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Cameron propone condicionar las ayudas de cine al éxito de taquilla

Ken Loach califica el anuncio de 'farsa' y perjudicial para el sector

DAVID BOLLERO

El primer ministro británico, David Cameron, quiere taquillazos de cine británico y en función de ello se otorgarán las subvenciones estatales. Así lo anunció durante su visita a los estudios Pinewood, donde se rueda la próxima entrega James Bond. Cameron lanzó la idea de destinar parte de los fondos de la Lotería Nacional a aquellas producciones que vayan a ser un éxito de taquilla.

El ejemplo a seguir sería el de El discurso del Rey (2011) que, con un coste de 8 millones de libras (9,7 millones de euros), consiguió cuatro Oscar -incluido Mejor Película- y una recaudación de 250 millones de libras (302 millones de euros) en todo el mundo.

La propuesta es un avance del informe elaborado por el ministerio de Cultura junto a ocho expertos del sector, que se presentará la semana que viene y que propone mayores ayudas a las productoras de éxito, reservando un capítulo de subvenciones para los 'largometrajes culturalmente gratificantes'.

Según Cameron, el British Film Institute (BFI) debería 'ayudar a los productores británicos a realizar películas de éxito desde el punto de vista comercial, capaces de rivalizar el impacto y la calidad de las mejores producciones internacionales'. Una sugerencia que hace temer un futuro en el que la taquilla prime sobre la calidad, obviando el arte y maximizando la industria.

La respuesta por parte del mundo del cine no se ha hecho esperar, encabezada por figuras como el veterano Ken Loach, que calificó la medida de 'farsa', indicando que 'si todo el mundo supiera qué películas van a tener éxito, no habría ningún problema'. Esa es la gran incógnita: el éxito de El discurso del Rey, a pesar de haber sido número uno durante 20 semanas, fue una auténtica sorpresa.

'Hay que subvencionar muchos proyectos distintos, muy variados'

Así, Loach indicó en una entrevista para la BBC que 'hay que subvencionar muchos proyectos distintos, muy variados; algunos tendrán éxito, otros serán originales, otros creativos, y así, tendremos una industria realmente vibrante'. De otro modo, según él, se beneficiarán los monopolios.

Actualmente, la industria del cine reporta a la economía británica unos 2.400 millones de libras (2.900 millones de euros), aunque algunas de las cintas, como la saga de Harry Potter, proceden de Hollywood. El objetivo del Gobierno es que el cine británico cobre más peso exterior, recomendando al BFI desarrollar una estrategia de exportación del cine nacional.

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