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China sabotea la subasta de dos bronces de YSL

Las dos piezas, saqueadas en 1860, fueron adjudicadas en una puja en falso a un asesor chino que quiere bloquear la venta para salvar el patrimonio de su país

LOURDES GÓMEZ

Christies guarda silencio salvo para decir 'No comment'. La casa de subastas se enfrenta a un cliente que se niega a abonar la factura que contrajo la semana pasada al ganar dos pujas por sendas antigüedades de bronce chinas. Cai Mingchao, reputado anticuario en China y asesor del Fondo Nacional de Tesoros (bajo la tutela del Ministerio de Cultura), se identificó ayer como el comprador de ambas piezas (las cabezas de una rata y un conejo) por 31,49 millones de euros. Y lanzó un desafío patriota: 'Estoy cumpliendo con mis responsabilidades. Este dinero no puede pagarse'.

El Gobierno de Pekín había intentado frenar la controvertida venta de las reliquias, incluidas en la subasta de la colección de arte y antigüedades de Yves Saint Laurent. Los bronces formaban parte de la Fuente del Zodiaco del Palacio de Verano del Emperador Qianlong, asediado por tropas anglofrancesas en 1860. China reclama la propiedad de sendos tesoros expoliados.

Cai pujó por teléfono. Quería salvar el patrimonio cultural de su país y no dudó en burlar la ley. Se hizo con los lotes 677 y 678 que Christies listó entre los diez más cotizados de las tres sesiones de la subasta. Fue el evento de todos los tiempos, con decenas de récords rotos y una recaudación de 373.935.500 euros, el mejor resultado en venta pública de una colección privada.

Buena reputación

Ayer, se fijó otro precedente. 'Es una situación inusual. No conozco ningún otro caso similar', afirma Ann Webber, de la Comisión Europea de Arte Expoliado. Christies se escudó en un escueto comentario: 'Ni comentamos la identidad de nuestros compradores ni los pasos que podamos dar en esta ocasión. No contestaré a ninguna pregunta', reiteró la portavoz de la sede central, en Londres.

Hay cuestiones en el aire. ¿Investigó Christies a Cai antes de aceptarle en la subasta? Ayer, se decía que su reputación de buen coleccionista fue suficiente para entrar en la puja horas antes de la venta. El vendedor, Pierre Berge, compañero de Saint Laurent, señaló que no se desprenderá de las piezas hasta que alguien salde la factura.

La propiedad de las reliquias del pasado fomenta disputas. Hay mecanismos legales para resolver conflictos en torno a objetos posteriores a la II Guerra Mundial, pero las piezas de más 200 años de antigüedad están exentas de posibles reclamaciones. Según Eleni Cubbitt, del Comité Británico para la Restitución de los Mármoles del Partenón, este caso demuestra la necesidad de un acuerdo internacional. 'En casos excepcionales se deben devolver a su país de origen', defiende Cubbitt.

 

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