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La década en la que las promesas echaron raíces

'Desplazamientos' reúne una selección de artistas de los diez años del proyecto de arte joven Generaciones'

 

ROCÍO PONCE

La habitación, señores, está cerrada. Dentro, inaccesible y bajo llave, la obra de arte: todo lo imaginable. Si alguien osara entrar significaría la destrucción de la obra. Una puerta de madera blanca guarda el gran regalo que la artista vallisoletana Dora García hace a todo el que se pase por la exposición Desplazamientos, inaugurada en La Casa Encendida.

Como conmemoración de los diez años del programa de apoyo a jóvenes artistas Generaciones de Obra Social Caja Madrid, nace esta exposición que supone una oda coral al tema del espacio. Las obras expuestas abordan el tema con diferentes aproximaciones: la relación entre el interior y el exterior, lo público contra lo privado, el concepto de ruina, nuevas perspectivas urbanas, la conexión del hombre con la naturaleza y espacios inaccesibles, entre otros.

«El Land Art determinó la elección del tema», dijo Oliva Rubio

De los 78 proyectos que Generaciones ha premiado a lo largo de su década de vida, un comité internacional ha seleccionado a 11 artistas: Lara Almarcegui, Ibon Aranberri, Sergio Belinchón, David Bestué y Marc Vives, Bleda y Rosa, Santiago Cirugeda, Pedro G. Romero, Dora García, Federico Guzmán, Cristina Lucas y Fernando Renes.

Estrella de Diego, catedrática de Arte Contemporáneo de la Universidad Complutense de Madrid, ha sido la encargada de dirigir la publicación paralela a la exposición Los últimos diez años del arte joven. 'En estos diez últimos años, el público ha conseguido apasionarse más que interesarse por el arte más actual también en nuestro país', dijo De Diego. A este respecto, Rafael Doctor, ex responsable del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, explica en su capítulo, La era del contenedor, que es 'como si se hubiese desatado una fiebre cultural en las necesidades de los ciudadanos, en esos años afloraron por toda la geografía española numerosos centros de arte y museos'.

Esta multidisciplinar exposición, comisionada por Oliva María Rubio, permanecerá abierta hasta el día 24 de octubre. 'Escogimos el tema del espacio, además de porque todos los artistas lo habían tocado de una manera u otra en alguna ocasión, por la influencia del Land Art desde que llegó en los sesenta y sobre todo por las obras de Smithson, que emplazaba las acciones en lugares perturbados de la naturaleza y que pusieron el dedo en la llaga de las transformaciones sobre el medio natural', explicó la comisaria.

«El público ha conseguido apasionarse», explicó De Diego

Algunos de los artistas invitados han reutilizado obras previas para esta exposición. Uno de los casos es el de Dam Dreams (Traversed), de Ibon Aranberri. Trece señales de tráfico de cara a la pared de distinto tamaño y forma, y algunas hasta mantienen restos del cemento que las anclaban al suelo. En la versión anterior de esta misma obra, Aramberri mostraba las indicaciones de las señales. Para Desplazamientos, la reelaboración dejarlas mudas supone el enfrentamiento al desconcierto espacial, al silencio, a la memoria.

Otra forma de abordar la temática propuesta es la del Hombre=Árbol, de Federico Guzmán, creado ex profeso para esta muestra. Se trata de una escultura que representa la unión con la totalidad de la creación, un autorretrato del artista sevillano. 'Las raíces del hombre, como las del árbol, se hunden en la tierra', detallaba Oliva María Rubio.

Además de esculturas, fotografías, instalaciones, textos y vídeos animados, la película de Sergio Belinchón es una bofetada sobre el rastro del paso del tiempo (y del hombre). El artista ha rodado El bueno, el feo y el malo con todos los detalles y en los mismos enclaves, pero no aparece ningún personaje. Lo importante es ver el antes y el después del espacio que sirvió para acoger este western dirigido por Sergio Leone en 1966.

 

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