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La doble vida del fotógrafo de Martin Luther King

Ernest Withers espió a los líderes del movimiento negro para venderle la información al FBI

ROBERTO ARNAZ

Un minuto después de las seis de la tarde del 4 de abril de 1968, una bala atravesó la garganta de Martín Luther King dejándolo herido de muerte en el suelo del balcón de su habitación en el motel Lorraine de Memphis (Tennesse). Justo en el mismo lugar donde sólo unos segundos antes el fotógrafo Ernest Withers, su mano derecha, le inmortalizó por última vez con vida en unas fotos que se convirtieron en historia. Withers acompañó al líder negro que defendió la igualdad y los derechos civiles en todas sus apariciones públicas. Su objetivo recogió el célebre discurso Yo tengo un sueño frente al monumento a Lincoln durante la gigantesca marcha sobre Washington en 1963. También fue testigo del Premio Nobel de la Paz, concedido a Luther King un año después. Sin embargo, cuatro décadas después de la muerte del activista de Atlanta, un despiste de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) ha permitido descubrir que Withers aprovechó su privilegiada posición para vender información a las autoridades sobre las actividades del movimiento negro estadounidense de los sesenta.

Un artículo aparecido en el periódico de Memphis The Commercial Appeal, ha acabado con la fama y el reconocimiento público del que gozaba el conocido como el primer fotógrafo de derechos civiles, fallecido en 2007 a los 85 años. En una investigación que ha durado más de dos años, el periodista Marc Perrusuia tuvo acceso a varios archivos secretos del FBI, entre ellos uno de 369 páginas que revelaba que el nombre de Whiters estaba inscrito en el libro de pagos de la agencia federal.

Su nombre estaba inscrito en el libro de pagos de la agencia federal

El fotógrafo, que también retrató el viaje de Luther King en el primer autobús no segregado en Montgomery, Alabama, facilitaba los detalles sobre la preparación de las marchas, la vida personal y los viajes del líder del movimiento en defensa de los derechos civiles a cambio de cantidades de dinero que aún no han trascendido. De hecho, según Perrusuia, incluso existe un informe realizado por Withers el 10 de abril de 1968, seis días después de la muerte de Luther King, en el que describe lo que sucedió en el funeral del líder negro y los días posteriores a su asesinato.

Sus contactos en la oficina del FBI Memphis eran los agentes Howell Love y William Lawrence, con quienes mantuvo varias reuniones y conversaciones telefónicas siempre escudado en su nombre en código, ME 338-R. La agencia federal, entonces dirigida por J. Edgar Hoover, estaba más que satisfecha con la labor de Withers, al que los documentos describen como 'el informante racial más experimentado en todas las actividades claves de la comunidad negra'.

Las revelaciones sobre Withers no han sentado bien a sus descendientes

Los activistas de color aún con vida no se pueden creer que la sombra de Martín Luther King, el hombre con el que compartían sus secretos, les vendiera. El historiador y ex asesor del FBI Athan Theoharis calificó el descubrimiento como 'una increíble traición', mientras que el reverendo James Lawson, que trabajó codo con codo junto a Luther King en Nashville (Tennesse), reconoce que 'Ernie abusó de nuestra amistad'.

Las revelaciones sobre la doble vida de Withers no han sentado nada bien a sus descendientes, que preparan la apertura de un museo en Memphis con el legado fotográfico que dejó su padre a lo largo de sus más de 60 años de profesión. Rosalind Withers, hija menor del artista, asegura que defenderá el nombre de su padre de unas acusaciones que, según ella, 'se basan en un número del que no existen pruebas que le identificara'. La familia ha negado siempre tener conocimiento alguno de la relación de Withers con la agencia federal y lamenta que se haga 'una acusación tan fuerte sin que él esté aquí para poder defenderse'.

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