'Estoy seco en lágrimas'. Así definió este viernes Plácido Domingo (Madrid, 1941) su estado de ánimo el día que celebraba su 70 cumpleaños. Lo hizo en el Teatro Real de Madrid, donde, acompañado por la Reina Sofía, el tenor recibió un cálido homenaje por parte de compañeros como la soprano Ainoha Arteta y el compositor Tan Dun, que le obsequió con la pieza Pla-ci-do. En la plaza de Oriente, a pesar del frío, un millar de personas también quisieron estar cerca del tenor.

Antes de este concierto, Domingo tuvo un breve encuentro con la prensa internacional, con la que quiso brindar por su aniversario. 'Hoy es un día muy importante para mí por cumplir 70 años en mi ciudad, mi tierra y mi teatro', aseguró antes de descorchar una botella de champán y preguntar con evidentes signos de galantería si alguna de las periodistas asistentes tenía deseos de casarse.

A continuación, el tenor, que hasta la fecha ha interpretado más de 130 óperas, recordó emocionado sus comienzos en México, país en el que vivió a partir de los siete años. 'Mi primera actuación fue en el Teatro María Teresa Montoya en el papel de Alfredo de La Traviatta el 19 de mayo de 1961, por lo que también se cumplen 50 años desde que empecé a cantar', afirmó.

Durante los últimos días, el tenor ha recibido todo tipo de homenajes. El Ministerio de Cultura le otorgó el pasado miércolas la Órden de las Artes y las Letras. 'Me he emocionado mucho, aunque han sido unos días que no sabía si cuando llegara el 21 iba a cumplir 70 años o 80', reconoció.

Aún así, el tenor volvió a insistir en que aún le queda mucho tiempo sobre el escenario. 'Seguir cantando a los 70 es un gran privilegio. Yo no me pregunto hasta cuándo seguiré. Quiero hacer papales que todavía no haya interpretado', confesó. Y desea rescatar viejas zarzuelas, 'revivir antiguos tesoros'. De momento anunció que en julio regresará a Moscú donde hará un concierto de música española. Retos no le faltan.