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Cuatro años de cárcel para el médico de 'Jacko'

Murray cumplirá la pena máxima para un homicidio involuntario

ISABEL PIQUER

Conrad Murray, el médico personal de Michael Jacksonque el pasado día 7 fue declarado culpable del homicidio involuntario del rey del pop, fue condenado a cuatro años de cárcel, la pena máxima para este tipo de delitos, en una vista que volvió a revivir los momentos de morbo y dramatismo del juicio.

Dado que las cárceles de Los Ángeles están a rebosar, Murray ingresará en la prisión del condado y no en una penitenciaría federal y es bastante probable que vuelva a casa antes de cumplir la totalidad de su condena. Para el caso da casi igual, porque, como subrayaba el abogado del condenado, Murray 'será para siempre conocido como el hombre que mató a Michael Jackson'.

El juez le calificó de 'peligro público' y declaró 'sentirse ofendido'

Y así lo describió durante una larga y airada diatriba el juez Michael Pastor, que decretó la pena. Murray 'trató de ocultar' que había administrado el potente analgésico propofol al cantante y 'mintió' a los servicios de urgencia que le atendieron antes de fallecer en su mansión, el 25 de junio de 2009, víctima de una sobredosis de calmantes.

El magistrado acusó al médico de no mostrar ningún remordimiento e incluso de responsabilizar al cantante de su propia muerte. 'En un momento llegó a decir que se sentía traicionado por Michael Jackson, no sólo no se arrepiente sino que culpa a la víctima', dijo indignado el juez, que calificó a Murray de 'peligro público' y reconoció 'sentirse ofendido' por las circunstancias del caso. 'Cualquiera que mire esto de forma objetiva debe concluir que Conrad Murray abandonó a su paciente y eso es una vergüenza para la profesión médica'. Pastor calificó las acciones del condenado de 'locura' y especuló con las razones por las que pudo saltarse las normas básicas de su profesión: 'Dinero', 'fama' y 'prestigio'.

'Conrad Murray es una vergüenza para la profesión médica', aseguró

Al juez no le impresionó mucho el relato del abogado defensor, Ed Chernoff, que habló de la infancia en la 'más mísera pobreza' de Murray, que ahora tiene 58 años, en la isla de Granada, ni del hecho de que tuviera una 'niña pequeña' en Santa Mónica. 'Murray ya no es un médico y, aunque sea un camarero toda su vida -dijo Chernoff-, seguirá relacionado a la desaparición del cantante'.

El fiscal, David Walgren, también en tono muy duro, no se anduvo por las ramas y habló de los cien millones de dólares que Jackson tenía previsto ganar durante la gira que iba a iniciar en Reino Unido antes de morir. Y también insistió en el hecho de que 'Murray no se sentía culpable porque pensaba que no había hecho nada malo'. Walgren ha pedido una compensación financiera que se determinará en los tribunales.

Con el mismo semblante abatido de las seis semanas de juicio, Murray, que lleva en la cárcel desde la sentencia del 7 de noviembre, no habló durante la vista. En la sala también se encontraban algunos de los hermanos de Jackson, incluida su madre, Katherine, que, como describió el fiscal, 'se levanta todos los días pensando en su hijo'.

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