Este artículo se publicó hace 15 años.
"Bunbury copia a poetas; nosotros, a las señoras que van a hacer la compra"
No es fácil meter en una misma charla a Jiménez Losantos, Sara Montiel y Bunbury; Alaska y Canut, que regresan con nuevo disco, lo consiguen
Es verdad: pueden resultar insoportables. Son como dos gallinas cacareando en el corral. Hablan a la velocidad de la luz, se pisan el uno al otro, se contradicen, se ríen, se enfadan... Es verdad: son dos de los personajes más importantes que ha dado el pop español. Nacho Canut y Alaska, Fangoria, son los únicos músicos de la Movida con el permiso de Santiago Auserón que han sobrevivido con dignidad al paso del tiempo.
Es verdad: llevan sin completar un disco redondo varias temporadas y su fórmula acusa cierta esclerosis (¿será porque ambos son Géminis y bipolares?). Es verdad: el martes publican Absolutamente, su octavo disco. Y es verdad: Alaska se pone seria cuando se le saca el tema del blog que escribe en Libertad digital, la web de Federico Jiménez Losantos.
Cada vez que Fangoria saca álbum, se origina un revuelo mediático de cuidado. ¿Es Fangoria una institución?
Alaska: No, lo que pasa es que tenemos un manager que trabaja mucho y bien [Mario Vaquerizo, el susodicho, sonríe desde la otra esquina de la habitación].
Nacho Canut: Además, que a nosotros nos encanta hacer entrevistas. No somos como esos grupos que en cuanto les pides algo que no sea hacer música, ya se echan para atrás.
A.: Por otro lado, yo, como personaje, tengo cabida en una serie de revistas que nunca se interesarían, no sé, por Lori Meyers. No imagino a Lori Meyers en la revista de Ana Rosa.
N.C.: Ella es celebrity. Fangoria es el único grupo que toca en el Sónar y a la vez hace un playback en Ana Rosa. ¿Y por qué va a estar mal salir en Ana Rosa, si nos gusta Ana Rosa? Igual que nos gustan los Sex Pistols y Village People.
¿Todo vale?
A.: El flamenco, no.
N.C.: A mí el cante jondo no me entra por ningún lado, no me transmite nada. Igual que el fútbol.
A.: El jazz, tampoco.
N.C.: A mí, el jazz si me puede llegar a interesar.
A.: No, no digas eso porque a ti el jazz no te gusta.
N.C.: Cierto jazz, sí. Lo que pasa es que yo soy muy influenciable. Veo en una revista: "Los 10 mejores discos del jazz. El número uno: Kind of blue. Disco clásico, absoluto, cambió el curso de la música". Y me lo compro en el Alcampo. Y es un rollo de disco...
Hablemos del homenaje a la Factory de la portada. ¿Qué valores destacarían de aquella comuna artística de Andy Warhol?
N.C.: Algo que tiene que ver mucho con nosotros: el saber adaptarse a todo. Con dos dólares, hacían la Factory, porque la decoración era papel albal pegado a una pared.
A.: La mezcla generacional y la falta de concepto histórico. No tienen nada que ver con lo que los rodea en ese momento: ni con los hippies, ni con el buen rollo, ni con los colores... Era un mundo al margen de todo.
N.C.: Igual que cuando nosotros tocamos en el Calderón en el festival de Los 40. Éramos unos marcianos.
A.: Es que ese año hicimos de todo: el FIB, el Sónar, Grandes Conciertos de Los 40, el Festival de Teletaxi, que es un mundo que me encanta.
Me han soplado que Fangoria va a hacer un dueto con Sara Montiel.
A.: Es una posibilidad, una expectativa que tenemos.
N.C.: Es una falsa expectativa. Ojalá ocurra.
A.: A mí, Sara Montiel me gusta mucho más que cualquier grupo de pop de los años ochenta.
N.C.: La forma en que Alaska canta la canción Más es más está muy influida por Sara Montiel. Y por Bibiana Fernández.
Ahí va una pregunta difícil: ¿Cuál es la materia prima de las canciones de Fangoria?
A.: Por ejemplo, la portada de una revista.
N.C.: Las cosas que vemos por la calle... La vida cotidiana. Somos muy costumbristas. Yo soy todo lo contrario de Bunbury, que es todo avalanchas y sendas de gloria. En vez de copiar a poetas, copio a la señora que está delante de mí en la compra.
A.: Lo que estás diciendo no es verdad, porque ese costumbrismo es el de cantautor que no tienes.
N.C.: ¿Qué? Nada de cantautor. Mi costumbrismo es el de Gracita Morales.
Pues la segunda canción del disco, Lo poquito agrada y lo mucho enfada, me recuerda a Bunbury.
N.C.: Pues es una frase que le oí a un amigo mío que es andaluz cerrado.
No, lo que me recuerda a Bunbury es la música y la forma de cantar de Alaska.
N.C.: Es que Bunbury y nosotros tenemos mucho en común. A mí Bunbury me parece una estrella. Es un personaje y le respeto mucho.
A.: Perdona, ¿qué cosas en común?
N.C.: La cosa siniestra que tiene, dar importancia a la estética, una cierta artificialidad en su presencia...
A.: Él no es consciente de esa artificialidad.
N.C.: Bueno, pues que no lo sea. Y otra cosa más: a los dos nos gusta Rob Zombie.
Hablen de una canción de este disco que diga algo especialmente importante para ustedes.
A.: Yo, Más es más. Y ahí sí que somos distintos. Porque, según Nacho, lo mínimo siempre es lo mejor.
¿Una clase de ascetismo?
N.C.: Sí, pero orientado hacia el hedonismo. Ascetismo para el hedonismo, porque si lo haces menos, te va a gustar más. Ella es empachosa.
A.: Yo, sí, atracón.
N.C.: Más es más es una consigna que sólo lleva a la locura y la autodestrucción. Más es más es lo que nos ha llevado a la crisis financiera, es la vorágine del capital.
¿Ayudan las canciones a dar respuesta a los interrogantes de la vida?
N.C.: Yo creo que para eso están los libros de autoayuda, que están fenomenal de precio, y las religiones.
A.: Nosotros hemos hablado muchas veces de nuestros problemas y no los hemos solucionado. Por ejemplo, con El arte de decir que no. Nos parecía una cosa estupenda, porque no sabemos decir que no. Pues seguimos con el mismo problema.
N.C.: Nuestros problemas siempre suelen ser con otra persona. Y Carlos [Berlanga] era igual también. Las letras que hacíamos juntos siempre iban de relaciones personales.
A.: Y el dinero, el dinero, el dinero... Siempre estaba con el dinero.
Algo habréis aprendido en todos estos años, ¿no?
N.C.: A hacer letras. Porque cuando oigo las letras de otros grupos, me da una vergüenza ajena...
Alaska, ¿cómo van sus estudios de Historia?
N.C.: Se lleva los libros en la gira. Va en la furgoneta estudiando.
A.: Va bastante lento, pero da igual.
¿Harían una canción sobre política?
N.C.: Bueno, Más es más yo creo que es sobre política económica. Yo soy suscriptor de Le Monde y The Economist. Los leo enteros de pe a pa.
Alaska, ¿qué opinan sus fans del blog que tiene en Libertad digital?
A.: Mira, tengo 45 años, la primera vez que oí esa crítica fue cuando fui a La Clave de Balbín, la segunda cuando hice una mierda de programa infantil. "Sólo ha quedado para presentar programas infantiles", decían. Ahora La bola de cristal es la bomba. Lo siento, me da igual.
N.C.: La gente de derechas no le critican que se junte con los de izquierdas; pero al contrario, sí. ¿Quién tiene el problema y quiénes son los intransigentes?
¿No les pareció cutre el homenaje a la Movida de la Comunidad de Madrid?
A.: Sólo me preocupa el catálogo, que está muy bien y para el que escribí el prólogo.
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