitario anunció que dará "prioridad" a esta investigación por sus repercusiones para el mercado digital de contenidos, una de las áreas con más proyección en Europa y que ya se ve limitada por la diferencia entre las leyes de los estados miembros y dificultades en el acceso. En España, por ejemplo, el precio del ebook lo fija invariablemente el editor y la tienda no tiene opción de variarlo.
La Comisión tiene poder para imponer multas millonarias a las compañías que violen la libre competencia. De ser culpables a ojos de Bruselas, las editoriales tendrían que pagar una multa de hasta el 10% de sus ingresos anuales y modificar su modelo de negocio.
La investigación continúa las pesquisas iniciadas en marzo de este año: varias compañías recibieron una visita de los técnicos comunitarios, conocidas como redadas por el poder que tiene Bruselas para exigir documentos e investigar el funcionamiento de las empresas in situ.
Una decisión que condene a las editoriales podría suponer una gran victoria para webs como Amazon, que dispondrían de una mayor flexibilidad para competir con otras tiendas, comenzando por las que venden libros en papel. Aunque la Comisión no se ha puesto fecha tope, las pesquisas podrían demorarse meses o años, atendiendo a otras investigaciones similares.
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