Este artículo se publicó hace 4 años.
Cumpleaños Clint EastwoodClint Eastwood cumple 90 años: "Ese soy yo"
El cineasta, el último de los clásicos norteamericanos, cumple 90 años y todavía en casi un siglo no ha tenido tiempo de sentirse viejo. Autor de un buen puñado de obras maestras, sigue buscando nuevo proyecto para seguir rodando.
Madrid-
Aburrido de limpiar piscinas y de actuar en producciones de televisión donde ni siquiera aparecía en créditos, en cuanto le rozó el primer golpe de suerte como actor, interpretando al vaquero Rowdy Yates en la serie Western Rawhide a finales de los 50, Clint Eastwood se lanzó sin red y firmó un contrato para protagonizar la ‘trilogía del dólar’. Su agente le advirtió que ese sería un "mal paso" para su carrera. A partir de ese momento, Eastwood no ha dejado de avanzar dando zancadas de gigante. Este domingo cumple 90 años y la energía perdura, resistente, infatigable.
Pasaron solo tres años después de aquel feliz contrato −convertido ya en ‘el hombre sin nombre’ de Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo− cuando fundó la productora The Malpaso Company. Nadie sabe a ciencia cierta si el nombre es una burla a aquel desatinado vaticinio o se debe a Malpaso Creek, la localidad el Sur de Carmel donde vive Eastwood. Probablemente, sea una mezcla de ambos, como lo es casi todo en su filmografía.
Marginados y perdedores
Agitar algunas contradicciones, muchas tan solo aparentes, y servirlas combinadas sería una buena receta para descubrir a Clint Eastwood y explicarse su cine, su gran cine. Actor de pocas palabras, el Clint Eastwood real lleva casi un siglo diciendo lo que le da la realísima gana; áspero y cafre en la ficción y en algunos momentos de su vida, envuelve de profunda ternura a sus personajes; próximo a la ideología conservadora de los republicanos americanos, se ha dejado la piel defendiendo a personajes marginados y perdedores, que en sus historias son los buenos en medio de una sociedad hipócrita y cargada de prejuicios. Intercedió ¡por Trump! cuando éste aspiraba a la Casa Blanca y luego renegó de él y apoyó al demócrata Mike Bloomberg…
A Eastwood le trae al fresco lo que otros piensen y no le da reparo desdecirse y rectificar. Vive ajeno a los hábitos y reglas no escritas de una sociedad que, en su opinión, produce "lameculos" a toneladas, en la que "¡todos son tan hipersensibles!", y desprecia públicamente la "estupidez de una ciudadanía que se cree todo lo que le dicen". Él sigue hacia delante caminando solo, pero su cine es muy a menudo una reivindicación del colectivo.
Serenidad visual
Conocido como uno de los actores que ha dejado algunas de las frases más conocidas del cine −mérito de un buen guion y de un poderoso intérprete−, Clint Eastwood se superó a sí mismo el día que se puso tras la cámara (Escalofrío en la noche, en 1971). Reconocido como uno de los últimos clásicos, es autor de unas cuantas obras maestras. Sobrio, sin alardes formales innecesarios, con una envidiable economía de narración, una luz siempre en un plano realista… es un cineasta elegantísimo que a menudo desde una sorprendente serenidad visual consigue deslumbrar. Es un maestro contando historias desde las imágenes. Uno de los grandes.
Clint Eastwood es puro talento, un cineasta sólido de extrema coherencia, inteligente y capaz de retratar lo más difícil, la ambigüedad del ser humano, y mucho más, de enamorar con sus personajes nunca descaradamente malos, algunos con un pasado oscuro, pero siempre imperfectos. Los exprime de verdad y, finalmente, de humanidad.
Aquel tipo sin nombre
Sin perdón, Bird, Cartas desde Iwo Jima, Gran Torino −"¿Nunca os habéis cruzado con alguien a quien no deberíais haber puteado? Ese soy yo"−, Un mundo perfecto, Mystic River, Million Dollar Baby, Los puentes de Madison, Medianoche en el jardín del bien y del mal, Invictus... las ha dirigido aquel tipo sin nombre del poncho arenoso de los spaghetti western, el vaquero de mirada oscura que daba caladas a su puro mientras entrecerraba los ojos desafiante. Las ha dirigido Harry ‘el Sucio’ Callahan, ese policía, chulo y turbio… y el bestia del sargento de artillería Thomas Highway y el Predicador que retoma las armas y el mercenario Hogan que cabalga acompañado de la hermana Sara…
El año pasado, todavía octogenario, dirigió Richard Jewel, y ya está estudiando nuevos proyectos. "Me siento viejo", reconoció en 2008, años en que rodó El intercambio, cuando le preguntaron que sentía cuando decían de él que era el último de los clásicos. Era mentira. Eastwood no ha tenido tiempo nunca de sentirse viejo. En 2010, cuando hizo Más allá de la vida, los periodistas quisieron saber si era un hombre religioso que creía en la inmortalidad del alma, no sacó de dudas a nadie, pero dejó bien claro que para él "que hubiera otra vida sería fantástico, pero aún tengo que averiguarlo". Hace muy poco, a punto de poner el pie en los noventa, reconoció: "Nunca imaginé que iba a llegar hasta aquí", pero también especificó: "Sé que no tengo que cuestionarme mucho nada y simplemente continuar". Así que celebremos sus primeros noventa años, mientras esperamos su nueva película.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.