Este artículo se publicó hace 15 años.
El director chino que decidió no ser patriótico
Se estrena el filme de Lu Chuan que ganó en San Sebastián
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Andrea Rodés
La llamada "masacre de Nanjing" fue uno de los episodios más sangrientos de la ocupación japonesa de China y es aún hoy un punto traumático en las relaciones entre Pekín y Tokio. Según el Gobierno chino, al menos 300.000 personas, la mayoría civiles, murieron cuando, en diciembre de 1937, las tropas imperiales niponas tomaron Nanjing, entonces capital de china.
El director chino Lu Chuan (Xinjiang, 1971) se ha acercado a la realidad de este oscuro episodio en su última película, Nanjing! Nanjing!, Ciudad de vida y muerte, una supreproducción bélica ganadora de la Concha de Oro del pasado Festival de San Sebastián, que se estrena esta semana.
A Lu Chuan lo acusaron de ponerse del lado de Japón
"Mi objetivo era contar la verdad, pero yendo más allá del punto de vista chino", explicó Lu en una entrevista a Público. Durante los últimos 60 años, el Partido Comunista Chino se ha servido de la masacre de Nanjing como un pretexto para fomentar el patriotismo gratuito y el sentimiento anti-japonés.
Humanizar al enemigoPero Ciudad de vida y muerte es la primera película sobre el tema que se salta el guión estrictamente patriótico. En lugar de retratar a China como víctima, Lu apuesta por ofrecer una visión más humana del invasor japonés. Uno de los protagonistas del filme es un soldado del ejército imperial nipón, Kadokawa (interpretado por el actor japonés Hideo Nakaizumi) que, abatido por el sufrimiento de no poder detener las atrocidades de sus compañeros, acabará suicidándose.
El estreno de Ciudad de vida y muerte causó un gran impacto en la audiencia china. Durante varias semanas, los blogs y foros de Internet se llenaron de comentarios críticos contra el joven director, acusado de "ponerse del lado del enemigo" y de ser un "traidor de la patria". Lu asegura que incluso llegó a recibir amenazas de muerte por email.
En Hong Kong, el estreno de la película no despertó tantas llagas. Según Lu, la mayor libertad política que goza Hong Kong en comparación al resto del país permite a su población tener una mentalidad más abierta y ser capaz de interpretar el filme "más allá de los prejuicios políticos".
El Partido Comunista la incluyó entre sus recomendaciones
Lu se siente satisfecho de haber logrado su objetivo: hacer un "filme independiente", más allá de las superproducciones épico-bélicas nacionalistas o de artes marciales que dominan la industria del cine chino.
Ciudad de vida y muerte está rodada en blanco y negro, lo que sirvió a Lu para destacar la veracidad histórica de los hechos y "resaltar la presencia de la sangre y la oscuridad". Él mismo director reconoce que una de sus fuentes de inspiración fue La lista de Schindler, la película de Steven Spielberg sobre "el nazi bueno" que ayudaba a escapar a los judíos.
Antes de empezar a rodar, Lu dedicó tres años a investigar documentos históricos y entrevistar expertos. Después tuvo que esperar medio año más para que las autoridades le aprobaran el guión. "Al final sólo me exigieron que rebajara la violencia en algunas escenas", aseguró Lu.
Sin embargo, el protagonismo del soldado japonés no logra borrar una dosis fuerte de nacionalismo chino. Eso explica que fuera incluida en la lista de las diez películas recomendadas por el Partido Comunista para conmemorar el 60 aniversario de la República Popular China o que no se haya estrenado en Japón.
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