Público
Público

"El conocimiento produce tristeza"

Carlos Goñi presenta nuevo trabajo, 'Enjoy', un disco en directo en el que refleja su actual apuesta por lo eléctrico y que contiene algunas de las canciones más emblemáticas de su carrera

YERAY CALVO

El camino natural que lleva a la madurez en la música a menudo viene marcado por el trayecto natural de lo eléctrico a lo acústico. Uno envejece y empuña la acústica como destino inevitable. No es el caso de Revólver, que ha decidido pasada la cincuentena doblar su apuesta por el rock. Su nuevo trabajo, Enjoy, contiene varios de sus temas más emblemáticos y lleva la electricidad por bandera. Una cuenta pendiente que tenía el músico desde 2005 y que por unos motivos u otros se ha ido posponiendo. 'Tenía un sueño que era grabar a trío -batería, bajo y guitarra-, porque fue así como empecé'. No se trata del formato más cómodo para registrar un directo. Goñi lo corrobora: 'Es la fórmula más complicada para conseguir que el rock suene bien pero cuando lo consigues no hay nada en el mundo parecido a eso. Es un mensaje y llega muy sencillo a todo el mundo'. Para ello, explica, no valen unos músicos cualquiera y hay que trabajar para la canción y no para el lucimiento del propio músico. Trabajar sólo para el tema y para la banda, desvela.

Con dicho planteamiento, sobraban artificios y fuegos artificiales para el evento, más en un momento como el que estamos viviendo. 'Hace poco en una firma de discos hubo un chaval que me preguntó ‘¿Por qué el disco de Revolver no es como el de Los Secretos, con 15 invitados en Las Ventas con una banda de 30 músicos?' Porque eso ya lo he hecho. Quería hacer justo al revés. Me parecía inclusive un poco soberbio en los tiempos en los que corren meterme en una película de estas con un dispendio económico brutal', admite.
Para preparar el directo de 'Enjoy' hicieron falta jornadas de ensayos de 11 horas diarias
Para preparar el directo de Enjoy hicieron falta jornadas de ensayos de 11 horas diarias hasta que los músicos consiguieron tener masticado el repertorio. Nada excepcional para Carlos Goñi: 'Es lo típico cuando voy a grabar o cuando voy a preparar una gira. En los ensayos soy extremadamente salvaje pero eso te da la tranquilidad de subirte a un escenario y disfrutar lo más que puedas', explica el cantante, que dice estar pasando por uno de los momentos más dulces con su banda. Goñi se muestra tan contento con la fórmula del trío que promete repetir en su próximo trabajo de estudio.

La posibilidad de realizar un directo de estas características obligó al alma de Revólver a redescubrir algunas de sus propias composiciones. 'Hay una serie de canciones que puedo ir rotando a lo largo de los años y otras que las toco menos porque no caben, y a lo mejor esas que tocas menos, al estar menos en contacto con ellas, te atraen más. No porque te gusten más que las otras, sino porque tienes menos contacto y te sorprenden', revela. 'San Pedro y unas cuantas más, gracias a dios, tengo que tocarlas todas las noches. Pero es que yo creo que somos lo que fuimos y eso significa que yo no puedo dejar de tocarlas porque me han permitido vivir como vivo, estar como estoy. Además, poniéndome en el caso de la parte del público, si voy mañana a ver a los Stones y no tocan el Honky Tonk Woman me voy a salir con un cabreo monumental', comenta con una sonrisa.

'Somos lo que fuimos y eso significa que yo no puedo dejar de tocar las canciones que me han permitido vivir como vivo'Atrás quedan discos como Argán, el que más le ha aportado a nivel personal, por el que ha llegado a modificar su forma de pensar o hasta de expresarse, cambiando el ‘no me entiendes' por el ‘me he explicado mal'. También queda atrás '21 gramos', disco que según el autor contiene la mejor letra que ha escrito nunca, Todos somos capitanes. En ella explica que 'comprender apena el alma', que 'el conocimiento produce tristeza' de una forma inevitable. 'Comprender cómo funcionan las cosas apena porque te das cuenta de que no puedes hacer nada y que las cosas ruedan. Tu opción para pararlas o modificarlas es relativa. Eso te crea cierto grado de impotencia que a mí particularmente me apena mucho', reflexiona. 'Comprendes que en la realidad todo lo manejan grandes empresas a las que nunca vamos a conocer, y puede pasar por aquí el tipo que dirige el país, entre otros, en su coche, porque va a llevar a sus hijos al colegio y tú yo no lo sabemos. Le echamos la culpa a los estos que están mandando o a los que estaban antes. Cuando entiendes que eso es así, ¿Qué te queda por hacer? No ver la tele, no comprar los periódicos, no votar o salir a la calle cagarte en la leche. Puedes hacer lo que decidas hacer pero yo no he creído nunca en la libertad colectiva sino se empieza por una revolución individual de cada uno de nosotros. Mientras eso no exista será muy complicado hacer la siguiente, porque al final si todos intentamos aunarnos en una colectiva sin tener primero la individual hecha, va a llegar un menda que va a ejercer de cabecilla y nos va a joder a todos igualmente otra vez'.



'Comprender cómo funcionan las cosas apena porque te das cuenta de que no puedes hacer nada y que las cosas ruedan'Para luchar contra ello el músico entiende que la educación es clave, 'la educación bien entendida', aclara, la del respeto. 'Es una reflexión a la que he llegado hace meses pero me está valiendo para mucho y está modificando mi manera de ser. Para mí el respeto consiste en que tú yo disentimos y el hecho de disentir me obligue a revisar mis convicciones, no las tuyas. Eso para mi es respetar', culmina.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?